¡A estas alturas, Juárez ya estaba muerto de miedo!

Hacía tiempo que había oído hablar del gran nombre de Diez Mil Ejércitos.

Incluso si el sindicato criminal más poderoso de México se presentara, sería imposible para ellos ser el oponente de Diez Mil Ejércitos, porque todos los miembros de Diez Mil Ejércitos eran soldados de élite bien entrenados, y entre ellos también había muchos expertos en artes marciales.

Hubo un tiempo en que todos los jefes de los principales sindicatos criminales de México habían puesto a Diez Mil Ejércitos como modelo a seguir.

No había ni uno solo de ellos que no deseara tener un equipo de mercenarios tan poderoso como el de Diez Mil Ejércitos.

Sin embargo, también sabían muy bien que su propia fuerza estaba muy por detrás de la de Diez Mil Ejércitos, y era simplemente imposible para ellos igualar la fuerza de Diez Mil Ejércitos.

Como resultado, los jefes de muchos grandes sindicatos incluso habían ofrecido precios extremadamente generosos y adoptado