Charlie asintió con una sonrisa. “Ve al baño ahora con tu teléfono y graba un video. Cuéntanos cómo hiciste un trato con la familia Rothschild, por qué te encarcelaron aquí y cómo la familia utilizó el poder de tu familia en México para lograr sus metas”.

“¡¿Qué?!”, espetó Gustavo de la conmoción. “¡Me matarán si lo hago!”.

Charlie sonrió de manera tranquilizadora. “Déjame terminar”.

Gustavo cerró rápidamente la boca y asintió vigorosamente.

Charlie se aclaró la garganta y continuó: “Mira. Moses casi te mata ayer. En el video, puedes pedirle ayuda a tu hijo. Dile que casi mueres en prisión y que alguien lo incriminó por el intento de asesinato, pero no le creíste en absoluto”.

“Luego, diles lo que piensas sobre esto. Dices que sientes que la familia Rothschild quiere matarte porque ya no eres útil y conoces demasiado acerca de sus oscuros secretos. No solo quieren matarte, sino que también están tratando de incriminar a tu hijo”.

“Debes denunciar a la familia Rothschild por sus a