En estos últimos días, Harrison había hecho todo lo posible para manejar la crisis de manera impecable. Gracias a su grupo de expertos y solo al sacar a Malcolm como chivo expiatorio de la familia, apenas logró evitar mancharse a sí mismo.

Justo cuando se sintió aliviado por su suerte, Gustavo había salido de la nada y lo había arrastrado al infierno, asestando un golpe fatal a Harrison.

En un instante, la condena a Harrison inundó varias plataformas de redes sociales.

Estaba más allá de la imaginación de los miembros de la familia Rothschild que Gustavo saliera a denunciarlos, y entraron en pánico.

Iba contra todas las reglas hacer un trato con los narcotraficantes, darles privilegios de prisión y recibir beneficios en México a través de los narcotraficantes.

Habría sido bastante aceptable si esto hubiera sucedido en el siglo XIX durante la Guerra del Opio. Después de todo, todos eran narcotraficantes, incluyendo la nobleza y las familias reales. Para la familia Rothschild no era