Valentina Petrova — Ven — Nicolás tomó mi mano y me llevó hasta dentro de la mansión, todos seguían disfrutando de la fiesta.Me alegraba ver a todos disfrutar sobre todo me alegraba ver que nadie parecía tenerme miedo.— A dónde vamos?— Le pregunté mientras me dejaba guiar por el.— Tu solo sígueme Lo seguí escaleras arriba, hasta que llegamos a su habitación, me sorprendió ver que habían flores por todos lados.— ¿Que es esto?— Le pregunté sin dejar de mirar las flores.Habían rosas blancas por todos lados y me encantaba, jamás había imaginado que alguien hiciera algo tan hermoso por mi.— Es para ti, es mi manera de darte de la bienvenida a nuestro hogar — Me dijo, me lancé a sus brazos y me aferré a su cuerpo.— Espero que esa reacción es porque te gusto — Me encanto — Besé sus labios — Gracias por este hermoso detalle — Siempre feliz de hacerte feliz — Se alejó de mí y camino directamente hacia la cama en donde todo de ahí una caja de terciopelo. Bueno al menos está vez estaba
Valentina Petrova Fui la primera en despertar así que me levanté de la cama con mucho cuidado salí de la habitación, había despertado con algo de hambre y sintiéndome algo débil caminé hacia la cocina está parecía estar algo vacía abrí la nevera y decidí tomar una manzana. Me dirigí hacia la parte trasera la cual nunca había podido ver esta era bastante grande e incluso habían árboles y arbustos. — tampoco puedes dormir?— saliendo de uno de los arbustos estaba Sarah parecía estar escondida ¿Que hacía ella aqui? Pensé que no podía salir de su habitación — No, no puedo — Es por qué tienes hambre y no importa cuánta comida ingieras no te vas a sentir asociada hasta que no tome sangre— negué con la cabeza, me niego ingerir sangre otra vez— tarde o temprano vas a hacerlo Valentina y es porque aún eres muy nueva, tu cuerpo necesita la sangre — ¿Cómo lo sabes? Tú también eres vampira y yo no te veo a ti consumir sangre — es diferente, yo tengo al menos un siglo, tú por otro lado tien
Valentina Petrova Nicolás y yo salimos en completo silencio, creo que ambos teníamos cosas que decirnos sin embargo ninguno de los dos decía absolutamente nada. — ¿Desde cuando tú ya Enrique discuten tanto?— Me atrevi a preguntar Él se aclaró la garganta. — bueno es difícil todo lo que ha sucedido, tengo que admitir que ya no tolero tanto a María y obviamente María no tolera en nada Sarah, la culpa por lo que sucedió, y no la culpo por eso, Sarah todo este tiempo ha sido muy prepotente y mala, por eso decidí que el calabozo sería una mejor opción para ella— Está embarazada Nicolás, claro que no es una mejor opción — El me miró confundido— Pensé que te sentirías mejor con que la hiciera ver que lo que hizo no estuvo bien — hablé con ella— solo quiere engañarte Valentina, Sarah te está engañando cualquier cosa que te dijo es mentira ella solo sabe mentir para conseguir lo que quiere— y quizás eso sea verdad quizás aprendió que con mentiras puede conseguir más que con la verdad,
Valentina Petrova Nicolás fue el primero en lanzarse encima de uno de los vampiros mientras que yo hacía lo único que sabía hacer aunque ahora entendía que eso no los mataba arrancar corazón. Corrí hacia el padre de Samuel y hacia su tío y fueron los primeros dos corazones que arranqué dejándolos en el suelo Raúl me miraba fijamente sin mover un solo dedo lo que me hacía saber que él no era una amenaza para mí así que me fui con otros dos vampiros. Podía verde reojo como Nicolás arrancaba cabezas para él parecía ser tan fácil. Me gustaría saber realmente cómo mueren los vampiros. Una mano en mi pecho me hizo jadear, me había distraído mirando a Nicolás, frente a mí estaba Samuel podía sentir su mano en mi corazón. — Claro que no te voy a matar pero vas a sentir lo que yo sentía aquella vez— me dijo con una sonrisa en el rostro. Antes de que pudiese sacar su mano con mi corazón en ella pude ver como Nicolás tenía sus dientes en su brazo lo apretó arrancándolo de su cuerpo hacien
Valencia Petrova Bajé al comedor junto a Sarah, por primera vez le había ordenado a alguien algo y había sido a las personas que cuidaban a Sarah por ninguna razón querían dejarla salir, entendía que habían sido órdenes de Nicolás sin embargo eso era antes de que él y yo supiéramos ciertas cosas ahora que sabíamos el porqué ser había hecho todo eso y nos había mentido tanto creo que ella podía salir de su habitación. Quería confiar en ella. Lo sé quizás soy muy tonta.Ambas bajamos las escaleras en silencio claro que sabía que Sarah y yo no éramos amigas simplemente éramos una especie de aliados ambas buscábamos ser libres y felices y podíamos ayudarnos mutuamente así que no había necesidad de molestarnos o hacernos daño una a la otra.Una vez que llegamos al comedor ahí se encontraba María. Apenas nos sentamos el ambiente se tornó sumamente incómodo. — creo que lo mejor es que vaya a desayunar a mi habitación— La voz de María se hizo presente en el comedor. Me sentía mal por el
Valentina Petrova Después de aquel almuerzo incómodo con María salí de su habitación y me dirige hacia el laberinto que estaba en el centro de la manada. Definitivamente necesitaba pensar qué es lo quería al menos qué es lo que le diría a Nicolás. Nicolás, me preguntó cómo le estará yendo a Nicolás, espero que los alphas estén aceptando lo que el le está diciendo.Me senté en una banca de madera que había dentro del laberinto, supongo que aquí venían los enamorados a pasar un rato solo y a pesar. Suspire. Tenía mucho en que pensar. No podía dejar Sarah y a su bebé a la deriva, no quería ser otra persona que le fallara y le diera la espalda, ella no lo merecía. Sabía lo que era sentirse solo en el mundo, aunque ya no me sentía así un día fui ella.pasado"Escuché desde la ventana mis padres gritarse. — No entiendes que ya no puedo Charly?!— El grito de mi madre retumbó por toda la casa — No puedo más— Cristal ella te ama— Pero yo no, no me puedes obligar a quererla.Mis padr
Valentina Petrova Pasado— Valentina!!— El grito de mi madre me hizo correr escaleras arriba — Vendrán los hijos de mi amiga— Me dijo al verme — Necesito que te comportes bien no hables y solo sonríe, le dije a mi amiga que erasmuda y así vamos a justificar el hecho de que no hables— asentí con la cabeza — mamá pero yo sí tengo que hablar?— preguntó Catalina llegando con un vestido pomposo y debo admitir muy hermoso. Yo también quería tener un vestido así. — sí, mi amor tú claro que tienes que hablar porque los niños van a venir para poder jugar contigo— le dijo mi madre con un enorme sonrisa en el rostro. Escuchamos el timbre sonar. Mi madre tomó la mano de Catalina y ambas bajaron con cuidado las escaleras yo por otro lado bajé detrás de ellas en silencio. Las tres caminamos hacia la puerta mi madre la abrió y una mujer hermosa y sumamente elegante se dejó ver con dos niños — Ay cristal Qué hermosa éstas— dijo la mujer con una voz bastante chillona—No puedo creer que estas d
Nicolás Harrison — Estás seguro de esto Nicolás?— Preguntó Enrique — Ellos no van a tomarlo muy bien que se diga Eso era algo que sabía pero no tenía otra opción ¿Que se supone que tenía que hacer? Entregarles a Valentina.Ella era mi mate! Ella era mi compañera, no podía entregarla.— Lo sé pero ¿Que crees que debo hacer?— Le pregunté esperando que él me diera una solución.— Dame una maldita solución!— Exclamé El solo suspiro.No había una diferente a esta, si había algo que estaba seguro es que una guerra se acercaba, necesitaba encontrar aliados para que estuvieran.Ambos nos bajamos de la camioneta y caminamos hasta la mansión.Teníamos una mansión en donde solíamos reunirnos era solamente para las reuniones y las veces que teníamos que darnos o las reuniones era de noche. El lugar había sido construido entre todos y estaba en una zona bastante neutra. Una vez que nos adentramos a la mansión comencé a escuchar como los alfas hablaban entre sí, solía ser el último en llegar y