En la mitad de los incidentes registrados por la realeza, no encontraron absolutamente nada. Todos ellos correspondían a lugares o zonas aisladas donde las criaturas de otros territorios habían limpiado a las bestias errantes antes de que pudieran hacer víctimas. En una cuarta parte de los demás incidentes, encontraron cadáveres destrozados de pobres vidas que por casualidad se encontraban en el lugar y el momento equivocado. Pertenecían a personas aleatorias de diversas especies, sin nada en su historia o conexiones conocidas que pudiera insinuar algún tipo de implicación o actividad turbia.El último segmento de incidentes conducía a lugares que presentaban signos visibles de batalla, desde manchas de sangre, garras y dientes feroces en las paredes o suelo, claramente pertenecientes a Bells hasta manchas chamuscadas de algo diferente al fuego. Esas escenas implicaban un innegable nivel de preparación especial. ¿Pero quién? Ni siquiera un examen forense exhaustivo de esas zonas pudo
Durante los cuatro días siguientes, Emerson llevó a Kary a visitar los distintos lugares de Urbn donde se habían producido los incidentes. Debido a su propio trabajo como líder, sólo podía dedicar unas horas al día a esta tarea. Pero hoy al fin, era su día libre, y había planeado algunas cosas para su Luna.Él ahora más que nunca, quería quedársela. Sentía la necesidad imperiosa de quedársela. Ya no era sólo un Alfa líder de su propia manada que dependía de su Luna. La amaba. Estaba locamente enamorado de ella. Sin dudarlo.Aparearse con ella todas esas veces anteriores y también de forma explosiva cómo ahora, sólo había confirmado y fortalecido lo que él había estado sintiendo por su mujer. Muchos de los que se casaron se querían pero no estaban enamorados, como Sasen y Gisela. Eran parejas felices, pero ese Alfa líder de su propia manada no se habría sentido destrozado si su Luna hubiera encontrado una pareja diferente. Kary era su alma gemela, la marca de enlace exitoso en el cue
—En efecto. En cuanto lo hagan, la gente se peleará por esos puestos. Y ya puedo decirte que los mineros cobrarán un sobreprecio por trabajar allí.—¿En serio? Bueno, supongo que eso tiene sentido. En todos los mundos hay estafadores—murmuró.El hombre se reía entre dientes, muy de acuerdo con ese comentario.—Sí, pero también será para desanimar a sus clientes y que puedan emplear su propio tiempo en tallar para sí mismos con esa hora extra. Es fácil pagar a otros para tallar la piedra arcoíris para que esté en tu casa, lo difícil es tallarlo en tus propias manos y llevártelo a tu casa.La subió de nuevo en brazos y corrió casi sin tocar el suelo de la mina para no molestar a nadie. Se quedaron en un afloramiento de piedra arcoíris a pocos metros de Kahm, uno de los mejores Maestros Mineros de Urbn que actualmente trabajaba para un millonario que desciende de la alta estirpe. La concentración del hombre era legendaria. Mientras ambos fueran discretos y no hicieran ruidos molestos, l
El vasto despacho del director decía mucho de su estatus en la sociedad. Una amplia estantería se alineaba en la pared del fondo, detrás de su escritorio. A lo largo de la pared derecha, cuatro pedestales mostraban respectivamente una estatua que representaba una sección dentada de la piedra arcoíris de las minas, una versión gigante de otra piedra multicolor muy marcada que flotaba unos centímetros en el aire, una pantalla holográfica de una criatura que Kary no conoce, animado, que de vez en cuando se plegaba sobre sí mismo y el molde de un zapato. ¿El molde de un zapato? Kary quiso soltarse a reír, eso era demasiado al azar para una institución tan grande y responsable como el consejo, pero se contuvo, quién sabe qué diría el director o peor aún, si se lo tomaría como una grande falta de respeto que se riera de lo que sea que ellos exhibían con tanto orgullo.En el lado opuesto, unas grandes puertas de cristal daban a un balcón que daba a un patio donde los aprendices entrenaban co
—Sí. Emerson me habló de su viaje—respondió Kary.—Vale. Los Chirs como yo, somos los niños que no abandonamos el bosque prohibido en diez días porque empezamos a manifestar características de contactar con nuestro lycan interior. Pero nuestra transformación se estancó en algún momento. Como puedes ver, tengo mis cinco dedos y plus más de un dedo en cada mano, se supone que solo debería haber tenido cinco, pero algo sucedió con el contacto con la bestia en mi interior que en vez de terminar en cinco dedos, me creció uno más en cada lado. Creo que al menos pasaron entre catorce a quince meses hasta que supe que ya no volverían a la normalidad de los cinco dedos y que había llegado el momento de abandonar el bosque de una buena vez por todas—explicó Ho, con voz amable.—Así que te habías desarrollado lo suficiente como para tener más poder que el resto de la población, pero sufriste algún tipo de sobredesarrollo que interfería en la transformación lycan, lo suficiente como para no ser u
Ho se frotó el hueso marcado de la barbilla con expresión pensativa. La misma pregunta había asaltado al peliblanco y sólo podía haber una forma de que hubiera ocurrido.—¿Así que entiende la cuestión, director?—le preguntó entrelazando sus dedos—. Un lycan abrió inequívocamente la primera grieta que les dio acceso. Las minas están demasiado vigiladas y demasiado ocupadas en todo momento como para que un humano haya entrado por una grieta accidental y nadie se haya dado cuenta ni lo haya denunciado. Aparte de los Alfas líderes de sus propias manadas, los únicos capaces de lograr mínimamente algo así son tus colegas y alumnos.Su ceño se arrugó. —Eso tiene sentido. Sin embargo, también los vigilamos muy de cerca. No se permite, escribir ni minar a menos que haya un Maestro presente para ocuparse de cualquier accidente. Y ocurren a menudo, sobre todo al principio de la formación de los novatos. Pero ninguno conduce fuera. No tenemos ese tipo de poder para interferir en algo tan grande
"—¿Madre? ¿Como que madre? ¿No había dicho su Alfa que su madre había muerto cuando tenía más o menos tres años?No le dio tiempo de pensar nada más. Sintió la calidez rodeándola por completo.Aturdida al principio por el inesperado abrazo de su madre, Kary se derritió en sus brazos y se lo devolvió casi igualando su emoción. La garganta, que ya se le había hecho un nudo al ver el emotivo reencuentro entre Emerson y su familia, se le estrechó aún más. Nunca había sentido un abrazo maternal, no que ella recordara y jamás así. Raven no solo la abrazó con los brazos, sino también pegando todo su torso al de ella, como si no pudiera creer que gracias a la veterinaria, estaba de nuevo su preciado hijo en casa. Bueno, más o menos sí era de esa manera.A diferencia de Lark, Raven no frotó su cara contra la de ella -lo que habría sido algo incómodo-, sino que se limitó a pegar la parte de arriba de su frente con la sien de Kary, marcándola con el olor maternal a lycan. A duras penas se separ
—¿Te has apareado ya con mi Lark? Veo que tu cuerpo humano es muy pequeño. Si mi hijo comparte los genes de la familia, me temo que tú no estarás a la altura y te castigará demasiado—comentó Raven, con aire compasivo.Ahí mismo, la científica quería que el suelo se abriera bajo sus pies y la tragara entera para luego escupirla en china, mientras Osmar y Osiris también la miraban con esa misma expresión compasiva.—Sí, madre mía. Mi Kary y yo somos perfectamente compatibles. De hecho te sorprenderías la capacidad de los humanos. Son bastante adaptables y flexibles—respondió el alfa, con naturalidad.—¡LARK EMERSON!—exclamó, mirándolo incrédula y totalmente avergonzada.El susodicho le devolvió la mirada con la expresión más inocente que pudo poner en una situación así.—¿Qué? Es una preocupación muy válida. Sólo les estoy asegurando tu bienestar.Antes de que a la mujer se le ocurriera una respuesta políticamente correcta, Osmar intervino.—En efecto, es tranquilizador—anunció el herma