PDV Elena. A nuestra llegada a su pequeño palacio todos los empleados me trataron con mucho respeto y hasta con un toque de alegría, no es que antes cuando vivi en la casa de huéspedes no me trataran bien, pero se notaba la diferencia, al parecer hospedarse en la casa principal significaba un aumento de nivel. Por un momento pensé que iba a ocupar una habitación aparte, estoy tan nerviosa que mis manos sudaban y se la retire a Hassam antes de que la sintiera. – ¿Todo bien? – pregunto ante mi rápido gesto. – Si – respondí añadiendo una sonrisa que cualquiera que me conociera sabía que no estaba diciendo la verdad. Me sorprendió darme cuenta no me creyó. – A ver mi brillante moon ¿qué pasa? Solté pesadamente la respiración mientras Hassam se sentaba en su grandiosa cama llevándome con él para sentarme en sus piernas. Lo abrace por el cuello. – Ante todo sinceridad Elena, quiero que te sientas cómoda aquí y conmigo, como si estuvieras en tu casa m
PDV. Elena. Al día siguiente despertar y tener un delicioso desayuno, Hassam insistió en llevarme a Psicoteach, el estaría ocupando su oficina, sin embargo, esa mañana debía ir al ministerio primero. Me baje luego de un largo beso de despedida y quedamos de vernos para almorzar juntos. Sentía que había pasado mucho tiempo desde que dejé de venir a la oficina apenas fueron diez días, sin embargo, habían pasado tantas cosas desde entonces, estuve poniéndome al día con los correos mientras que llegaba el encargado de marketing con quién debía reunirme hoy. Mi asistente me recibió con café y mis galletas de dátiles favoritas y detrás de ella llego Amira. – Querida, por fin volviste, cómo te extrañe. – Hola querida Amira, ¿cómo les ha ido? – Esto ha estado normal, aunque tenemos dos solicitudes de oferta más. – Guao, he leído solo una hasta ahora – saqué de mi bolsa unos chocolates que les traje de Bali – para ti – dije entregándoselo. – Me encanta gracia
PDV Elena. Más tarde de camino a la de Hassam noté que estaba más silencioso que de costumbre. – ¿Cómo estuvo la tarde? Pregunté colocándole una mano en la rodilla, que lo sobresaltó – Lo siento – dije al darme cuenta que estaba más pensativo de lo que yo creía. – Está bien Moon, discúlpame tu, ¿me decías? – Te pregunté cómo había ido tu tarde, pero ya creo que me respondiste. – le ofrecí medía sonrisa. – Bueno he tenido mejores, pero ya mejorará cuando lleguemos a casa. – Creo que puedo darte un masaje para que sueltes tensiones. – comenté levantando ambas cejas. – Hum, creo que eso estaría bien, aunque con lo que ya te probado tienes más de una opción para que yo suelte mi tensión. – respondió a mi oído para que el chófer no escuchará, no sin antes pegarme un mordisquito que hizo que mi piel se erizara. Una vez en el pequeño palacio dimos un recorrido cumpliendo fantasías que habíamos compartido luego de tomar un té, iniciamos por la oficina d
PDV. Elena. Con los niños de vuelta a la escuela, nos acostumbramos a nuestra rutina ahora sin Luz, que por cierto debía de regresar de su luna de miel en tres días. yo llevaba a los chicos a la escuela, luego me iba a la oficina y un transporte los recogía y llevaba a la casa. En la oficina pude notar el cambio de actitud de Amira, apenas me saludaba e iba a mi oficina a lo justo y necesario, sino me llamaba desde su oficina, los primeros días pensé que podía ser algo personal que estaba pasando, sin embargo, su distanciamiento me llevo a pensar que Hassam le había contado lo nuestro y era obvio que no estaba de acuerdo. En las mañanas Hassam estaba por Psicoteach y cada día me traía café para compartirlo antes de irse a su oficina del ministerio. – Feliz día mi moon hermosa, ¿cómo amaneciste? – Cuan galante mi novio, estoy mejor ahora que estás aquí – le respondí coqueta mientras se acercaba a darme un beso que se convirtió en un largo, húmedo y apasiona
PDV Elena. – Hermano, hasta que lo conseguiste, ¡eres un ejemplo! – decía Khalid a Hassam. – de verdad no me imaginé que ibas a terminar estando con mi cuñada. Al darme cuenta que era de mí de quien estaban hablando, me puse el dedo índice en mis labios para callar a Luz mientras seguimos escuchando a su recién esposo. – Aún recuerdo cuando me dijiste que ibas hacer que se divorciara enviándole esas fotos del esposo tirando con la amante, ahora digo eres un crack. – Valió y sigue valiendo la pena, hermano al final resulto que tenía varios años con esa otra mujer, solo le abrí los ojos a Elena. – respondió Hassam. – Mínimo tengo que ser el padrino después del riesgo al crearte la cuenta desde donde le enviaste los vídeos y fotos – dijo con una carcajada. La taza resbaló de mis manos y se estrelló en el suelo. – Cálmate – dijo Luz tomándome por mi antebrazo. Antes de que entrara ya los hombres estaban en la puerta y Hassam al verme se puso
PDV Elena. La semana siguiente ya todo estaba de lo mejor con Hassam, me había pedido disculpas, y aunque estuve molesta par de días la verdad era que em hizo un favor al mostrarme la verdad sobre Aston. En la oficina siguia la tensión latente con Amira, en lo posible trataba de no dirigirme la palabra hasta que un día entró a mi oficina, acto que me extrañó, pero me dio un poco de esperanza. – Elena, ¿puedo sentarme? – Preguntó. – Por supuesto adelante, ¿en qué puedo ayudarte? – He conseguido un cliente que quiere reservar por adelantado dos años de formación y quiere reunirse contigo personalmente para afinar los detalles de su requerimiento. – ¿Conmigo directamente? – pregunté extrañada – hace tiempo que no me reúno con clientes, envía a Mohammad como representante de ventas. – Creo que deberías ir tu – insistió – es una cuenta importante además ya pagó por adelantado. – ¿Pago por adelantado? – mis ojos cada vez se hacían más grandes, d
PDV. Elena. Ante su comentario tan extraño, me mantuve serena para responder. – Así fue, no es usual que nuestros clientes paguen todo un programa de dos años por adelantado. ¿Recibió usted una oferta de acuerdo a su solicitud? – Para eso está usted aquí Elena, para hacerle la solicitud de lo que quiero a cambio de la suma que ya tiene. – dijo poniéndose las manos en la barbilla – mi tiempo es muy valioso así que iremos al grano. – La suma que usted recibió es para que salga de Sultanato lo más pronto posible con sus hijos, en su cuenta tiene dinero suficiente para comprar una casa y establecer el negocio que quiera de preferencia en su país o cualquier otro que desee, pero en el occidente. – ¡Perdón! – exclamé completamente atónica ante semejante petición. En mi mente le grite “se volvió loco” – ¿y se puede saber porque tengo yo que salir del país?, aquí resido con mi familia, tengo un negocio que provee trabajo para los ciudadanos locales, y cumplo con m
PDV Elena. – ¡Quee! – exclamó extrañada mi hermana – ¿cómo así? si ha sido tu amiga desde que se conocieron, hasta conmigo ha sido super simpática. – Bueno al parecer su amistad duró hasta que supo que su hermano y yo estamos saliendo. – ¿Estamos saliendo? – dijo a tono de burla – Que anticuada. Desde que te estás cogiendo al hermano querrás decir. – ¡Ay! eres insoportable – me quejé tapándome la cara – es serio Luz. – Ok pues disculpa, ¿qué te hizo? Procedí a contarle todo, desde que prácticamente me dejó de hablar luego de haberse reunido con Hassam, pasando por el supuesto error de mi cuenta y finalmente que me envió sola con el fulano ministro. – ¿Y te reuniste con ese hombre? porque me huele raro, ¿qué quería? – pregunto con su respectiva cara pensativa con los labios fruncidos y el dedo índice en la mejilla. Antes de que yo llegara a la parte de lo que había pasado en la reunión / trampa. – Así mismo me olía a mí y tal cual, era pescado muert