Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, México–Te amo Axel, ¿Estás bien mi amor? – Le pregunté temblando en sus brazos – Dime, ¿Qué pasó con mi papá?–Toma el té, por favor preciosa – Axel me abrazaba – Necesito que estés tranquila, por eso vine a verte. Quiero pasar la noche contigo.–Yo también contigo, quiero estar contigo todo el tiempo – Le confesé – Axel, estoy enamorada de ti, te amo como nunca a nadie he amado.–Yo también, te amo de la misma forma Amaia – Axel me daba el té con la cuchara – Por eso quiero, que estés bien, que estés tranquila y feliz.–Claro que sí, mi amor, así lo estoy. Así me haces sentirme cuando estoy contigo, ¿Me dirás lo que pasó con mi papá?–Sí preciosa – Axel se arrodilló en el piso y me quitó la taza para mirarnos a los ojos – Le confesé a tu padre, que hay otra mujer, que ocupa mi corazón.Lo dicho por Axel, hizo que un sudor frío recorriera todo mi cuerpo, en fracciones de segundos. No podía creer lo que estaba escuchando, ¿Acaso Axel se
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoEra el último día del curso y esa noche sería la clausura. Al despertar y ver a mi hermosa Amaia durmiendo en mis brazos, lo que menos pasaba por mi mente era el querer moverme, el querer despertarla porque quería que ella siguiera descansando. La güera entró sin permiso a la recámara de Amaia y me llevó un café bien cargado. Ella siempre ha sido la persona que más me conoce en esta vida.–Hola amigo – Saludó la güera – Te he traído este delicioso café, algo me decía que ya estabas despierto – La güera, miró a Amaia que todavía estaba en mis brazos. – Ella estaba muy cansada.–Hola güera, te lo agradezco mucho – Le di las gracias – Me conoces mejor de lo que me conozco yo, ya sabías que yo estaba despierto, y sí Amaia, no se ha movido para nada.–Sí, no eres de levantarte tarde nunca porque eso, es perder todo el día. Pero ahora, siento que, no quieres moverte para no despertarla. Nunca pensé en toda mi vida desde que te conozco, vert
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, México–Gracias, mi amor – Me decía apenas con una vocecita – Pero me ha dado, mucho sueñito.Como todas las veces que lo hacíamos, ella se quedaba dormida por un rato, hasta que yo estaba dispuesto otra vez y la despertaba para volverla a hacer mía, pero esta vez, me iba a ser imposible, el deber me llamaba.–Duérmete mi amor – Le decía acariciando su cabello precioso – Yo no me puedo dormir ahora contigo. Pero quisiera que descanses, no puedo faltar, es el último día del curso.–Sí mi amor, lo entiendo, pero ¿Me arrullas antes de que te vayas, por favor?–Sí a lo que quieras, cariño. Te amo, Amaia.Acaricié su cabello por varios minutos y sentí como se soltó, sacando un suspiro de entre sus labios, al levantarme un poco me di cuenta que se había quedado dormida y entonces lamenté, el no pedirle que me acompañara esta noche en la clausura del curso.Pero, le dejaría dicho con la güera, ya que me había desecho de Cecilia, quisiera esta noche
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoAl medio día de ese día, yo me desperté. Axel ya no estaba a mi lado, me vestí con algo y salí de la recámara, la güera y Luis Miguel, me habían dejado un recado para que fuera a buscarlos a la playa y eso hice, pues no quería estar ahí en la suite yo sola. Llegué a la playa y era demasiada gente, no los veía por ningún lado, hasta que sentí que alguien me tomó de la mano.–Amaia, tú parece que estás sorda mujer – Se quejó la güera – Te estoy hable y hable y no contestas.No me había dado cuenta de que me estuviera llamando, por eso era que no me gustaba estar entre tanta gente, pues me aturdían demasiado.–Bueno güera, ya aquí estamos. Los estaba buscando, vi su nota en la suite que habían venido a la playa ¿Viste a mi Axel irse?Por haberme dormido me perdí la despedida de mi amor, pero la verdad era que no aguantaba el sueño, después de que nos amamos hoy temprano.–Sí, vi a tú Axel cuando se fue y está noche tenemos fiesta –
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoUn balde de agua helada cayó sobre mí al escuchar aquello, lo peor fue que eso, no pasó desapercibido ante Ale, pues estuve a punto de caerme de la silla en la que estaba sentada. Ella se puso de pie y me detuvo enseguida y por unos momentos, escuchaba su voz muy lejos, hasta que algo, me hizo regresar, al momento y al lugar.–Amaia, ¿Estás bien? No me digas que te sigues sintiendo mal ¿Sí te has estado inyectando, cierto?Lo bueno es que eso fue lo que pensó, pues no debía reaccionar yo de esa manera si ella había besado a Axel, en circunstancias normales.–Claro que sí, pero me iba a caer, no porque me sintiera mal. Me iba a caer, por bruta – Me burlé de mí misma – Pero todo bien, Ale. Entonces, me decías que lo has besado a Axel y cuando lo has hecho ¿Él te ha correspondido? No sé si me explico bien, quise decir si él siguió con el beso.Debía saber eso primero, porque si Axel, le ha devuelto el beso, estábamos en graves probl
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoLlegué a la clausura del curso y ahí me encontré con Bin Laden, quién estaba platicando con otros de los asistentes del curso, pero al verme llegar, se acercó directamente a mí, para saludarme.–Hola Axel, te ves más relajado ahora que ya no está aquí Cecilia, me topé con Celia cuando se llevó sus cosas – Bin Laden era un chismoso – Supongo que, tendrás una nochecita de puro amor.–Hola colega. Pues sí, has acertado – Respondí encantado – La he invitado a que venga esta noche al evento conmigo.–Muy bien, me parece excelente Axel. Pero tengan mucho cuidado y si quieres un consejo, mejor no se queden esta noche en el hotel.Yo sabía porque lo decía, pues su amante era igual de chismosa que él, fue la que le dijo a Ale, que había salido de la suite de la güera y las cosas se me podían complicar si se empezaba a regar el chisme.–Te agradezco amigo, pero ya tengo todo bajo control. Vamos por una copa, en lo que llegan las mujeres.–Mi am
Axel Vega LazcanoPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoCaminé a la mesa para sentarme y me serví un trago, trataba de no voltear a la pista. Amaia estaba lo que seguía de borracha e Ivanna estaba igual, pero yo era el tonto que las invité y ahora ¿Cómo le haría para llevármelas del evento? Tenía que pensar en algo, si seguía viendo a Amaia hacer esas visiones con Luis Miguel, no me iba a poder controlar y esto se iba a descontrolar.Afortunadamente después de un rato, ellas volvieron a la mesa, bastante desmejoradas, estaban que se caían de lo borrachas que estaban, mi coraje iba en aumento.–Güera, ya no van a tomar más – Le dije a mi amiga – Eres una inconsciente, Amaia está enferma y repites lo mismo de la otra vez.–Yo tomo porque quiero Axel – Dijo Amaia retándome – No le reclames a la güera y, además, esta noche me pienso hundir en el vino. Salud güerita.–Salud Amaia.Ambas me ignoraron por completo y eso me llenó de mucho coraje. No dije ya nada, porque Mauricio y Ale, volvieron a
Amaia Domínguez GarcíaPuerto Vallarta, Jalisco, MéxicoDesperté y no sé ni que hora era, sólo sé que quería ir al baño, pero por más que quise soltarme de los brazos de Axel, no pude y traté de despertarlo, pero era inútil. Me sentía muy mal, tenía el estómago revuelto y el dolor de cabeza era espantoso, veía luces y me dolía medio lado de la cabeza como si se me fuera a reventar.Axel estaba profundamente dormido y yo, no me sentí capaz ni de intentar despertarlo, pues, a decir verdad, no sabía ni que había pasado anoche o en la madrugada o ya ni sabía en realidad nada de nada. Dejé de pensar y me volví a quedar dormida.–Amaia, despierta cariño – Axel me hablaba y yo, no sabía qué hora era – Tenemos que desayunar algo y volver a nuestro hotel para irnos.Estaba totalmente desorientada, porque esta habitación donde estábamos no la recordaba como la de la suite de la güera, porque lo último que me acuerdo fue que caí en la cama y me quedé profundamente dormida y ahora despertaba en u