Natalia había salido corriendo al baño, tenía que limpiarse las lágrimas que no dejaban de salir, para poder así arreglar su maquillaje, a quien quería engañar, los besos de Álvaro eran su debilidad, solo sentirlo y ella caía en un oasis,- ¿hay donde quedó esa maldita barrera Natalia?- se preguntaba mientras se veía en el espejo- tienes que alejarte de él, si que fácil- se contesto ella sola- van ir juntos a Londres dime qué vamos hacer Natalia- se apoyo en el lavamanos- pues mantenerlo lejos, muy lejos- al fin había conseguido quedar perfecta, tenía que regresar y hacer la llamadas para que Álvaro tuviera nueva asistente, porque la verdad no confiaba en ninguna de la empresa para que lo fueran, lo que menos necesitaba era estar celosa todo el día pensando en Álvaro besando a otra porque esa otra se le había ofrecido.
Al llegar al escritorio que pronto dejaría de serlo se encontró con un gran ramo de flores, para ser específico de rosas blancas, en la parte superior
Azucena sonrió al hombre que estaba al otro lado del escritorio, se había puesto un vestido que el mismo le había regalado, era se seda y se ajustaba perfectamente a su delicadas curvas, Álvaro la miro fríamente, no podía creer que estuviera ahí con ese maldito vestido, había gastado bastante por ser de diseñador algo que ella no se merecía, sonrió burlonamente al verla caminar hasta él, con un movimiento de caderas de una forma seductora, está tarde tendría que dejarle claro que nunca volvería con ella, que ya no lo buscará, ¿que no tenía dignidad?, Pues estaba calor que no- ¿Qué quieres?-Vine para que me entrevistaras- se subió casi sobre el escritorio para darle un beso en los labios a Álvaro, tenía que recuperarlo, por lo que se había propuesto conseguir como fuera el empleo- bombón he cambiado, por eso te pido empleo aquí- Álvaro sonrió con ironía, ella no tendría un lugar ahí, menos con su esposa cerca- no quieres recordar viejos tiempos.-No Azucena ah
Fue una sorpresa grata para Álvaro tener a Natalia tan cerca, horas después de estar dormidos juntos en el asiento del avión a él le dolía horrores el cuello, se quitó el cinturón, igual a ella, la tomo en su brazos y la llevo hasta el cuarto, la dejo con cuidado, le quitó sus zapatos y la cubrió con una manta, y sin pensar le dejo un beso en la frente, camino al otro lado y se acostó dándole la espalda y se quedó dormido, a la hora que despertó pensó escuchar su voz que le decía algo, algo que no sabía si era verdad, despertó por completo al escuchar los golpes de la azafata, al abrir los ojos se encontró de frente los de ella que eran hermosos, -Señor De La Rosa estamos por aterrizar- escucharon a la chica pero ninguno hizo nada por moverse, estaban viéndose uno a otro-Si gracias!- Álvaro fue el primer su brazo izquierdo lo extendió sobre la cintura de ella, en un movimiento rápido estaba a milímetros de ella casi rosando sus los labios- buenos días-
La cena en el restaurante de Londres fue ligera; Álvaro quería saber más de ella, así que comenzó un juego de preguntas y respuestas;-¿Tu primer regalo?- pregunto Álvaro ella lo pensó un momento, había sido su amigo Raúl que le había dado una muñeca, realmente su mamá nunca le había dado nada-Una muñeca, me la dio mi amigo cuando tenía seis años- él siempre se había comportado muy bien, aunque era mayor siempre buscaba complacerla con lo que ella quería- y tú cuál fue tu primer regalo-Un trenecito- don Alexandro desde que supo que venía le había comprado ese trenecito,- yo aún no nacía y mi papá me compró ese trenecito, es un tesoro que guardo, porque le prometí a mi papá que ese trenecito sería de su primer nieto- su hijo, un hijo que ella no le daría, un hijo que él amaría con otra mujer a su lado, Álvaro siguió con al siguiente pregunta- ¿Lo que siempre has querido para tu cumpleaños y no has tenido?- Natalia bajo la vista, tal era una tontería per
—Perdón Álvaro no sabía nada pensé que ella era la chica que me contaste tantas veces en la universidad- Álvaro quería darle a su amigo un gran golpe en esa boca, si eso había sido antes, cuando vivía engañado de la arpía de Azucena- que pasó amigo-Es una larga historia, pero en resumen al llegar de terminar mis estudios quise sorprenderla pero el sorprendido fui yo- Álvaro veía de vez en cuando por dónde Natalia se había ido- la encontré con otro-Y el anillo se lo diste a ella, a tu ahora esposa- Álvaro negó con la cabeza,-No, el anillo que compre lo deje en la mesa enfrente de ella, a esa Azucena- al pensar en ese anillo se había dado cuenta que algo faltaba en la mano de Natalia-De nuevo aún disculpa por mi imprudencia- Salvador realmente estaba apenado, no quería causar problem
Todo está listo como usted pidió jefe- Oscar sonrió, aunque su jefe quería otra cosa no podía permitir que dejará a su hija sin nada, ella lo merecía, ella se estaba esforzando para agradar a Patricio Rinaldi-Esperen mi llamada para actuar, y no quiero errores estúpido si no tu me la pagarás- en sus manos estaba el expediente que su hermano le había hecho llegar, ya le había echado un vistazo pero no encontró nada que pudiera ayudarlos, realmente está mujer era una muy aburrida, nunca se había metido en problemas, ni había tenido una infracción, está más que limpia- quiero que maten a Natalia Vidal- termino la llamada, tenía claro que a su jefe no le gustaría está información porque no tendría forma que el pudiera chantajearla. Entro en el despacho de su jefe que acaba de llegar del congreso- Señor aquí está el informe que me mandó mi hermano, ya vi y en el no hay nada que nos pueda ayudar- Patricio paso una hoja tras otra, era verdad no había nada Natalia Vidal na
El desayuno se llevó con normalidad, las muchachas de servicio estaba contentos por el amor que flotaba en el aire cuando Natalia y el joven Álvaro estaban en la misma habitación. Después de estar junto a ella había ido a su cuarto por su portafolio, sabía perfectamente si ella decía que en diez minutos estaba lista lo estaría. Bajo y se sentó para ver el periódico esperando, Consuelo ya ni se molestaba en preguntar el iba a esperarla y cuando la vieron bajar era el momento de servir, Álvaro se levantó para acomodar la silla de ella a su lado-¿Te sientes nerviosa?- tomo su mano algo que se estaba volviéndose habitual, ella sonrió con solo sentirlo-No, porque se que haré mi mejor trabajo y espero que el jefe no se entrometa en mi vida laboral- Álvaro sonrió, ella ya lo conocía, sabía perfectamente que era capaz de intervenir si algo no le gustaba, si alguien la atacaba el terminaría despidiendo a todos- no quiero que piensen que tengo privilegios por estar co
La noticia del accidente del empresario Álvaro De La Rosa era tendencia en todos lados querían saber sobre su estado de salud, y sobretodo querían saber si la policía ya había dado con el o los responsables del atropellamiento, por fuera del hospital se encontraban periodistas esperando que algún familiar saliera a dar una declaración o dar a conocer el estado de salud del joven empresario. Patricio estaba al pendiente de las noticias, otra vez el destino le estaba queriendo quitar su venganza, una venganza que venia planeado desde que antes Álvaro naciera****Treinta y tres años antes-Las reinas son mías- un hombre sonreía contento, mientras intentaba arrastrar las monedas de colores que había ganado en esa mano- al fin la vida me sonríe muchacho-No tan deprisa señor Montiel, yo creo que mi juego es el ganador- sobre la mesa un joven Patricio mostraba el pokar de ases, Montiel abrió los ojos había perdido la empresa no podía ser, la herencia de su
Arturo había ido a buscar a Natalia varias veces pero siempre se encontraba con una negativa, siempre estaba en la empresa o muy ocupada con su esposo que no tenía ni tiempo para recibirlo, ¿Pero que tenía que cuidarlo?, No era su responsabilidad, aunque en un papel dijera que eran esposos en la realidad era otra según él. Tenía que advertirle sobre Rinaldi que la había mandado investigar gracias a Dios él había sido él encargado de hacer el trabajo, y eso había valido para que pudiera darle la información que a ella le convenía, pero sabía que ese hombre buscaría más hasta dar con algo que la pudiera perjudicar, así que tal vez era hora de irse a otra ciudad y comenzar de nuevo. Él podía ayudarla a establecerse, ya tenía todo una casa donde podían vivir los dos, buscaría otro nombre para ella, y el con su trabajo la mantendría, no necesitaría salir de casa, él la protegería de todo y de todos, no permitiría que le hicieran daño. Y haría todo para protegerla de todos y sobre todo de