El viento frío que entraba en su cráneo hizo que Falco se estremeciera violentamente.

¡Inmediatamente después de eso, él sintió un dolor que era diez mil veces más doloroso que el desmembramiento!

Esto se debía a que la toxina liberada por el gusano parásito nativo era tan aterradora que hizo que sus nervios de dolor fueran cien veces más agudos de lo que era antes.

Sin mencionar el hecho de que el gusano parásito nativo estaba haciendo un gran agujero en la parte superior de su cabeza, pero incluso si alguien simplemente lo pinchara con una aguja de bordar, sería básicamente equivalente a un millón de flechas perforando directamente en el corazón de Falco en este momento.

El dolor extremo y severo hizo que Falco se desmayara por un momento, pero luego él fue estimulado hasta el punto de estar completamente despierto nuevamente después de un corto momento. Él estaba en dolor inmenso.

Para entonces, el gusano parásito nativo ya había abierto su oscura boca mientras cavaba en el ce