Capítulo 16: La Caída de Cuarto CrecienteEl amanecer traía consigo un silencio inquietante al territorio de Cuarto Creciente. Kael, rodeado de sus guerreros de Luna Oscura, se adentró en el campamento, su postura imponente y su mirada fija en un solo objetivo: Raiden. La estrategia estaba clara; esa era su oportunidad de enfrentarse a Raiden y tomar el control de Cuarto Creciente, de una vez por todas.Kael llamó a Raiden, desafiándolo a un duelo frente a toda la manada. Raiden, aunque aún sentía los efectos de su reciente envenenamiento, no podía rechazar la invitación sin poner en riesgo su autoridad. Con una expresión firme, aceptó, su determinación brillando incluso en medio de su estado debilitado.Raiden: “Kael, si lo que buscas es un duelo, lo tendrás. Pero debes saber que Cuarto Creciente no se rinde fácilmente, y lucharé con todo lo que tengo para proteger a mi manada.”Kael esbozó una sonrisa y se preparó, consciente de la ventaja que el estado de Raiden le daba. Los lobos
Capítulo 17: El Juego de Lyra Una vez en el territorio de Luna Oscura, Aria se encontró rodeada de miradas hostiles y desconfiadas. La manada no la aceptaba, y la tensión en el ambiente era palpable. Kael, decidido a ganarse a Aria y restablecer el vínculo que había roto años atrás, la visitaba constantemente, intentando convencerla de que su lugar estaba a su lado. Pero en cada encuentro, Aria lo rechazaba, recordándole que su lealtad y su amor pertenecían a Cuarto Creciente y a Raiden. Kael, aunque frustrado, estaba decidido a recuperar el lazo con Aria, creyendo que el tiempo y la persistencia lograrían quebrar su resistencia. Sin embargo, lo que Kael no percibía era la creciente hostilidad de Lyra, quien observaba en silencio cómo su posición de liderazgo en Luna Oscura estaba siendo amenazada por la obsesión de Kael con Aria. Para Lyra, la solución era clara: si Aria no podía ser eliminada de manera directa, la debilitaría desde dentro, hasta que se volviera incapaz de desa
Capítulo 13: Traición en la Manada Días después del último encuentro con Kael, cuando la tensión parecía haber disminuido, la vida en Cuarto Creciente seguía su curso. Sin embargo, tanto Raiden como Aria sentían en el ambiente un cambio sutil, una inquietud que no lograban explicar del todo. Los lobos más cercanos a Raiden comenzaban a notar también que su energía no era la misma; algo parecía estar debilitándolo lentamente, sin causa aparente. Aria observaba con preocupación cómo Raiden se mostraba más cansado de lo usual. Aunque no se quejaba, era evidente que algo lo afectaba. Freya, quien era su mano derecha en los temas de la manada, también notó el cambio y se lo comentó en privado a Aria. Freya: “Aria, algo extraño está pasando. Raiden ha estado mostrando señales de agotamiento que no son normales en él. No sé si sea una enfermedad o…” La preocupación en el rostro de Freya era evidente, y Aria comenzó a sospechar que algo más profundo podría estar ocurriendo. Recordó las am
Capítulo 18: El Refugio del BosqueLejos del campamento de Cuarto Creciente y de las garras de Luna Oscura, Raiden yacía inconsciente en una cabaña aislada en el bosque, oculto del mundo. Había sido encontrado en la base del acantilado por dos niños del pequeño pueblo cercano. Al verlo malherido, decidieron llevarlo a su hogar, donde su madre, conocida en la región por sus conocimientos de hierbas y sanación, podría ayudarlo.La madre de los niños, Althea, era una mujer de sabiduría antigua, alguien que muchos en el pueblo respetaban y buscaban cuando necesitaban remedios para enfermedades y dolores. Sin embargo, aquellos que sabían más de ella susurraban que era algo más que una simple curandera; decían que era una bruja, una mujer con el don de ver y sanar más allá de lo ordinario.Cuando los niños llevaron a Raiden a su casa, Althea entendió de inmediato que aquel hombre no era común. Al observar las heridas en su cuerpo y la energía que emanaba de él, supo que estaba en presencia
Capítulo 19: La Magia del DesvíoMientras Raiden continuaba su lenta recuperación en la cabaña de Althea, los guerreros de Luna Oscura no cesaban en su búsqueda. Kael había dado la orden de encontrarlo a toda costa, y su manada patrullaba los alrededores, intentando captar cualquier rastro de su esencia que los llevara a su ubicación. Sin embargo, Althea, gracias a sus conocimientos antiguos, había logrado ocultar todo vestigio de la presencia de Raiden, cubriéndolo con protecciones que ningún lobo podría detectar.Althea, al ver que la presencia de los guerreros de Luna Oscura se hacía cada vez más frecuente, decidió tomar precauciones adicionales para asegurarse de que no pudieran localizar a Raiden. Los niños, observando desde la distancia, notaron que el grupo de hombres extraños estaba cada vez más cerca de la cabaña. Corrieron hacia su madre, advirtiéndole de los movimientos de los buscadores.Niños: “Mamá, están muy cerca. Nos vieron en el bosque y creemos que sospechan de noso
Capítulo 20: Los Días de CautiverioEn Luna Oscura, los días se deslizaban lentamente desde que Aria había llegado como prisionera. Habían pasado varias semanas desde que fue llevada a la fuerza, y aunque Kael le había prometido una vida como su compañera y Luna, la realidad para Aria había sido muy distinta. La libertad que alguna vez conoció en Cuarto Creciente ahora parecía un recuerdo lejano, sustituido por la frialdad de su confinamiento.Desde su llegada, Kael había intentado ganarse su favor, visitándola y hablándole sobre el futuro que imaginaba junto a ella. Para él, Aria era la clave de unificar las manadas, de crear una fuerza imparable, pero cada vez que intentaba hablarle de su visión, Aria lo rechazaba con firmeza, dejando claro que su lealtad y su amor pertenecían a Cuarto Creciente y a Raiden.Frustrado por su resistencia, Kael había optado por mantenerla en cautiverio, pensando que el tiempo lograría doblegar su voluntad. Aria, sin embargo, aprovechaba cada momento en
Capítulo 21: Un Nuevo SecretoLos días en cautiverio se tornaban eternos para Aria, pero la determinación de no quebrarse la mantenía en pie. Sin embargo, algo comenzó a cambiar en su interior. Una sensación extraña, sutil pero cada vez más evidente, empezó a tomar forma. Primero, eran pequeños malestares que intentaba ignorar, atribuyéndolos al estrés y la tensión de su encierro. Pero con el paso de las semanas, se dio cuenta de que aquello era algo mucho más profundo.Una mañana, mientras se encontraba sola en su habitación de piedra, Aria sintió una oleada de emociones mezcladas: miedo, sorpresa y, por encima de todo, una esperanza que hacía tiempo no había experimentado. Colocó una mano sobre su vientre y, aunque apenas podía comprender lo que estaba ocurriendo, lo supo. Estaba esperando un hijo… el hijo de Raiden.La revelación de su embarazo le trajo una nueva fuerza, algo que la llenó de energía y determinación. El hecho de que llevara en su vientre una parte de Raiden, de Cuar
Capítulo 22: Un Rumor de EsperanzaEn Cuarto Creciente, los días desde la caída de Raiden habían sido oscuros y llenos de incertidumbre. Los miembros de la manada aún estaban en shock por la desaparición de su alfa y la captura de varios de sus lobos más leales. A pesar de los esfuerzos por reconstruir, sin Raiden y los suyos, la moral de Cuarto Creciente estaba en su punto más bajo.Sin embargo, todo cambió una mañana cuando un rumor comenzó a extenderse entre los miembros de la manada. Nadie sabía de dónde había salido exactamente, pero la noticia resonaba en cada rincón de Cuarto Creciente: Aria, su Luna, estaba esperando un hijo… el hijo de Raiden. La posibilidad de que Cuarto Creciente tuviera un heredero despertó una chispa de esperanza en el corazón de la manada, una llama que había estado casi apagada desde la caída de su alfa.El rumor, al principio, parecía solo una historia más, algo para reconfortarse en tiempos de desesperanza. Pero, a medida que los días pasaban, la noti