VALERIA— ¿Espectros? ¿Por qué no lo han reportado a los Guardianes para que vengan a echar un vistazo? – Aldric lo interrogó con frialdad.— Es que, es que hace años no aparece ninguno, pero en nuestra manada hay una historia que dice, que a los que se aventuran a este sitio les cae una maldición y son marcados por espectros para morir más tarde, así le sucedió a un matrimonio, buenas personas, miembros de la manada.Dice con la cabeza baja, apesadumbrado y tengo el presentimiento de que habla de mis padres.— Ellos encontraron a un bebé abandonado en este bosque, dijeron que en ese Altar, ¡¿se imagina, qué bebé puede haber sobrevivido aquí?! Le advertimos varias veces que no lo llevaran a la manada, que esa niña tenía cosas raras, no nos hicieron caso, al cabo de unos años, murieron destrozados por un espectro y solo sobrevivió ese engendro.Apreté los puños ante su historia, tenía el impulso de insultarlo y defenderme, pero Aldric se me adelantó.— ¿Entonces usted hubiese dejado a
VALERIA— Valeria, ¿qué sucede? – escucho de repente la voz de Celine y levanto la mirada hacia sus ojos preocupados.— Valeria, amor, ¿qué te pasa, te sientes mal? – Aldric enseguida se acerca con pasos apresurados hacia mí y se arrodilla frente a mis piernas, extiende sus dedos con suavidad y limpia mi rostro.Me doy cuenta de que estoy llorando, sentimientos intensos me ahogan.— Quiero irme de aquí, ya quiero regresar – le digo tragándome mis sollozos y echando mis manos alrededor de su cuello.Me levanta enseguida, cargada y protegida contra su amplio pecho.— Quinn no demoren mucho, por favor, intenta acelerar esto – da órdenes a Quinn que también se levanta preocupado.Me avergüenza estar haciendo una escena, pero simplemente no pude evitarlo, era como si miles de memorias estuviesen empujando en mi cabeza, dándome un dolor terrible y sin recordar nada en concreto.Aldric me llevó casi corriendo hacia la casa y se acostó conmigo en la cama, consolándome, arrullándome y acaricia
VALERIAPareciera que el tiempo se congelara y estuviésemos en ese momento donde ella había entrado al cuarto y había visto a su hijo asesinado entre mis manos.No me arrepiento de nada, Dorian asesinó primero a mi cachorro, así que ojo por ojo me parecía muy justo.Cuadro mis hombros y subo mi barbilla desafiante, si piensa que le voy a tener temor y respeto como antes, se equivoca.Sé que puede abrir la boca delante de Aldric, acusarme, al fin y al cabo mi ex amiga Sophia debió ver mi transformación, pero será su palabra contra la mía, veremos a quién le cree el Rey.— Alfa, no sabía que abrían más personas invitadas – Aldric dice a mi lado, con la misma frialdad y aspereza de siempre.— Su majestad, por favor, disculpe, que no pude asistir a recibirlo personalmente, el Alfa no me había avisado de su llegada – ella da un paso adelante y hace una reverencia lamebotas delante de mi hombre.— ¿Y usted es? – su majestad eleva una ceja interrogante.— Soy por ahora la regenta en funcione
VALERIA— No es necesario, yo me limpio sola… — agarré su mano con fuerza cuando intentó tocarme.— Insisto, su majestad, creo que es conveniente que me deje ayudarla – me dice entre dientes amenazadoramente retirando la mano de golpe.— ¿Sucede algo? – Celine se acerca a nosotros, supongo que al percibir la tensión.— No, tranquila, iré a lavarme esta mancha, regreso enseguida – le digo intentando sacar una sonrisa.— Valeria, no te alejes ni salgas a ningún sitio sin nosotros – Quinn me advierte y les digo que solo voy al baño.Sigo la espalda de Anaís, no sé qué pretende, pero estaba segura de que no se quedaría de brazos cruzados.El baño está cerca y no hay peligro en la casa rodeada de vigilantes.— Entra – me dice bruscamente abriendo la puerta del pequeño baño y señalándome adentro.— No me parece Anaís, aquí estamos solas, dime de una vez que deseas, no voy a entrar a ningún baño contigo – le digo parándome en el pasillo con altitud altanera, al igual que está ella.— Je, ya
VALERIA— ¿Qué… qué haces? Voy a gritar… — sus pupilas se dilataron con miedo y su corazón latía como loco.— Y si me viste, en lo que me convierto, ¿cómo te atreves a tener el descaro de chantajearme, vieja, desgraciada? ¿Deseas terminar igual que tu hijo? – mi voz ronca le hablaba de cerca, esa energía oscura moviéndose en mi interior, las ganas de matar regresando, pero no lo podía hacer aquí o todos me descubrirían y ella también lo sabía.—Si me sucede algo, alguien también le va a mostrar al Rey, ¡estarás acabada Valeria! No te lleves al niño, pero mi puesto de Alfa, me lo tienes que asegurar, ¡por tu culpa mi hijo murió y los demás guerreros amenazan con tomar su lugar! – decía temblando por todos lados.— Piensa en tu cómodo trono de Reina, no te conviene que te exponga, ambas salimos ganando y me olvido de que existes, del pasado…Toc, toc, toc.— ¿Valeria, pasa algo? Te estás demorando mucho – la voz de Celine nos interrumpió.— Piénsalo Valeria, es ganar y ganar, zanjemos e
VALERIAEn medio de mi llanto me siento de repente muy confundida, no sé, algo denso se filtra por mi nariz, me duele de repente la cabeza y siento mareos.Me levanto limpiándome las lágrimas, mirando a mi alrededor, no veo nada, hay como una niebla blanca espesa a mi alrededor tapando incluso la claridad de la luna.¿Qué hacía yo aquí?Estoy un poco confundida, pero me tenso al ver salir a una mujer desde la niebla.— Sophia— me pongo en guardia, ella era mi mejor amiga, pero me traicionó con mi Alfa Dorian, yo los vi junto, sí, ¿pero cuándo? - ¿Viniste a celebrar tu victoria? ¿A reírte de haberme engañado mientras te acostabas con Dorian?— No, en realidad vine a devolverte esta cosa deforme que salió de tu vientre – responde y reparo en que lleva un bultico en sus manos, las mantas blancas están llenas de sangre.Mi corazón se acelera en pánico, no quiero que ella destape lo que tiene en sus manos, presiento que no deseo saberlo o no lo podré soportar.— Tómalo, esta cosa es tu beb
VALERIAA penas y me dio tiempo a tirar el cuerpo medio moribundo de Sofía a un lado, cuando un formidable enemigo se me abalanzó encima.No recordaba que Dorian fuese tan fuerte, no se veía así… creo… la punzada en mi cabeza aumentaba, pero no tenía tiempo para dudar porque era obvio que venía a por mi cabeza.Siseé de dolor cuando unas garras se hundieron en mi hombro al agarrarme con fuerza para controlarme, miré de repente a los ojos rojos llenos de odio de una enorme bestia.Algo empujaba por salir de mi mente, un grito en mi interior, sin embargo, no escuché nada porque su otra garra venía a por mi cabeza.Mis duras alas salieron de mi espalda y el aguijón se clavó con fuerza en la palma de su mano elevada en el aire, tomándolo por sorpresa, y atravesándola de lado a lado.Aprovechando la cercanía, mis garras salieron buscando su garganta, pero él enseguida retrocedió a mi ataque, sin embargo, le vi las intenciones de agarrar mi ala para tirar de ella.Saqué el aguijón enseguida
VALERIAEra otro enorme lycan marrón, Quinn, que rezumaba sangre por varias heridas y comenzó a luchar con Aldric, asediándolo junto con la forma de vampira de Celine.Sabía que me estaban defendiendo, rebelándose con todo frente al Rey por mi causa, apreciaba su lealtad, pero no era así como hubiese preferido que terminaran las cosas, todo había sido el resultado de mis miedos e indecisiones.Los rugidos y el olor a sangre espesa inundaban el bosque, empecé a absorber toda la niebla llena de energía oscura de mi alrededor, mis alas batían con fuerza creando corrientes de aire que se llevaban lejos los engaños y artificios.Mis pies se elevaron varios centímetros del suelo y la luz de la luna comenzó a iluminar las tinieblas, sin embargo, era demasiada energía oscura y yo a penas era una novata controlando mi poder.Abrí mis ojos cuando algo venía volando en mi dirección y cayó a mis pies haciendo un ruido sordo.“¡Quinn!”, le grité sumamente agotada, al borde de desfallecer, sentía q