PDV. Elena
Recuerdo que le tengo que decir a Aston sobre la beca de Esteban. Ojalá venga a almorzar. Estoy ocupada entre abrir maletas y cocinar cuando llega Esteban con mi teléfono en mano.
– Mom, es de la academia de árabe, toma.
– Buenas tardes! – contesto.
– ¿Señora Elena?
– Si, ella habla.
– Le estamos llamando de la academia oficial de árabe del Sultanato, ante todo queremos felicitarla por la obtención de su beca y la de su hijo, es un placer para nosotros ser partícipes de su aprendizaje.
– Oh, gracias, sobre la beca aún no hemos acordado cuando iniciar.
– Justo por eso la llamamos señora – dice la chica muy cordialmente – la esperamos este domingo a la
PDV. Hassam ¿Pero qué carajo me dijo? Que no va a tomar la beca.? Me quedo solo en la cafetería. – ´Aahh´ – suelto con frustración. Todo había empezado muy bien verla en ese vestido fue como ver la primavera andando, aunque le cubre sus curvas, tiene una elegancia y un atractivo que va más allá de lo físico y lo mejor fue como me quedo observando mientras entré a la cafetería, finalmente fui visible para ella, aún recuerdo amargamente que en el aeropuerto apenas si me vio, más bien me ignoro todo lo que pudo, mientras que ella para mí hace muchos días que ocupa mi mente y hasta mis sueños. “Ok Hassam basta” Me regaño a mí mismo. Que es todo ese romanticismo de la primavera andando, ¿qué me pasa? Debo enfocarme en un nuevo plan para tenerla cerca y que caiga bajo mis encantos. Entrego las bebidas a la dependienta de la cafetería y le digo que las repita una vez que vuelvan las personas. Me siento, sac
PDV. Elena Llegamos a casa y me provocó poner música y bailar con Paula, estoy con un cúmulo de emociones: alegría, esperanza y sorpresa, me siento bendecida porque de la nada, sin buscarlo me han ofrecido cumplir uno de mis sueños. Preparo la cena y me doy una ducha para esperar a Aston quién asombrosamente ha venido temprano está semana. Cenamos en calma y hasta vemos la televisión los cuatro juntos. como siempre una película de niños. Paula es la primera en dormirse, me levanto para cargarla, sin embargo soy detenida por mi esposo quien me dice, “quédate ya lo hago yo”. Me asombra su actitud de servicio definitivamente este día ha ido de lo mejor. – Gracias cariño – digo mientras le acaricio el brazo. – ¿Mamá? También tengo sueño – dice Esteban bostezando. Una vez leído el cuento, y arropado a mi hijo mayor, me dirijo a mi habitación a contarle l
PDV Hassam. Llegó el día en que la veré de nuevo, aunque sea con el gringo. Se pudiera decir que hoy me mediré con el hombre que tiene lo que yo quiero, aunque no me preocupa en lo absoluto, aquí en mi tierra quien manda soy yo, y me encargare de él lo entienda, decido marcar distancia y usar mi traje típico una disdasha blanca y kuma acompañado de un massar de tonalidades azul. Sin duda iré en mi Ferrari spider. Cuando entro en el Starbucks lo miro sentado en el interior, lo reconozco por las fotos que me mostró Ahmad, pero lo que más llama mi atención es que está solo, ¿dónde está Elena? Me acerco y lo saludo en árabe. – ¡As–Salam–u–alaikum! Tú debes ser Aston. Se levanta con educación y respeto, me gusta que marque la distancia. Es el típico rubios ojos verdes americano, alto más que yo incluso, debe medir como un metro noventa, lo delgado lo hace ver más alto. Me extiende la
PDV Hassam – Vayamos a lo que nos concierne – dice mi padre – La próxima semana tenemos consejo familiar, nuestro sultán quiere hacer algunos cambios, así que deben estar disponibles. – ¿Toda la semana baba? – pregunté. esto retrasaría mis planes. – Si toda la semana, ¿o tienes algo más importante que hacer? – No padre, no hay nada más importante, ajustaré la agenda. – Muy bien, eso me esperaba. En otro orden de ideas, ¿vieron la carrera de camellos de ayer? – Nuestros ejemplares se portaron muy bien – dice baba con orgullo. – Si, baba yo fui, tres de los nuestros se portaron como unos campeones, nos hemos traído cuatro trofeos – contesta Salim inflado como un gallo.&
PDV Elena. Estoy súper feliz, Aston lo considero y aceptó la propuesta de Hassam, me hubiese encantado recibir la buena nueva por mi marido, pero bueno es propio de él. Estoy tan feliz quiero llamar a mi hermana para contarle. En ese momento me doy cuenta que tengo más de diez días que no hablo con ella por video llamada, he estado tan entretenida con todo esto que se ha pasado el tiempo sin darme cuenta. Decido escribirle para saber si está disponible para llamarla. ´ Buenaas, ¿tendré una hermana por allá? ´ Luz. ´ Holaaa! Claro mi amor, ¿cómo estás pequeña hermana, y mis sobrinos hermosos? ´ Elena. ´ Extrañándote, te hare una videollamada para los veas así que activa la cámara ´. Tarda en responder, cosa rara en ella, que siempre está metida en las redes sociales. Siempr
PDV Hassam. Llego a la paz de mi casa, cuando me voy a bajar miro la caja que me dio mi madre. Ya veré qué será, me digo a mí mismo, mientras entro y pido que me hagan un té, me voy a la sala de TV a actualizarme con las carreras de camellos. Al abrir la caja me consigo con notas de la universidad, y algunas fotos, empiezo a revisarlas, hay varias con mis amigos en restaurantes, en casa de Salvador mi amigo español, hace tanto que no lo veo, recuerdo lo que influyó en mí, para que yo cambiará mi percepción sobre el amor, admiraba cómo se las ingeniaba para enamorar a las chicas, no era adinerado, pero si un versado y hasta chistoso, las chicas se le acercaban a él por cómo era no por lo que tenía, a diferencia de mí. Y para confirmar mi pensamiento encuentro una foto de Noor, mi ex prometida, t
PDV Elena. Caigo en cuenta de que he estado tan emocionada por lo de la empresa y el repentino apoyo de Aston que no me he pensado en lo poco que conozco al que va a ser mi socio. Jamás se me hubiese ocurrido si quiera imaginar formar una sociedad con alguien que desconozco, me pregunto ¿cuáles serán sus valores? ¿Se ajustarán a los míos? Porque hasta ahora solo veo diferencias entre nosotros, como su cultura y religión, por ejemplo. De pronto me preocupo, cuestionando sí lo podremos llevar de buena manera o será que él es de estos tipos que se valen de su poder para que los demás hagan lo que ellos quieran sin miramientos. Desecho ese pensamiento, Hassam no me da esa vibra. Pero tampoco estoy tan segura. El domingo voy a llevar a Esteban a su clase de árabe, tengo el presentimiento de que veré a Hassam, no he querido llamarlo porque no sé qué tan pronto se haga el contrato de soci
PDV Hassam. El comité supremo estuvo tranquilo para ser su primera sesión, el que no estaba tranquilo era yo, pensando en la mujer tan encantadora y desconcertante que ahora tengo de socia, creo que nunca antes había tenido una conversación tan interesante con una mujer, por lo menos fuera del ámbito político estadal. Adicional de la novedad de qué nunca, ninguna mujer me habría cuestionado una decisión tan abiertamente, al parecer tiene otra cosa en común con la luna tiene sus fases, y no son sutiles, sin embargo, eso me reta más. Al salir al receso de la sesión llamo a Amira y le digo que se comunique con Elena y con Ahmed, que acuerde con ella todo lo referente a la oficina y contactos, aproveché de recordarle que le debe reportar la cosas a Elena, le compartí su número y me dispuse a re