REY VAMPIROSabía que el desgraciado de Aldric era fuerte, pero el muy maldito me tuvo al borde de la muerte en varias ocasiones.Incluso se atrevieron a atacarme juntos él y su mujercita, esa maldit4 defectuosa Selenia que ni un trabajo sencillo pudo hacerlo bien.Me estaban agotando, la sangre de Gabrielle que había nutrido mis poderes lentamente todos estos años, estaba salvándome la vida, pero igual, ¡esas reservas de poder no eran inagotables!Utilicé gran parte de ella curándome con rapidez, la pérdida de sangre era importante y debía acabar esta pelea de una vez.Los idiotas que traje todos muertos, ¡esto era un desastre!Ataqué de repente al Rey Lycan aprovechando la cercanía que él mismo creó con la idea de malherirlo lo suficiente como para volar hasta Valeria y tomarla de rehén.Ella era mi boleto para salir de aquí y llevarme el inmenso poder que debía estar todavía en sus manos. Creía que aún podía arreglar las cosas.Algo me inquietaba, mi sexto sentido me decía que debí
EL REY VAMPIROAsí que me levanté casi sin poder respirar y gritando como un demente me le abalancé con las garras y mis caninos afuera. Ella también se abalanzó hacia mí. Luchamos como en antaño, solo que esta vez era a muerte de verdad.Mis ataques iban a su garganta, a sus ojos, su pecho, sus puntos débiles, y ella solo esquivaba y esquivaba, estaba jugando conmigo, como una mascota, me llevaba de la correa hacia donde quería.Su mano de repente me agarró la cabeza de frente, incrustando sus garras hasta el punto, que pensé que me haría puré el cerebro.La ataqué furioso y descoordinado, buscando herirla en el pecho, pero eso no parecía ni hacerle cosquillas a su cuerpo.Su rostro hermoso y cruel se acercó al mío, lleno de odio y rencor.— No creas que será tan fácil Kael, mientras viva y esta vez pienso hacerlo durante mucho tiempo, tú estarás siempre a mi lado, ¿no querías ser parte de mí, no deseabas mi sangre y mi poder?Sus palabras viciosas me congelaron, sus garras se hundí
QUINN“Gabrielle, serás muy poderosa y yo solo soy un simple lycan, pero las cosas no siempre se harán como deseas”Pensé mirando hacia ella y juraría que por un segundo se detuvo de su tortura y giró su cabeza a un lado, mostrándome su perfil, como si me hubiese escuchado.Sin embargo, luego continuó torturando a ese hombre, que la verdad, no sabía ni cómo seguía vivo.¿Acaso me hará lo mismo al enterarse de que somos mates?Morir bajo las manos de esa hermosa mujer fatal no parecía tan malo.*****VALERIA— ¡Aldric! – me levanté yendo a su encuentro, preocupada por sus heridas, sin embargo, me detuve casi a punto de tocarlo, mis dedos sucios temblando a solo centímetros de su pecho.— Aldric… yo… lo lamento por engañarte… no sabía cómo explicarte lo que era… ni siquiera lo entendía… — las lágrimas comenzaron a caer solas de mis ojos.Bajé mi mirada, sin atreverme a verlo, el mundo se caía a nuestro alrededor, pero no había nada que me pudiese herir más que su rechazo.Ni siquiera en
VALERIAMi cuerpo estaba exhausto, no solo física, sino mentalmente.Desde que fui engañada para luchar contra Aldric en aquel acantilado, hasta el momento en que todo a mi alrededor se desmoronó, estuve tensa y estresada, sobre pensando mis opciones, con miedo del futuro, sin saber cómo sobrevivir en el presente.No sé dónde estoy, ni que ha sucedido. Mi mente confundida se vuelve a conectar con la realidad, pero algo recuerdo enseguida, estoy embarazada.Asustada, muevo mis sentidos, reviso mi vientre donde la saludable vida de mi cachorra se mantiene y se desarrolla.Doy un suspiro de alivio, eso era lo más importante y entonces me enfoco en la persona que me acompaña.Alguien respira a mi espalda, un cuerpo cálido y mucho más grande que el mío.Estoy acostada y parpadeo intentando enfocar los muebles extraños de la instancia.La mano que rodea mi cintura me aprieta con suavidad, posesivamente, pegándome más al amplio pecho, fundiéndome con el poderoso cuerpo.“Vale, ¿estás despie
VALERIASalí acompañada de Aldric, su mano en mi cintura, pegándome a su costado protectoramente.Afuera se escuchaban voces, no sabía de quienes, parecían provenir del patio.Miré al alto puntal del techo, aunque esta fuese la mejor casa del pueblo, igual se veía oscura y la atmósfera era opresiva, el papel tapiz verde de rayas en las paredes, daba un poco de mareo y claustrofobia.Al doblar una esquina llegamos a otro pasillo con puertas de habitaciones a un lado, Quinn estaba de pie delante de una de ella.— ¿Quinn, por qué no estás descansando? ¿Están bien? ¿Cómo está Celine? – enseguida me adelantéSé que a Aldric no le gusta mucho la cercanía mía con este lycan, pero hemos pasado ya por demasiadas situaciones juntos, de vida o muerte.Para mí, Quinn y Celine son como hermanos de armas, mis amigos y no tengo ningún otro sentimiento por él.— Estoy mejor y Celine está descansando, me alegro mucho que no te haya sucedido nada, eso es lo más importante – me dice asintiendo.Está dema
ALDRIC— Quinn, necesito que en cuanto te recuperes regreses al Reino, dejé todo en manos de Beof – nos separamos un poco de la puerta para hablar nuestros asuntos, pegados a la ventana que daba al jardín.— Estábamos listos para iniciar la guerra, le dije a Beof que tuviese el ejército listo para atacar el Reino Oscuro, ahora no es necesario, pero temo que no reciba noticias mías y ataque…— No puedo – respondió mirándome de frente, pude ver el desafío en sus ojos – Se le olvida Rey Lycan que mi hermana y yo cometimos traición, lo engañamos y ya no formo parte de la orden de los Guardianes.— ¡No me vengas con esa mierd4! – le gruñí enojado, pero luego miré a la puerta de la habitación y decidí calmarme— Si yo no te he reclamado nada y te envío al Reino a hacerte cargo, ¿por qué crees que es? No somos hembras, Quinn, no vamos a darnos la mano y ser amiguitos, pero es obvio que no tengo nada de que acusarte.— Me engañaste, sí, me encojonó eso, también, pero protegiste a mi hembra y
ALDRICLa verdad es que todo este sentimentalismo me irrita, solo bajo la guardia con mi mujer, pero eso no quiere decir que no lo sienta de verdad.— Redactaré un manuscrito para que se lo entregues a Beof, a estas alturas debe de estar en las fronteras oeste, necesitamos reunirnos y en tu camino averigua la situación del castillo del Rey Vampiro – nos ponemos a planificar.Los ojos de Quinn no dejan la puerta, su mente nunca está realmente pendiente a la conversación.Lo entiendo muy bien, para un hombre de nuestra raza, su mate es lo más sagrado, solo que lo va a tener complicado.A pesar de estar así ahora, Gabrielle es un hueso demasiado duro de roer y aún está por verse, si el chacal será el suegro o me quedaré sin un guardián en la plantilla.*****GABRIELLEDespués de hablar con Valeria, al fin me siento en paz.Nunca pensé terminar en este estado, hasta el último momento Kael me la jugó, siempre lo subvaloré, ese ha sido mi mayor error.Siento una presencia, ahora que estoy c
GABRIELLEMe desperté de golpe y tensa, no era la hechicera sanadora, sabía muy bien de quién se trataba.— Tranquila, no hagas movimientos bruscos, solo estoy manteniendo limpia la piel sana, como indicó la sanadora – su voz baja y suave se vertió en mis oídos.Me lo imagino inclinado sobre mi cuerpo, su cabello rubio cayendo hasta sus hombros y sus ojos dorados concentrados.Lo vi por poco tiempo cuando expandí mis sentidos al renacer, es hermoso y masculino, tan sexy, puede encontrar a una hembra en su raza, yo no soy para él y menos ahora, en lo que me he convertido.— No tienes que hacer esto, hay más personas que pueden…— Por supuesto que tengo que hacerlo, nadie más puede cuidarte mejor que yo – me dijo, recuerdo su voz dándome aliento en medio de tanto caos y dolor.— No – levanto mi mano e intento agarrar su muñeca, me da rabia no ver nada, ni siquiera tengo el poder de “observar” el entorno con mi mente.Nunca pensé verme así tan inútil, tan poca cosa, tan dependiente. — A