Charlie guardó el ámbar gris de forma segura, y también pensaba que Carvalho parecía ser un poco más agradable a sus ojos ahora en comparación con antes.

Después de eso, él dijo: “Tanto tú como Mason se quedarán en Shangri-La a partir de esta noche. Conseguiré que alguien les prepare una habitación, y les proporcionaré tres suntuosas comidas diarias, así como todas las demás necesidades diarias. Sin embargo, el único precio que tendrás que pagar es que no puedes tener ningún contacto con el mundo exterior por el momento, y a los dos no se les permite salir de Shangri-La sin permiso”.

Charlie entonces añadió: “Esta es la mejor solución que puedo ofrecerte. Confía en mí, Shangri-La es mucho más cómodo en comparación con la granja canina”.

Carvalho nunca se atrevería a sentirse insatisfecho, y solo podía inclinarse honestamente mientras decía: “Seguiré todas las instrucciones del Joven Amo Wade...”.

Charlie asintió antes de llamar a Isaac. Diez minutos después, Isaac se apresuró a ven