Capítulo IV

Apenas pudo levantar la cabeza y abrir bien los ojos se dio cuenta de que los médicos corrían a atender a una mujer muy parecida a su ahora esposa, que estaba ensangrentada y tenía varios golpes en su cuerpo, se quedó perplejo por unos instantes y después se apresuró para llegar hasta donde estaban los doctores.

-¡Denle Oxígeno! ¡Revisen sus signos vitales he inyecte antibiótico y controlen la hemorragia! -dijo un médico alterado.

-Disculpe, doctor ¿Que le sucedió a esa mujer? -pregunto algo nervioso sin querer creer que ella podría ser Yuliana.

-Por favor no pregunte eso en este momento, estamos intentando salvarla -dijo un enfermero entre susurros.

John le hizo caso y dejo de preguntar, retrocedió para darle paso al personal a que hiciera su trabajo y se fue a una orilla a pedir a Dios que no fuera quien estaba pensando, pero que de igual forma no le pasará nada a esa pobre mujer. Este estaba tan concentrado en su oración que no se dio cuenta de la persona que tenía a un lado hasta que la misma le dio un pequeño golpe en el brazo.

-Joven, ¿Podemos hablar un momento?

El miro hacia el pasillo por el cual llevaban a aquella mujer antes de salir al jardín nuevamente.

-¿Es usted familiar de esa pobre mujer? Pregunto el doctor, el cual traía consigo un par de papeles.

-Si, bueno no, lo que pasa es que me impacto su aspecto y el parecido que tienen con una conocida, pero realmente no sé quién es -dijo el aún nervioso.

A comprendo, entonces debido a eso fue que pregunto ¿Que le había pasado?

-Si así es y entonces ¿Usted sabe lo que le sucedió?

-La persona que la trajo dijo que así la había encontrado en una bodega abandonada, al parecer la torturaron hasta que se cansaron o se aburrieron -contesto el doctor.

-Disculpe y saben ¿Cómo se llama? -pregunto sin pensarlo.

-No y eso es muy malo, porque ella realmente se encuentra muy mal.

-Lamento mucho escuchar eso, ¿Habrá algo en lo que yo pudiera ayudar?

-No joven, es que realmente si no es algún familiar, no puede ayudar en mucho, pero gracias por preguntar, lo dejo porque tengo que ver a la paciente, conpermiso.

Al irse el doctor, John se fue a la habitación de su madre, le dio los buenos días y le dijo que había pasado la noche velando su sueño y que le daba gracias a Dios por verla ya mejor y esperaba que pronto la dieran de alta a lo que su mamá solo le sonrió y agradeció que la acompañará.

John se estaba despidiendo de su madre, cuando entro su doctora.

-Hola buen día ¿Cómo amaneció hoy? -dijo la doctora con una gran sonrisa a lo que su madre y John contestaron que bien y ella solo contesto que bueno.

-¿Usted es familiar directo de mi paciente? -pregunta la doctora a John.

-Si, soy su hijo -responde preocupado.

-Bueno le comento que necesita comenzar a pagar parte de la factura de su madre, ya que ella se está recuperando bien y muy probablemente pronto la demos de alta, pero es necesario que lo que debe se cubra o no podrá ser así.

¿Disculpe y cuánto es? -John le pregunta y su madre lo mira preocupada, acción que nota la doctora y le pide que salgan un momento.

-Le pedí que saliera porque veo que a su madre le abruma el tema y no quisiera que recayera por eso, le pido que, si desea que salga pronto de aquí, la mantenga tranquila y respecto a la cuenta es un total de doce mil dólares.

-Si, comprendo doctora -dijo John bajando la cabeza apenado.

Por ahora casi no tenemos presupuesto, ese dinero no está a mi alcance ahora -pensó solo para él.

Al terminar la doctora de decirle, cómo John ya se había despedido de su madre, decidió marcharse.

Y ahora ¿De dónde voy a sacar el dinero? Quizás Roy me preste para pagar casi la mitad, pero y el resto, ya no tengo nada lo que tenía lo vendí para sostener lo que queda del negocio familiar y lo de mi famosa herencia tiene que verse hasta después de seis meses de matrimonio, yo no puedo tener aquí seis meses a mi mamá, eso sería nuestra ruina total -John no puede permitir eso.

-¡Dios ayúdame! -grito John -me va a dar algo si no encuentro como solucionar esto ¿Qué hago?

-¡Señor John! -dijo una vos de mujer suave.

John alzó su vista hacia donde se escuchaba la voz y encontró a una mujer elegante a quien miro varias veces.

¿Quién es? No la conozco -se dijo para si mismo.

John volteo a todo su alrededor para ver si había alguien más que se pudiera llamar así, pero solo estaba el presente, y eso hizo que volviera a mirar a la persona.

-Disculpe, ¿Me habla a mí? -pregunto el, en tono sorprendido.

Que le sucederá a la señorita Escalante se estará volviendo loca, no logro comprender porque quiere casarse con alguien como el -pensó Sonia Cuevas.

Él estaba vestido como un hombre común, con ropa muy poco formal, estaba despeinado, y con una cara de pocos amigos, John ahora no estaba presentable para nadie si no todo lo contrario.

Sonia lo miro y le regaló una media sonrisa.

-Si, así es, ¿Cree que podamos hablar un momento?

-Él no quería, pero pese a eso, asintió.

******

Pese a que Sonia, estaba siendo muy educada y formal, John no se sentía apto para tratar con ella. Y es que ahora el no confiaba en nadie y mucho menos en desconocidos, después de haber pasado por varias situaciones demasiado complicadas no tenía ánimos para nada más.

-¿Cuál es su interés hacia mí? -pregunto secamente.

-John ¿Disculpa te puedo tutear? -el asintió sin importancia.

-Bueno John al parecer tienes algunos problemas económicos justo ahora ¿O me equivoco? Tu madre afortunadamente se está recuperando, pero para cuando la vayan a dar de alta tienes que cubrir todos sus gastos y además al parecer algo salió mal con tu reciente boda y ahora ni siquiera tienes en dónde quedarte ¿O me equivoco?

-No hace falta que me recuerde mi situación y ¿Usted quién es para saber eso? ¿Por qué me a investigado? ¿Acaso quiere solo burlarse? -John la miro fijamente.

-No, claro que no, de hecho me gustaría poder ayudarte, John -dijo Sonia muy tranquilamente -¿Crees que se pueda? -si te comprometes y te casas con mi Jefa en un par de meses, todos los problemas que ahora tienes dejarán de existir.

Al escuchar lo que ella tan segura decía, él la miro sorprendido y asombrado.

Pero si sabe que recién estoy casado, ¿Porque querrá que me case con ella? -John se sentía confundido por eso.

-¿Su jefa está enferma de algo? -pregunto John.

-Claro que no, ella está perfectamente bien.

-¿Entonces quizás sea ciega o algo así?

-No, para nada, nada de eso señor. Mi jefa es alguien demasiado inteligente, y no tiene ningún tipo de problema o situación que usted pudiera pensar respondió Sonia segura.

Y este hombre que ¿Porque pregunta tantas cosas? -se cuestionó para si Sonia.

Ella pensó que el aceptaría de inmediato aun estando casado con la otra mujer, ya que él ahora estaba pasando por una situación demasiado crítica y no tendría ningún motivo para repeler o negarse.

¡Qué hombre tan más común, corriente y grosero! ¡No puedo imaginar a la señorita Escalante a su lado! -se decía Sonia.

-Es que no puedo creer que una mujer sana y cuerda en todos sus sentidos, sin ninguna clase de problemas o situaciones, quiera casarse conmigo aun sabiendo que hace unos días me acabo de casar con otra mujer, que me proponga esto aun sabiendo en la situación en la que me encuentro. ¿Cuál es el valor que tengo yo para ella? No olvídelo, dígale a su jefa que por el momento no pienso en volver a casarme porque aún ni siquiera me he divorciado.

-John decidió regresar a la habitación de su madre sin saber por qué. Pero Sonia no se había marchado, al contrario, se quedó ahí, porque tenía que cumplir con la orden que le había dado su jefa de parte de la Señorita Escalante aquíen le estaba haciendo ese trabajo por ahora y quién era su jefa debido a eso, aunque fuera solo por un día, ella tenía que conseguir lo que le pidieron al precio que fuera.

Claro, no hay nada que el dinero no pueda solucionar -piensa Sonia.

Cuando John entro a la habitación de su madre la encontró acompañada de una enfermera, quien le estaba tomando sus signos y dando su medicamento, apenas lo vio la enfermera lo saludo, ya que él ya la conoce y le respondió el saludo.

-Joven John me asusto al abrir la puerta, la doctora me dijo que ya había pasado a visitar a su madre, así que no esperaba que regresará hoy de nuevo y menos pronto, o ¿Es que acaso regreso para saldar su factura? Recuerde que debe hacerlo para que en cuanto den de alta a su madre ella pueda salir de aquí sin problemas.

-Si, eso ya lo sé -contesto John en prácticamente un susurro.

Él se acercó a su madre y tomo de su mano, mirándola fijamente y quedándose ahí afligido por todas las situaciones que ahora lo rodeaban o más bien problemas. Su madre dormía tan tranquila que él lo menos que quería era darle un disgusto o preocupacion más y que se volviera a poner mal, ya había perdido a su padre y no pensaba perder a su madre no ahora al menos.

-Disculpe Joven debo decirle que la doctora de su madre informo que, si usted no pagaba la factura o al menos una parte de la misma, su madre iba dejar de recibir sus medicamentos y creo que eso sería algo malo para ella ya que necesita completar su tratamiento para que esté completamente recuperada.

John quería llorar de la frustración que sentía en ese momento, y debido a eso prefirió solo bajar la cabeza.

¿Qué debo hacer para que ella se recupere por completo y poderla sacar de aquí? Si le dejan de administrar su medicamento la enfermera tiene razón ella volverá a ponerse mal. Yo no quiero que le pase nada a mi madre.

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