Era posible que Hannah se escapara si realmente tenía tanto dinero en sus manos. Después de todo, ella y Elaine y eran dos gotas de agua. Eran codiciosas y amaban el dinero más que nada.

‘Madre tiene razón’, pensó Christopher. ‘Ahora que yo, nuestros hijos e incluso mi madre nos hemos convertido en una carga, es posible que haya decidido huir con el dinero!’.

Una capa de resentimiento y tristeza emergió en el rostro de Christopher. Dijo con voz grave: "Déjame llamar a Elaine y preguntarle".

Tomó su teléfono y llamó a Elaine.

Su llamada fue contestada casi inmediatamente.

"Hola, Elaine, soy tu cuñado, Christopher...".

¡Elaine apretó los dientes con desprecio cuando su voz salió del otro lado de la línea!

¡Este maldito perro viejo! ¡Debió haber estado al tanto del plan de Hannah para estafarla!

¡Tal vez él era el verdadero cerebro detrás de todo esto!

Cuando pensó en las terribles pérdidas que había sufrido hoy, ¡ella quiso maldecirlo a todo pulmón!

Sin embargo, cuando su pensa