Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoTenía tanto coraje de todo lo que me había hecho ayer en la noche, y me había dejado así como le dio su gana, porque sí, aunque yo hubiera estado en esa condición, él me puso en un estado de ansiedad, porque yo quería que me hiciera el amor y él por puro desquite, me había dejado con las ganas.–Y tú, ¿Sí me puedes quedar mal a mí? – Le grité – Contéstame, Axel. Tú si fuiste por mí a mi suite y me trajiste aquí ¿Para qué? Si no me pensabas hacer nada, ya lo he podido recordar todo. Me besaste, me fajaste, me calentaste y me tuviste como tú prisionera. Pues quise levantarme al baño, cuando desperté hace un rato y ni eso pude hacer.Me miró de arriba abajo como si me despreciara y me dolía que hiciera eso, porque en realidad yo lo amaba igualmente o más que lo que él decía que me amaba a mí. Yo jamás lo podría mirar de esa manera, porque me miró con mucha rabia y coraje.–Pobrecita de Amaia, la mujer que sufre – Me miró con furia –
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoLuego de arreglar mis diferencias con Amaia, ella se desvaneció en mis brazos, apenas si pude sostenerla. Me levanté de la cama con ella en brazos y la recosté en la cama, estaba completamente desvanecida y me asusté mucho. No quería dejarla sola, pero tenía que hacer algo, conseguir alcohol o no sé, pero, ella tenía que despertar, tenía que reaccionar.En buen problema me había metido ahora que teníamos que volver a León. Estaba enojado con la güera, pero ahora mismo ella era mi única opción, así que doblegué mi orgullo y llamé a mi mejor amiga.–Hola Axel ¿Qué quieres? – Respondió a la defensiva – Ahora ¿Me vas a decir que también yo causé que tu noche de amor fracasara?–Hola güera, escucha no tengo tiempo para que estés enojada conmigo ahora – Le aclaré – Estoy desesperado, ¿Puedes venir y traerme alcohol, por favor? Amaia se me puso mal, se ha desmayado y no la puedo hacer reaccionar.–No tengo ni porque preguntarte el motivo, si
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, México–Ningún lo siento Ale, ya me estoy cansando que me dejes en el último lugar de tu lista de prioridades y para colmo fui a buscar a Amaia a su suite y me ha dicho Luis Miguel, que se salió con tu amante – Declaró Ale – Dime Axel, ¿A qué estás jugando? Y ¿Qué pretendes con usar a mi hermanita, como tu tapadera de tu amor prohibido con la güera? Respóndeme, te lo exijo, ya.Ale me estaba sacando de mis casillas totalmente, no quería ser grosero con ella pues no dejaba de ser mi socia, mi amiga y lo que es peor la hija de Mauricio y no quería que un pleito con ella me causara a mí problemas en el despacho, pero ella, se estaba metiendo en un terreno que, sinceramente no le correspondía, ella no podía meterse en mi vida privada y parece que no entendía.Por más que le dijera y le dijera, al parecer mis palabras le valían, se iban directo al drenaje, pues yo no le iba a prometer nada, yo no sentía nada por ella y el amor no se obligaba tení
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDespués de terminar de desayunar o más bien de almorzar con Axel y con la güera. Él volvió a acostarse conmigo, nos dábamos besos y abrazos sin importarnos nada, ni siquiera que estuviera ahí la güera, que, al estarnos viendo así, se levantó de la cama y ambos vimos como se disponía a irse.–Supongo que no se piensan ir conmigo de vuelta al hotel – Nos dijo la güera – Está bien, disfruten de su día y de su noche.Yo tenía mucho sueño, pero en realidad no sabía cuales eran los planes de Axel para nosotros dos, pero estaba abierta a cualquier cosa que eligiera él.–Relájate amiga, más tarde vamos para comer juntos – Le dijo Axel – Eso, si no nos da sueño.–Descuiden mejor así, me pienso perder con Luis Miguel.–Siendo así, mañana nos vemos allá en nuestro hotel para irnos que, yo pienso disfrutar de Amaia, todo el día – Declaró Axel – Buen día güera.–Igualmente, buen día para ustedes.La güera se fue de la habitación. Axel y yo pe
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAxel sacó los trastes de la cena, para ponerlos en un carrito y dejar todo fuera de la habitación, después destapó una botella de vino y sirvió en dos copas lo que me dio mucha risa, si justamente las ocasiones que nos habíamos enojado, el desacuerdo era por eso mismo por el alcohol y ahora el me daba de tomar, ironías de la vida.–Amaia, mi amor – Me dijo al oído – Te amo preciosa, tomemos un poco de vino, pero solo un poco.–Sí, mi amor, por un poco no pasará nada y nuevamente discúlpame por lo de anoche, yo no quise arruinar, nada que tuvieras preparado para mí.–El tonto he sido yo, que nuevamente me puse mal contigo. Te inyectaré más tarde preciosa, no quiero que te vuelvas a poner mal. La güera trajo aquí, todas tus cosas y las mías de la suite.–Gracias, mi amor, por pensar siempre en todo.–Pienso siempre en ti, Amaia.Axel y yo, tomamos del vino y después él me quitó la copa y dejó la suya, para acercarme a él y besarme
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAmaia y yo quedamos rendidos después de esa apasionada y encantadora noche, tanto que, por un momento, me estaba olvidando de inyectarla, pero afortunadamente no se me olvidó y la alcancé a inyectar mientras ella estaba dormida, lo que fue mejor pues así ni se percató cuando lo hice ya que ella se quedaba profundamente dormida, que no había nada que la pudiera despertar.Me quedé observándola dormir, se veía preciosa y era lo que más amaba contemplarla así, descansando tranquila, después de hacerla mi mujer. Me acosté con ella de nuevo y la acomodé en mi pecho como todas las noches que compartía con ella. Así con la calma que me daba el tenerla en mis brazos, me quedé dormido con ella.Desperté y lo primero que hice, fue tratar de despertarla, porque esa era una tarea muy difícil todas las mañanas.–Amaia, cariño despierta por favor – Le susurré al oído a mi mujer – Ya es de día, preciosa.La moví con mucho cuidado, pero ella entre má
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoEra lo que había pensado anteriormente, ella iría cómoda en mis piernas y que se fuera durmiendo, todo el camino, pero ella era la que tenía que tomar esa decisión, de que nos fuéramos o que nos quedarnos el día de hoy.–Gracias güera, será todo como mi preciosa mujer quiera y necesite – Le aseguré a mi amiga. – Si se quiere quedar, nos quedamos.Miré a Amaia, con mucho amor, si ella decía que nos quedáramos, nos quedábamos, yo no la forzaría, si tenía demasiado dolor como para moverse y aguantar todo el trayecto, hasta llegar a, León.–Mi amor, está bien le haremos así como dice la güera – Dijo Amaia – Tengo mucho sueñito.No podía mantener sus ojos abiertos y yo le permití que se durmiera mientras tanto, nosotros iríamos terminando lo que faltaba. Entre más rápido saliéramos, mucho mejor.–Duerme preciosa, no sentirás ni cuando vayamos en camino.La güera salió de la suite y después de un rato volvió con Luis Miguel, ellos nos ayuda
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoEse fin de semana fue por demás mágico e inolvidable. Estuvimos felices compartiendo mi Axel, la güera y yo todo el viernes, sábado y domingo. Ese día, el domingo en la tarde, Axel se había quedado dormido después de bañarse y yo, salí a la sala a platicar con la güera.–Hola güerita ¿Qué ves en la televisión? –Pregunté – Axel, se ha quedado dormido, creo que, le ha caído de peso el baño.–Hola Amaia, estaba buscando que ver, pero ya que estamos solas mejor platicamos un rato – Ella apagó la televisión – Espero que, ya te sientas mejor ¿Te sigue bajando mucho?–Sí, gracias güera, me siento ya mejor, aunque me sigue un poco el cólico y ya me está bajando un poco menos. Muchas gracias por preguntar y por todo lo que hiciste por mí.–No me agradezcas, Axel es como un hermano para mí. Es mi mejor amigo y ahora también tú, eres mi amiga y quiero que estés bien ¿Ya te ha inyectado hoy?–No, todavía no, pero aún falta tiempo para la inyección.