Capítulo 49 – nariz chuecaNarrador:Brenda quería alejarse de Izan, pero era como un imán para ella. Cuando el conserje le dijo que había un hombre diciendo que ella le esperaba, dijo de inmediato “Izan”, pero ella no sabía si era él, en realidad deseaba con todas sus ansias que fuera él. Al abrir por fin la puerta y verlo, toda su voluntad se desvaneció. Sentir como la besaba lleno de deseo, la hacía estremecer y cuando le confesó que no había estado con su novia luego de estar con ella, sucumbió y se dejó llevar nuevamente por el placer que le ofrecía. Estaba extasiada al sentir el vaivén del dentro y todo el peso del cuerpo de Izan sobre el suyo. Casi no podía respirar, o mejor dicho, casi no la dejaba respirar. Cuando al fin se separaron, ella hundió su cabeza en la almohada y él comenzó a vestirse. Se sentó junto a ella y le acarició la espalda.‒ ¿Estás bien Brenda? – le preguntó con dulzura‒ No, no lo estoy – rezongó sin despegar la boca de la almohada
Capítulo 50: El traje de bañoIzan:Estaba pasando unos días realmente increíbles, cada vez eran más seguido los mensajes que recibía de Brenda para decirme que quería verme, eso significaba una sola cosa, quería estar conmigo. Eso me llenaba de felicidad y hacía que ese día no pudiera pensar en otra cosa que no fuera en ella, pues le había pedido que me avisara temprano para generar justamente ese estado de ansiedad en mí que hacía que me excitara sobremanera. No sabía si lo hacía por obediente o porque se estaba convirtiendo en una criatura sumamente morbosa, pues nuestros encuentros eran más fogosos, ella se soltaba un poco más con cada uno, tomaba la iniciativa, me complacía en todos mis caprichos, Brenda realmente lo estaba disfrutando y eso me hacía muy feliz. Creí que con el paso del tiempo mi interés en ella iría decayendo, pero sucedió todo lo contrario, cada vez podía estar menos tiempo sin poder tocarla y hacerla sentir que era completamente mía‒ Quiero que te pongas aquel
Capítulo 51 – ¡Mateo!Narrador:Izan, luego de meterse dentro de Brenda, comenzó su embestida con un suave vaivén que fue convirtiéndose en uno vertiginoso, donde sólo se oían los gemidos de ambos, juntos con sus cuerpos empapados de sudor resonando en la habitación.‒ Voy a correrme, di mi nombre, te lo ruego…Le dijo al correrse casi en un grito.‒ ¡Oh por Dios Izan!, vas a matarme, porque también me corroooooooooY comenzaron los espasmos de ambos al terminar juntos, abrazados y besándose con voracidad‒ ¿Acaso no te gusta lo que te hago?‒ No se trata de si me gusta o no‒ ¿Entonces?‒ ¡Me dejas exhausta!‒ ¿Yo te dejo exhausta? – y rió a carcajadas – no tienes idea de cómo me dejas a mi‒ ¿Y cómo te dejo?Preguntó osadamente, mientras se acostaba boca bajo en la cama y sostenía su cabeza con las manos‒ Me dejas con ganas de más – y la miró, con esa mirada profunda e intimidante que tenía – de mucho más. Te vas y ya estoy deseando que vuelvas. No sé qué voy a hacer contigo Brenda
Capítulo 52 – BárbaraNarrador:‒ No será necesario Mateo – escuchó decir Brenda a su espaldaAl voltearse vio a Izan, el que había dejado en la finca, aún despeinado, descalzo y vestido solo con el pijama y una sudadera. Brenda se llevó las manos al pecho y en un momento todo quedó ne*gro y se desmayó. Izan corrió, pero no pudo evitar que ella terminara en el suelo.‒ ¿Quién carajos es esta mujer Izan? – interrogó Mateo – ¿y porque parece conocerme?‒ Es una larga historia Mateo – respondió de rodillas en el suelo, tomando la cabeza de Brenda para revisar que no tuviera heridas – lo hablamos más tarde, ahora ayúdame a levantarla y llevarla a su dormitorio‒ ¿A su dormitorio? – preguntó mientras se acercaba a Izan para ayudarlo a levantar a Brenda – ¿acaso tiene un dormitorio aquí en la casa?‒ Si, lo tiene ya que es tu esposa‒ ¡Mi esposa! – gritó espantado‒ Si Mateo, como te dije es una larga historia, ahora hablamos – y comenzó a subir las escaleras con Brenda en brazos‒ Supongo q
Capítulo 53 – Larga historiaNarrador:Mateo e izan continuaban discutiendo en el despacho– En serio Mateo, debo hablar con ella antes de irme– De acuerdo, pero olvida todo lo que pudiste haber arreglado con ella, tengo que pensar en cómo resolver tu desastre, así que ya no le prometas nadaIzan salió del despacho a toda prisa, antes de que su hermano se arrepintiera y subió corriendo las escaleras. Al llegar a la puerta de la habitación de la joven, dudó si entrar o no, pero al final lo hizo, pues debía enfrentarla tarde o temprano, así que más valía que fuera temprano. Entró sin llamar y se encontró a Brenda sentada en la cama hablando con Ema, quien estaba a su lado– Izan – dijo Brenda al levantar la vista y verlo entrar– Ema, nos dejas solos, tengo que hablar con Brenda– No, Ema no te vayas – Brenda cogió a la hija de la cocinera de la muñeca cuando ésta se ponía de pie para retirarse– Brenda, es importante, por favorEma los observó unos segundos en silencio sin saber bien
Capítulo 54 –responsable pero no culpableNarrador:Luego de dejar a Brenda, Izan volvió al despacho de Mateo– ¿Hablaste con ella?–Sí, lo hice– Te despediste– Digamos que sí– Bueno, mejor entonces, ahora vuelve a la finca, mañana haré vaciar el dormitorio y te enviaré tus cosas, será mejor que permanezcas un tiempo allí hasta que yo vea como resuelvo esto y espera mi llamada, trata de no dejarte ver, al menos por un tiempo– Como quieras, esperaré tu llamada entonces – se dirigía hacia la puerta, pero antes de salir volteó y le dijo a su hermano – quiero que sepas que realmente me pone muy feliz verte de pie por fin otra vez– Si, Izan créeme que lo séMateo:Toda la vida he tenido que lidiar con mi hermano Izan que, ya que pese a ser 5 minutos mayor que yo, parecía 10 años menor. Mi madre siempre lo consintió mucho, pues decía que necesitaba más atención que yo, que era más débil, por su parte, mi padre, lo consideraba el hijo conflictivo, al que no se le podía confiar nada en ab
Capítulo 55 – me haces faltaMateo:Cuando entré en la habitación de Brenda, ella se encontraba en uno de los sillones, sentada con un libro en sus manos. Me acerqué y me senté, al hacerlo pude ver como su cuerpo daba un pequeño brinco, supongo que Izan era el responsable de que esa jovencita se pusiera nerviosa al tenerme en frente− Tú y yo, tenemos que hablar – le dije ni bien me acomodé en el otro sillón – Me presento, soy Mateo Amery – y sonreí – pero creo que eso ya lo sabes – no respondía, solo me observaba detenidamente – creo que empezamos con mal pie, así que quería presentarme de manera formal – ella seguía sin hablarme, así que hice un movimiento como para pararme – pero si no quieres, podemos dejarlo para luego− Brenda – me dijo al fin y volví a acomodarme en mi asiento – Soy Brenda Amery –y se sonrojó – o Conor – bajó la cabeza – en realidad ya no estoy muy segura− Deberías estarlo – y me miró, no sé porque me intimidó – eres Amery, pues según
Capítulo 56 – no me gusta, me enloqueceNarrador:Al ver que Brenda se demoraba en bajar a cenar, decidió subir a buscarla, pues pensó que la joven podría haberse arrepentido. Al llegar a la puerta del dormitorio y encontrarla entreabierta, pudo observar que ella estaba a una llamada telefónica, pero parecía solo escuchar sin responder. Se fue acercando lentamente y en silencio para que ni Brenda ni Ema, quien también estaba en la habitación, notaran su presencia. Pero al oír a Brenda decir– Izan – susurró al fin – yo…Comprendió de inmediato de que se trataba la comunicación y de un brinco estuvo junto a ella y le arrebató el aparato de las manos para colgar la llamada– ¿Se puede saber con quién hablabas Brenda? – pero ella no le respondía, solo lo miraba con los ojos llenos de lágrimas– Disculpe señor Amery, el móvil es mío y hablaba con una amiga en común– ¿Qué casualmente se llama Izan? – Mateo fulminó a Ema con la mirada - ¿Tú te crees que soy estúpido ni*ña tonta? – claramen