Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoLlegué a la clausura del curso y ahí me encontré con Bin Laden, quién estaba platicando con otros de los asistentes del curso, pero al verme llegar, se acercó directamente a mí, para saludarme.–Hola Axel, te ves más relajado ahora que ya no está aquí Cecilia, me topé con Celia cuando se llevó sus cosas – Bin Laden era un chismoso – Supongo que, tendrás una nochecita de puro amor.–Hola colega. Pues sí, has acertado – Respondí encantado – La he invitado a que venga esta noche al evento conmigo.–Muy bien, me parece excelente Axel. Pero tengan mucho cuidado y si quieres un consejo, mejor no se queden esta noche en el hotel.Yo sabía porque lo decía, pues su amante era igual de chismosa que él, fue la que le dijo a Ale, que había salido de la suite de la güera y las cosas se me podían complicar si se empezaba a regar el chisme.–Te agradezco amigo, pero ya tengo todo bajo control. Vamos por una copa, en lo que llegan las mujeres.–Mi am
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoCaminé a la mesa para sentarme y me serví un trago, trataba de no voltear a la pista. Amaia estaba lo que seguía de borracha e Ivanna estaba igual, pero yo era el tonto que las invité y ahora ¿Cómo le haría para llevármelas del evento? Tenía que pensar en algo, si seguía viendo a Amaia hacer esas visiones con Luis Miguel, no me iba a poder controlar y esto se iba a descontrolar.Afortunadamente después de un rato, ellas volvieron a la mesa, bastante desmejoradas, estaban que se caían de lo borrachas que estaban, mi coraje iba en aumento.–Güera, ya no van a tomar más – Le dije a mi amiga – Eres una inconsciente, Amaia está enferma y repites lo mismo de la otra vez.–Yo tomo porque quiero Axel – Dijo Amaia retándome – No le reclames a la güera y, además, esta noche me pienso hundir en el vino. Salud güerita.–Salud Amaia.Ambas me ignoraron por completo y eso me llenó de mucho coraje. No dije ya nada, porque Mauricio y Ale, volvieron a
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDesperté y no sé ni que hora era, sólo sé que quería ir al baño, pero por más que quise soltarme de los brazos de Axel, no pude y traté de despertarlo, pero era inútil. Me sentía muy mal, tenía el estómago revuelto y el dolor de cabeza era espantoso, veía luces y me dolía medio lado de la cabeza como si se me fuera a reventar.Axel estaba profundamente dormido y yo, no me sentí capaz ni de intentar despertarlo, pues, a decir verdad, no sabía ni que había pasado anoche o en la madrugada o ya ni sabía en realidad nada de nada. Dejé de pensar y me volví a quedar dormida.–Amaia, despierta cariño – Axel me hablaba y yo, no sabía qué hora era – Tenemos que desayunar algo y volver a nuestro hotel para irnos.Estaba totalmente desorientada, porque esta habitación donde estábamos no la recordaba como la de la suite de la güera, porque lo último que me acuerdo fue que caí en la cama y me quedé profundamente dormida y ahora despertaba en u
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoTenía tanto coraje de todo lo que me había hecho ayer en la noche, y me había dejado así como le dio su gana, porque sí, aunque yo hubiera estado en esa condición, él me puso en un estado de ansiedad, porque yo quería que me hiciera el amor y él por puro desquite, me había dejado con las ganas.–Y tú, ¿Sí me puedes quedar mal a mí? – Le grité – Contéstame, Axel. Tú si fuiste por mí a mi suite y me trajiste aquí ¿Para qué? Si no me pensabas hacer nada, ya lo he podido recordar todo. Me besaste, me fajaste, me calentaste y me tuviste como tú prisionera. Pues quise levantarme al baño, cuando desperté hace un rato y ni eso pude hacer.Me miró de arriba abajo como si me despreciara y me dolía que hiciera eso, porque en realidad yo lo amaba igualmente o más que lo que él decía que me amaba a mí. Yo jamás lo podría mirar de esa manera, porque me miró con mucha rabia y coraje.–Pobrecita de Amaia, la mujer que sufre – Me miró con furia –
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoLuego de arreglar mis diferencias con Amaia, ella se desvaneció en mis brazos, apenas si pude sostenerla. Me levanté de la cama con ella en brazos y la recosté en la cama, estaba completamente desvanecida y me asusté mucho. No quería dejarla sola, pero tenía que hacer algo, conseguir alcohol o no sé, pero, ella tenía que despertar, tenía que reaccionar.En buen problema me había metido ahora que teníamos que volver a León. Estaba enojado con la güera, pero ahora mismo ella era mi única opción, así que doblegué mi orgullo y llamé a mi mejor amiga.–Hola Axel ¿Qué quieres? – Respondió a la defensiva – Ahora ¿Me vas a decir que también yo causé que tu noche de amor fracasara?–Hola güera, escucha no tengo tiempo para que estés enojada conmigo ahora – Le aclaré – Estoy desesperado, ¿Puedes venir y traerme alcohol, por favor? Amaia se me puso mal, se ha desmayado y no la puedo hacer reaccionar.–No tengo ni porque preguntarte el motivo, si
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, México–Ningún lo siento Ale, ya me estoy cansando que me dejes en el último lugar de tu lista de prioridades y para colmo fui a buscar a Amaia a su suite y me ha dicho Luis Miguel, que se salió con tu amante – Declaró Ale – Dime Axel, ¿A qué estás jugando? Y ¿Qué pretendes con usar a mi hermanita, como tu tapadera de tu amor prohibido con la güera? Respóndeme, te lo exijo, ya.Ale me estaba sacando de mis casillas totalmente, no quería ser grosero con ella pues no dejaba de ser mi socia, mi amiga y lo que es peor la hija de Mauricio y no quería que un pleito con ella me causara a mí problemas en el despacho, pero ella, se estaba metiendo en un terreno que, sinceramente no le correspondía, ella no podía meterse en mi vida privada y parece que no entendía.Por más que le dijera y le dijera, al parecer mis palabras le valían, se iban directo al drenaje, pues yo no le iba a prometer nada, yo no sentía nada por ella y el amor no se obligaba tení
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDespués de terminar de desayunar o más bien de almorzar con Axel y con la güera. Él volvió a acostarse conmigo, nos dábamos besos y abrazos sin importarnos nada, ni siquiera que estuviera ahí la güera, que, al estarnos viendo así, se levantó de la cama y ambos vimos como se disponía a irse.–Supongo que no se piensan ir conmigo de vuelta al hotel – Nos dijo la güera – Está bien, disfruten de su día y de su noche.Yo tenía mucho sueño, pero en realidad no sabía cuales eran los planes de Axel para nosotros dos, pero estaba abierta a cualquier cosa que eligiera él.–Relájate amiga, más tarde vamos para comer juntos – Le dijo Axel – Eso, si no nos da sueño.–Descuiden mejor así, me pienso perder con Luis Miguel.–Siendo así, mañana nos vemos allá en nuestro hotel para irnos que, yo pienso disfrutar de Amaia, todo el día – Declaró Axel – Buen día güera.–Igualmente, buen día para ustedes.La güera se fue de la habitación. Axel y yo pe
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAxel sacó los trastes de la cena, para ponerlos en un carrito y dejar todo fuera de la habitación, después destapó una botella de vino y sirvió en dos copas lo que me dio mucha risa, si justamente las ocasiones que nos habíamos enojado, el desacuerdo era por eso mismo por el alcohol y ahora el me daba de tomar, ironías de la vida.–Amaia, mi amor – Me dijo al oído – Te amo preciosa, tomemos un poco de vino, pero solo un poco.–Sí, mi amor, por un poco no pasará nada y nuevamente discúlpame por lo de anoche, yo no quise arruinar, nada que tuvieras preparado para mí.–El tonto he sido yo, que nuevamente me puse mal contigo. Te inyectaré más tarde preciosa, no quiero que te vuelvas a poner mal. La güera trajo aquí, todas tus cosas y las mías de la suite.–Gracias, mi amor, por pensar siempre en todo.–Pienso siempre en ti, Amaia.Axel y yo, tomamos del vino y después él me quitó la copa y dejó la suya, para acercarme a él y besarme