Charlie asintió satisfecho y dijo: “En ese caso, puedes seguirme de regreso”.

Carvalho se apresuró a aceptar, y cuando levantó la cabeza, de repente jadeó y exclamó en voz alta.

“¡¿Eh?! ¿Podría ser que Falco Xanthos haya dejado una sarira atrás después de ser alcanzado por un rayo?”.

Cuando Charlie escuchó esto, inconscientemente miró hacia el lugar donde Falco había sido reducido a cenizas por un rayo, y efectivamente, vio un objeto que era aproximadamente del tamaño de un huevo de pato que era de color marrón grisáceo en el suelo.

Él no pudo evitar fruncir el ceño mientras decía: “¿Cómo puede una sarira ser tan grande? Creo que podría ser un cálculo renal, ¿verdad?”.

“No creo que eso sea correcto...”, dijo Carvalho mientras se acercaba inconscientemente y recogía el objeto marrón grisáceo.

Carvalho lo examinó cuidadosamente por un momento, y no pudo evitar exclamar: “¡Oh, Dios mío! Esto... ¡esto es en realidad ámbar gris!”.

“¿Ámbar gris?”. Charlie frunció el ceño. Acababa de