Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAxel sacó los trastes de la cena, para ponerlos en un carrito y dejar todo fuera de la habitación, después destapó una botella de vino y sirvió en dos copas lo que me dio mucha risa, si justamente las ocasiones que nos habíamos enojado, el desacuerdo era por eso mismo por el alcohol y ahora el me daba de tomar, ironías de la vida.–Amaia, mi amor – Me dijo al oído – Te amo preciosa, tomemos un poco de vino, pero solo un poco.–Sí, mi amor, por un poco no pasará nada y nuevamente discúlpame por lo de anoche, yo no quise arruinar, nada que tuvieras preparado para mí.–El tonto he sido yo, que nuevamente me puse mal contigo. Te inyectaré más tarde preciosa, no quiero que te vuelvas a poner mal. La güera trajo aquí, todas tus cosas y las mías de la suite.–Gracias, mi amor, por pensar siempre en todo.–Pienso siempre en ti, Amaia.Axel y yo, tomamos del vino y después él me quitó la copa y dejó la suya, para acercarme a él y besarme
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAmaia y yo quedamos rendidos después de esa apasionada y encantadora noche, tanto que, por un momento, me estaba olvidando de inyectarla, pero afortunadamente no se me olvidó y la alcancé a inyectar mientras ella estaba dormida, lo que fue mejor pues así ni se percató cuando lo hice ya que ella se quedaba profundamente dormida, que no había nada que la pudiera despertar.Me quedé observándola dormir, se veía preciosa y era lo que más amaba contemplarla así, descansando tranquila, después de hacerla mi mujer. Me acosté con ella de nuevo y la acomodé en mi pecho como todas las noches que compartía con ella. Así con la calma que me daba el tenerla en mis brazos, me quedé dormido con ella.Desperté y lo primero que hice, fue tratar de despertarla, porque esa era una tarea muy difícil todas las mañanas.–Amaia, cariño despierta por favor – Le susurré al oído a mi mujer – Ya es de día, preciosa.La moví con mucho cuidado, pero ella entre má
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoEra lo que había pensado anteriormente, ella iría cómoda en mis piernas y que se fuera durmiendo, todo el camino, pero ella era la que tenía que tomar esa decisión, de que nos fuéramos o que nos quedarnos el día de hoy.–Gracias güera, será todo como mi preciosa mujer quiera y necesite – Le aseguré a mi amiga. – Si se quiere quedar, nos quedamos.Miré a Amaia, con mucho amor, si ella decía que nos quedáramos, nos quedábamos, yo no la forzaría, si tenía demasiado dolor como para moverse y aguantar todo el trayecto, hasta llegar a, León.–Mi amor, está bien le haremos así como dice la güera – Dijo Amaia – Tengo mucho sueñito.No podía mantener sus ojos abiertos y yo le permití que se durmiera mientras tanto, nosotros iríamos terminando lo que faltaba. Entre más rápido saliéramos, mucho mejor.–Duerme preciosa, no sentirás ni cuando vayamos en camino.La güera salió de la suite y después de un rato volvió con Luis Miguel, ellos nos ayuda
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoEse fin de semana fue por demás mágico e inolvidable. Estuvimos felices compartiendo mi Axel, la güera y yo todo el viernes, sábado y domingo. Ese día, el domingo en la tarde, Axel se había quedado dormido después de bañarse y yo, salí a la sala a platicar con la güera.–Hola güerita ¿Qué ves en la televisión? –Pregunté – Axel, se ha quedado dormido, creo que, le ha caído de peso el baño.–Hola Amaia, estaba buscando que ver, pero ya que estamos solas mejor platicamos un rato – Ella apagó la televisión – Espero que, ya te sientas mejor ¿Te sigue bajando mucho?–Sí, gracias güera, me siento ya mejor, aunque me sigue un poco el cólico y ya me está bajando un poco menos. Muchas gracias por preguntar y por todo lo que hiciste por mí.–No me agradezcas, Axel es como un hermano para mí. Es mi mejor amigo y ahora también tú, eres mi amiga y quiero que estés bien ¿Ya te ha inyectado hoy?–No, todavía no, pero aún falta tiempo para la inyección.
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoPero es que él es el amor de mi vida, yo nunca había amado a nadie y nunca había sentido que alguien me amara como él, lo hacía, nunca nadie me había dado lo que él, me daba, con tan solo estar a mi lado. Ya no quería respirar si no lo tenía conmigo. Era un dolor tan desgarrador que me estaba consumiendo por dentro.–Axel, por favor no me digas eso. Tú lo dices, así como sin nada, porque como me dijiste tú no crees en la fidelidad y tampoco creo que creas en el amor. Pero yo, siento haber perdido todo, mis ganas de vivir, mis ganas de estudiar, siento que todos mis días son iguales y que por más que tome, este dolor, no se anestesia con nada, no sé va, siento que la herida cada día es más profunda. Lo extraño, lo necesito, lo sigo amando.Axel no pudo quedarse lejos de mí después de verme llorar de esa manera, estaba rota por dentro y por fuera, se acercó a mí y me abrazó con ternura. Me perdí en sus brazos y lloré más de lo que había ll
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoAl poco tiempo de volver del viaje a Puerto Vallarta, llegó el día 27 de diciembre cuando Amaia y yo, cumplíamos un mes de novios. Yo le tenía planeada una maravillosa sorpresa, para la que me había ayudado la güera y mis hermanas Elisa y Lore, ellas estaban encantadas con mi linda novia, pues con Cecilia, nunca habían congeniado.Estaba contento y relajado, ese día ni Cecilia ni nadie, me iba a hacer sombra, de Cecilia no había sabido nada desde que volvimos de Puerto Vallarta, no me había llamado, no mensajes ni ningún tipo de contacto. Estaba tan enamorado de Amaia, que ese día la quería consentir como nunca, era el primer mes de muchos que, esperaba que vinieran después. Me quedaba como un tonto pensando en ella, hasta que Elisa me dio un golpe con un periódico en la cabeza.–Axel, te estoy hablando, hermanito – Se reía de mí – Te estaba diciendo que, entonces el plan es que, tú fingirás haber olvidado el cumplemés con Amaia, para sorpren
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, México–No pasa nada – Ella estaba sensible, noté que contenía el llanto – Te amo, Axel y en serio, todo bien. Puedo preguntar ¿Por qué estamos en el aeropuerto?–Sí cariño, sucede que, tengo un cliente en Guadalajara y quiero que me acompañes – Mentí – Pues, lo tengo que ver desde hoy en la noche para cenar, sábado y domingo. Si no venías conmigo, no nos íbamos a ver todo el fin de semana.–Entiendo, pero no era mi plan celebrar el cumplemes con un cliente tuyo – Dijo decaída – Pero, no pasa nada, mientras estemos juntos.La abracé y al separarme de ella, la vi que estaba llorando. La besé muchas veces hasta que sequé sus lágrimas totalmente con mis besos. Ella parecía haberse relajado, pero, me sentía mal de igual manera. Pero sí le decía la verdad, se arruinaría la sorpresa. Pasamos a abordar y nos subimos al avión. Amaia iba muy asustada y yo, quería consentirla y hacer que se calmara.–Axel, no me gusta irme con toda la gente – Dijo al subirnos
Amaia Domínguez GarcíaGuadalajara, Jalisco, MéxicoTodo el vuelo de León a Guadalajara, me la pasé llorando. Me sentía fatal, triste y enojada con Axel, de nuevo estaba siendo cruel, de nuevo me trataba así y yo creía no merecerlo. Me dolía demasiado esa situación, pues yo a él sobra decir lo mucho, que lo amo. Axel, me tomó de la mano para bajar del avión con toda la gente a bordo y después recogimos su maleta y él intentó tomarme de la mano para salir del aeropuerto y subir a una lujosa limusina que nos esperaba.–Vamos cariño – Me cedió el paso – Ya han llegado por nosotros.–Axel, no quiero salir de aquí – Me senté en unas sillas de aeropuerto – No quiero ir a ningún lado contigo, no quiero estar aquí en Guadalajara, quiero regresarme a León.Él se quedó de pie mirándome con esa mirada de tirano que tanto me intimidaba y me dominaba. No me decía nada y eso me dolía más, que mientras yo, estaba rota en llanto a él, parecía no importarle como todas las veces que, se portaba frío co