Amaia Domínguez GarcíaGuadalajara, Jalisco, México– ¿Ahhh, sí? No me digas, Amaia – Axel se reía de mí – Dime, solo por saber ¿Qué le vas a decir a Mauricio?, no creo que le digas lo que está pasando entre nosotros porque quedarás mal tú, cosita bella.–Le diré todo y no le tengo miedo y si bien que me conoces, no sé porque lo dudas, sabes de lo que soy capaz – Me volví a soltar de él pegándole en las manos – No me vas a hacer como a ti se te dé la gana, por eso tienes problemas con tu esposa, por eso no te aguantas ni solo, eres un tipo calculador, frío y culero.–Y tú eres, una insolente, rebelde, berrinchuda, clasista y grosera. Me tienes harto y me he propuesto que, mientras seas mi mujer, te callas, te educas y te comportas ¿Tienes alguna duda? – Me habló peor que nunca en mi vida – No quiero que vuelvas a hablar, mientras llegamos con mi cliente ¿Te ha quedado claro? Cierras la boca y así te quiero, calladita.–No y no, no me quedaré callada mientras me maltratas – Chillé hist
Axel Vega LazcanoMazamitla, Jalisco, MéxicoEn cuanto llegamos a nuestro destino, me baje de inmediato de la limusina, esperaba que las cosas se calmaran entre Amaia y yo, por eso le estaba dando su espacio, para que se tranquilizara, ella no sabía de la sorpresa que le había preparado y por eso estaba de ese genio, pues estaba pensando que se me olvidó la fecha.Empecé a ayudar al chofer a bajar las maletas, eso también me ayudaría a estar más calmado, así que empezamos a llevar las maletas hacía la cabaña, que había rentado, para pasar un fin de semana de ensueño, con la arrisca de Amaia. Escuché que ella había abierto la puerta y pensé que le había ganado la curiosidad de ver dónde estábamos.Volteé para ver si venía detrás de nosotros, pero me llevé una sorpresa a ver sus zapatillas tiradas a un lado de la limusina y nada de ella, no la veía por ningún lado, dejé la maletas donde estaban y corrí para ver si la podía ver todavía, pero ya no se veía por ningún lado y solo podía ver
Axel Vega LazcanoMazamitla, Jalisco, MéxicoMe estaba desesperando cada minuto que pasaba y eso se me notaba, tanto así que Lore, se acercó para hablar conmigo.–No debemos perder la esperanza hermano, ya verás que como dijo la güera, la vamos a encontrar en perfecto estado y la llevaremos a la cabaña.–Cuéntanos que fue lo que pasó, Axel, para que ella se pusiera así, debiste hostigarla.La güera, me estaba pidiendo una explicación, pues yo solamente les había dicho que veníamos discutiendo, no la razón de dicha discusión, por lo que les dije a las dos lo que en realidad había pasado, desde que la fui a buscar, cuando nos subimos al avión, hasta que llegamos.–Esa no era una simple discusión, como nos habías dicho, Axel, con razón se fue despavorida.La güera, me miraba y solo hacia una señal negativa con la cabeza, esta no me la dejaría pasar tan fácilmente, la que se venía iba a ser buena, así que esperé.–A ver, Axel, si ya sabes cómo es ella, porque tuviste que decirle todo eso
Amaia Domínguez GarcíaMazamitla, Jalisco, MéxicoEn cuanto me bajé de la limusina, aproveché una distracción de Axel, apenas llegamos a ese lugar al que me llevó en contra de mi voluntad, y tenía que escapar de él. Sin pensarlo, me quité los tacones, los tiré al suelo y corrí descalza sin saber ni a dónde ir, lo importante era salir de ahí y de su alcanceTenía que escapar de él primeramente y después al encontrarme lejos, poder buscar un lugar en el que mi teléfono pudiera agarrar señal para llamar a Carmen, o a mis amigos Julio y Javier o a quién fuera que pudiera ayudarme, estaba desesperada.–Corre más rápido Amaia – Me dije a mí misma – Corre que, te pueden atrapar y entonces sí, será el fin de tu existencia.Corrí lo más lejos que pude, aunque no sabía realmente si podía avanzar en medio de ese denso bosque o si no podría avanzar. Se veía todo igual por cualquier ángulo que lo viera, eran cabezas de árboles, eran cientos y miles de ellos. Al observar con más detenimiento encend
Amaia Domínguez GarcíaMazamitla, Jalisco, México–Es una larga historia – Dije desconsolada – Por favor, no me pregunte más. Muchas gracias en serio por ayudarme, ya que sea bien de mañana pienso llamar para que vengan por mí.–Entiendo, sea lo que sea que le esté pasando puede contar con su marido y conmigo – Me dijo la señora amablemente – Nosotros, creemos que, si una persona necesita de nosotros, lo ayudaremos con todo gusto.–Gracias en serio, me llamo Amaia – Dije temblando de frío – Me muero de frío.–Mucho gusto Amaia, yo soy Sonia – Me dijo la señora – Ya que has comido algo, te pediré que me acompañes a mi cabaña, para que te pongas ropa limpia y seca y no te vaya a pegar una enfermedad del frío y la mojada que has cogido esta noche.Esa llovizna fue la que vino a empeorar la situación por lo menos que no me hubiera caído encima, estuviera mucho mejor.–Muchas gracias Sonia, pero estoy muy nerviosa por todo lo que me ha pasado y ahora mismo tengo mucho miedo – Seguí llorand
Axel Vega LazcanoMazamitla, Jalisco, MéxicoEl doctor me dio permiso de estar presente en la revisión de mi mujer, porque era el momento y ella no había pronunciado una sola palabra. Amaia, se encontraba en shock, porque su mirada estaba como ida y no decía absolutamente nada, me preocupaba que no reaccionara, ni siquiera cuando mi hermana le habló.–Usted, me podría ayudar en lo que le hago la revisión, necesito saber algunas cosas de la paciente.El doctor, habia empezado a examinar a Amaia, pero al ver que esta no decía nada, se dirigió a mí, lo bueno había sido que había podido permanecer en la consulta, revisó sus piernas y los pies, que traía bastante lastimados, no dejaría de recriminarme mi actitud, demasiado desconsiderada con ella, fui demasiado insensible y las chicas tenían razón, me estaba volviendo cada día más un tirano.–Claro que sí, doctor, me puede preguntar lo que guste, mi nombre es Axel Vega y soy el novio de Amaia.Me presenté ante el doctor. Estaba dispuesto a
Axel Vega LazcanoMazamitla, Jalisco, MéxicoLas chicas no daban crédito al estado de letargo en el que Amaia se había sumido, yo creía que se sentiría más comunicativa cuando viera de nuevo a las chicas, pero veía que no.– ¿Cómo se encuentra, Axel? – Me preguntó la güera, mirándome a los ojos.Yo no supe que contestarle, porque no sabía cómo se sentía ella, solo lo que me había dicho el doctor, con respecto a su estado de salud, pero eso no tenía nada que ver con su estado anímico, Amaia seguía con la cabeza hacia abajo, me rompía el corazón, mirar todo lo que había ocasionado por mi falta de delicadeza, al tratarla de esa manera, no tenía perdón.– ¿Por qué está así? – Fue la pregunta de Lore.Amaia seguía en su mutismo y me dolía el corazón verla así, estúpidamente había creído que ella iba a aceptar estar conmigo en las condiciones que yo quisiera, fui un tonto presumido, llegando a pensar que la podía hacer como quisiera.–No ha querido decir nada, no sé ni que hacer chicas – Di
Amaia Domínguez GarcíaMazamitla, Jalisco, MéxicoMe sentía feliz después de haber hecho el amor, varias veces con el hombre que amo, pero también me sentía estúpida, por haberme precipitado a actuar como lo hice, por escapar estúpidamente y por pensar que él, había olvidado que cumplíamos nuestro primer mes, estando así relajada en sus brazos y pensando todo eso, quería disculparme con él por todo una vez que, él se despertara.–Amaia, cariño ¿Estás despierta, preciosa? – Axel me hablaba y yo que pensaba, que el que estaba dormido era él.–Sí mi rey, estoy despierta.–Duerme otro poco, preciosa, estás cansadita, desvelada y lastimada por lo que pasaste anoche en el bosque – Se le quebró la voz – Perdóname Amaia, perdóname por favor cariño, no quiero que nunca te vuelva a pasar nada malo, por mi culpa, no sabes todo lo que pasé, pensando que te pudo pasar algo malo.–Perdóname tú a mí, Axel, yo no debí portarme así. Es que fueron muchas cosas – Sollocé – Pero ya amor, no importa mi re