¡Él había gastado dos millones de dólares para comprar ese coche y no había pasado ni un mes desde que lo compró!

¡Lo que era aún peor es que fue tan estúpido como para entregar directamente el coche accidentado a ese joven!

Inicialmente estaba pensando en hacer que el joven lo compensara dándole un coche nuevo. Sin embargo, realmente no esperaba que ese joven muriera.

Ahora, no solo no tenía un coche nuevo, ¡sino que ni siquiera sabía dónde estaba su Phaeton accidentado!

Mientras pensaba en esto, Jayden apretó los dientes y pensaba para sí mismo: 'En cualquier caso, ¡tengo que encontrar mi Phaeton chocado lo antes posible! De lo contrario, ¡realmente sufriré una gran pérdida!’.

Afortunadamente, le había pedido a su subordinado que amenazara al chico antes de esto. Por lo que sabía dónde vivía el joven.

Por lo tanto, no se atrevía a retrasar nada más. Inmediatamente le dijo a Albert: “Don Albert, debo salir y ocuparme de un asunto primero. Volveré cuando haya terminado”.

Albert