Capitulo 13
Natalia después de estar más calmada tomo un taxi la verdad era que no quería volver a esa casa, pero tenía que hacerlo, don Alexandro había querido eso y tenía que cumplir con su voluntad, lo que no haría sería abrir su corazón a Álvaro, entro a la habitación, segundos después tocaron la puerta
-Si- Consuelo asomo la cabeza- que necesitas Consuelito
-Quería saber si la señora quiere cenar- Natalia se cruzó de brazos con disgusto
-¿Que te dije en la mañana Consuelito?- la mujer agachó la cabeza con pena, no estaba acostumbrada a que eso, siempre a sus patrones los trataba de señores
-Que le dijera Natalia y le hablara de tu, pero no puedo, si quiere le diré Natalia pero le hablaré de usted señorita- Natalia medio sonrió, tenía que hacer algo porque no pensaba que la llamarán así- va cenar Natalia
-No gracias Consuelito, ve a descansar yo iré a estudiar al estudio para mí último examen sí- la mujer se dirigía a la puerta cuando Na
-¿Por qué no te negaste?- Natalia sabía que de antemano habría fotógrafos queriendo saber quién era la esposa de Álvaro De La Rosa y ella inevitablemente saldría en las revistas, periódico e incluso en las redes ahí se acabaría todo- No quiero, ya me imagino los comentarios de las secretarias de la empresa cuando sepan que yo soy tu esposa, dirán que al fin conseguí lo que tanto busque, y después cuando llegue al área de diseño dirán que fue por qué soy tu esposa y le quitarán el mérito a mi esfuerzo…-¿Cuando terminas tu carrera Natalia?- ya había investigado realmente era una alumna dedicada y tenía las mejores calificaciones de su generación-Hoy es mi último examen, ya la próxima semana comienzo con mis trámites de residencia que espero me dejes que sea en la empresa joven- Álvaro la miro con una sonrisa, aún podía sentir sus labios, y su mamá tenía razón ya no debía llamarlo de usted, no en la casa-Sabes Natalia, debemos llamarnos de tu en la ca
Natalia pensó que todo había terminado en la casa De La Rosa cuando regreso, había dejado a Vanesa muy feliz con un tipo que acaba de conocer, de hecho había estado un amigo insistiendo salir a bailar con ella pero se había negado, no podía faltarle a Álvaro, aún cuando no era un matrimonio por amor, ella le debía respeto, bueno eso era lo que ella pensaba. Respiro hondo al entrar por la puerta, esperaba no encontrarse con nadie pero su sorpresa fue muy grande al ver ahí de frente en la puerta de la sala a la tal Azucena colgada del brazo de Álvaro, acariciando su mejilla, mirándolo con adoración, repegando su cuerpo a el de él, algunos presentes voltearon a verla cuando se acercó a la pareja, eso sí que no le permitiría, a esa pavonearse con lo ajeno, al estar más cerca pudo escuchar la pregunta del reportero eso la llenó de coraje, no podía dejar que esa se robara su lugar…-Ella no es su esposa, esa es una cualquiera- Natalia se acercó apartándola del brazo de él, sin
Al día siguiente Natalia y Álvaro no bajaron a desayunar, de hecho habían pedido que se los llevarán a la habitación, al salir de su cuarto se encontraron, Natalia bajo la mirada sentía pena por haber dejado llegar Álvaro a dónde llegó, y que además descubriera que estaba fingiendo estar dormida, Álvaro paso a su lado sin decir nada, no entendía que pasaba con él, porque había hecho eso con Natalia, lo pero fue en la noche cuando tuvo un sueño con ella, estaba comenzando a desearla, se encerró en el estudio quería en lo posible evitar encontrarse con ella, Natalia igual sabía que había sudo un error, pero su deseo por él, por querer que el la tocará había podido más, necesitaba salir, así que fue a ver a su amigo Arturo, tenía que pagarle el favor de lo había hecho en la noche, tocó la puerta del departamento espero unos segundos hasta que está se abrió, de frente a ella estaba un hombre mayor que ella no mucho de cabello rojizo y ojos cafés que eran cubiertos por los lentes que
-¿Tu quien eres?- Álvaro lo miro de arriba a bajo, era mayor que él tal vez por diez años, era flaco, si estos eran los gustos de Natalia Vidal eran pésimos-Soy amigo de Natalia desde hace mucho tiempo y tal vez algún día ella será mi…- Natalia lo interrumpió viendo a Álvaro que se acercaba con sus puños, Arturo dio un paso no se dejaría amedrentar por él…-¿Tu que haces aquí?, ¿me estás siguiendo?- Álvaro sonrió, el no tenía esa necesidad eso, no podía dejar que se sintiera importante-No, mi hermana me invitó a salir con su amiga y quisimos entrar a jugar un poco- Álvaro la vio muy guapa, con esa blusa que dejaba ver un poco el comienzo de sus pechos era realmente deseable…-¿Cuñis podemos jugar con ustedes?- pregunto Blanca tratando de disipar la tensión que se estaba creando con su hermano y su cuñada,-Si porque ¿no?- dijo con una sonrisa, Arturo se acercó a Natalia quería demostrar que era el mejor en el billar,
Natalia se fue con Vanesa a un restaurante-bar, necesitaba un trago de tequila, no quería toparse con Álvaro después de ver cómo se había puesto como dos lobos alfa reclamando algo que les pertenecían, como si ella fuera una cosa, un objeto que tendría un propietario, movió la cabeza negativamente, ella no lo permitiría, Arturo tenía que entender de una vez que ella no le presencia, no era su dueño; le daba gracias por ayudarla aquella tarde pero no podía darle algo más…-Sabes Nat, creo que Álvaro está comenzando a sentir algo por tí- Natalia no podía creer esa percepción de su amiga- además tú estás celosa-No digas tonterías, no viste como estaba con Julia ahí muy atento a ella y ella disfrutando su atención- Vanesa veía como Natalia partía el trozo de carne que habían pedido para cenar, si esa tal Julia estuviera ahí de frente Natalia le hubiera retorcido el cuello-Que bueno que no estás celosa amiga porque pobre de ese pollo y de la tal Julia- Vane
Álvaro veía el techo de su habitación, no había podido dormir, aún dándole vueltas a lo que había pasado en el estudio no entendía que era lo que había pasado, porque Natalia lo dejo así, realmente ella no lo deseaba, cerro los ojos podía ver qué ella estaba sonrojada, sus ojos no podían mentir lo deseaba pero que hizo mal, porque ella se había ido corriendo, miro sus manos que aún tenía su calor, al recorrer sus espalda sintió algo, ¿que era?, ¿Qué ocultaba Natalia?- se levantó, el sol se asomaba en el horizonte, quería conocerla, quería saber que ocultaba, soltó un suspiro nunca había sentido lo que sentía por ella, ni con Azucena que creyó era el amor de su vida, en su pecho estaba creciendo algo, algo que no podía ser… la necesitaba, quería recorre cada parte de su piel, hacerla temblar, escuchar su nombre al llegar al clímax, cerrando los ojos recordó sus temblores, sus besos que eran iguales llenos de pasión ahora más que nunca tendría a Natalia, era un deseo que no
A quien quería engañar se sentía atraído por Natalia, y no podía evitarlo y ahora pensar que todo el día estuvo con él imbécil de Arturo lo lleno de coraje, la sangre le hervía, y no entendía porque pero la quería solo para él, era una atracción pasajera pensaba que se había vuelto loco, el odiaba a Natalia, no la soportaba. Pensando en el imbécil no entendía que veía Natalia en él, era viejo, no era muy agraciado, no como él, así que tenía un punto a su favor y si comenzaba a conquistar a Natalia, si la enamoraba podría tenerla y después que?.No, tenía que pensar claro, para que enamorar a Natalia Vidal si ese matrimonio iba a llegar a su fin en once meses, y después cada uno tomaría su camino.Se metió en su cama, tenía que dormir y olvidar esa idea, ahora que
Natalia había salido corriendo al baño, tenía que limpiarse las lágrimas que no dejaban de salir, para poder así arreglar su maquillaje, a quien quería engañar, los besos de Álvaro eran su debilidad, solo sentirlo y ella caía en un oasis,- ¿hay donde quedó esa maldita barrera Natalia?- se preguntaba mientras se veía en el espejo- tienes que alejarte de él, si que fácil- se contesto ella sola- van ir juntos a Londres dime qué vamos hacer Natalia- se apoyo en el lavamanos- pues mantenerlo lejos, muy lejos- al fin había conseguido quedar perfecta, tenía que regresar y hacer la llamadas para que Álvaro tuviera nueva asistente, porque la verdad no confiaba en ninguna de la empresa para que lo fueran, lo que menos necesitaba era estar celosa todo el día pensando en Álvaro besando a otra porque esa otra se le había ofrecido.Al llegar al escritorio que pronto dejaría de serlo se encontró con un gran ramo de flores, para ser específico de rosas blancas, en la parte superior