Capítulo 9

Sensaciones prohibidas

Alessia y su padre subieron al vehículo que los llevaría a la villa Davis. Don Ricardo se sentó en el asiento trasero, junto a Alessia, y comenzó a reclamarle lo sucedido.

—¿Qué carajos fue lo que pasó hoy en ese edificio? —preguntó Don Ricardo, su voz demostraba la ira que guardaba por dentro—. ¿Por qué te encontré dos veces a solas con ese hombre? ¿Quién es él?

Alessia trató de mantener la calma y distraer a su padre para no levantar sospechas.

—Fue una coincidencia, papá —respondió—. No hay nada que explicar aquí.

Pero Don Ricardo no se creyó la excusa.

—Dime la verdad —respondió en voz baja, pero demandante—. Sé que hay algo entre tú y ese hombre. Algo que no me estás contando. Lo veo en tus ojos.

Alessia se sintió asustada. Sabía que su padre era capaz de hacer cualquier cosa para proteger sus intereses. Y en sus manos reposaba el poder de averiguar lo que quisiera.

—Juro que no hay nada que decir, padre —insistió—. Solo fue una coincidencia enc