El aire en Cuarto Creciente estaba cargado de tensión tras el último mensaje de Kael, pero esa misma mañana, algo nuevo rompió el frágil equilibrio. Amir, junto con un grupo de guerreros en patrulla, regresó al campamento con noticias que dejaron a todos en alerta: una manada extranjera había llegado al límite de su territorio, liderada por un alfa llamado Ciaran, conocido como el Alfa del Lobo Escarlata.Raiden se encontraba en su despacho cuando Amir entró apresuradamente.Amir:“Papá, hay un nuevo alfa en el territorio. Dice que quiere hablar contigo… y con Laila.”Raiden se levantó de inmediato, sus ojos brillando con la intensidad de Fenrir.Raiden:“¿Con Laila? ¿Qué interés tendría un alfa extranjero en mi hija?”Amir negó con la cabeza, su expresión grave.Amir:“No lo sé, pero no parece hostil. Vino con un pequeño grupo, y aunque son fuertes, no mostraron signos de querer atacar.”Dentro de Raiden, Fenrir gruñó con desconfianza.Fenrir:“Esto no es una coincidencia. Él sabe al
Laila respiraba con dificultad mientras observaba el símbolo grabado en el suelo, el mensaje de Kael todavía resonando en su mente. Las palabras del Alfa del Lobo Escarlata, Ciaran, también se repetían en su interior, sembrando dudas y revelando una conexión que apenas comenzaba a comprender.Esa noche, la luna parecía más brillante que nunca, iluminando el claro donde los miembros de Cuarto Creciente se habían reunido para discutir lo que vendría. Raiden, con los brazos cruzados y el ceño fruncido, observaba el mapa extendido sobre la mesa. Aria permanecía cerca de Laila, mientras Amir mantenía una postura protectora, su mirada fija en Ciaran, que seguía de pie, imperturbable.Amir dio un paso hacia Ciaran, su voz cargada de desconfianza.Amir:“Dices que estás aquí para ayudar, pero no confío en ti. Si realmente quieres proteger a Laila, ¿por qué no nos dices todo lo que sabes?”Dentro de él, Tharos gruñía con descontento.Tharos:“Este lobo tiene su propia agenda. Mantente alerta.”
El aire en el bosque era denso, cargado de una energía que parecía vibrar en la piel de los presentes. La figura encapuchada, rodeada por otras sombras amenazantes, se movía con una calma calculada mientras observaba al grupo de Cuarto Creciente y al Alfa del Lobo Escarlata. A su alrededor, los lobos de la manada escarlata rugían en un murmullo bajo, y dentro de cada uno de los presentes, sus lobos internos se agitaban, listos para actuar.Raiden dio un paso adelante, su espada en la mano y sus ojos brillando con la intensidad de Fenrir. Amir se colocó a su lado, su postura defensiva, mientras Tharos, su lobo, gruñía en su interior.Raiden:“Este es el camino hacia el santuario de la Luna Oscura. No nos detendrás.”La figura encapuchada inclinó la cabeza ligeramente, su voz resonando como un eco entre los árboles.Figura:“¿Crees que puedes reclamar lo que no entiendes? Este lugar no es para alfas ordinarios. Aquí solo se permite el paso a quienes han sido llamados por la luna.”Dentr
Mientras Raiden, Amir, Laila, y Ciaran se enfrentaban a las pruebas del santuario, en Cuarto Creciente la vida continuaba con una mezcla de esperanza y tensión. Aria se encontraba al frente de la manada, manejando los deberes de Luna y manteniendo a la comunidad unida. Sin embargo, la ausencia de su familia y la amenaza constante de Kael pesaban sobre todos.En la sala principal de la cabaña, Aria sostenía en brazos a Luz, una de las gemelas, mientras Alma jugaba cerca de sus pies. Gabriel estaba sentado en la mesa, tratando de concentrarse en sus tareas, pero su expresión reflejaba una mezcla de ansiedad y frustración.Gabriel:“Mamá, ¿cuánto tiempo más estarán fuera? Papá y Amir deberían haber regresado ya.”Aria acarició el cabello de Luz, su voz calmada pero llena de determinación.Aria:“No lo sé, cariño, pero debemos confiar en que volverán pronto. Tu padre siempre cumple sus promesas.”Dentro de ella, Selene, su loba, hablaba con suavidad.Selene:“La manada te observa. Debes m
La noticia de que uno de los exploradores de Kael había sido visto en el bosque sacudió a Cuarto Creciente. El consejo de la manada, liderado por Aria, se reunió de inmediato para discutir las defensas y preparar a la comunidad para lo que podría ser un ataque inminente. Sin embargo, mientras los preparativos avanzaban, secretos y tensiones ocultas comenzaban a salir a la superficie.Aria se sentó al frente de la mesa de la sala principal, rodeada por los líderes más confiables de la manada. Thane y Darius ocupaban sus lugares habituales, junto con otros guerreros y miembros estratégicos. Gabriel permanecía en la esquina, ansioso por escuchar, mientras las gemelas jugaban cerca, ignorantes del peligro.Aria:“Kael está moviéndose. Sabemos que uno de sus exploradores estuvo aquí. No podemos asumir que esto sea solo una amenaza vacía. Debemos actuar como si el ataque pudiera ocurrir en cualquier momento.”Thane:“¿Y qué propones? Sin Raiden y Amir aquí, nuestras fuerzas están reducidas.
El mensaje escrito con sangre dejó a Cuarto Creciente en estado de alerta máxima. Los guerreros reforzaban las defensas, mientras Aria hacía todo lo posible por mantener la calma entre los miembros de la manada. Sin embargo, el peso de la inminente batalla se sentía en cada rincón del territorio. Esa noche, cada lobo se enfrentaría a sus miedos y decidiría qué tipo de fuerza llevaría al conflicto que se avecinaba.Thane, después de recibir atención médica por sus heridas, se encontró con Aria en el claro central. Su expresión estaba endurecida, pero sus ojos reflejaban preocupación.Aria:“¿Qué crees que significa el mensaje? ¿‘La luna se alzará para consumir la luz’?”Thane cruzó los brazos, su voz grave.Thane:“Kael no es solo un alfa hambriento de poder. Está obsesionado con destruir todo lo que Cuarto Creciente representa. La luz… somos nosotros. Quiere aplastar nuestra esperanza.”Dentro de Aria, Selene gruñía suavemente, impulsándola a mantenerse fuerte.Selene:“No puede consu
Mientras el amanecer se extendía sobre Cuarto Creciente y la amenaza de Kael se hacía más real, Aria cerró los ojos y buscó dentro de sí una fuerza que no había utilizado en mucho tiempo. Como Luna de la manada y compañera de Raiden, compartían un vínculo profundo, uno que trascendía las palabras. En momentos de necesidad, podían comunicarse a través de sus lobos internos, un regalo raro que pocos alfas y lunas poseían.Aria respiró profundamente, sintiendo la presencia de Selene dentro de ella. Se centró en la imagen de Raiden, en la fuerza de su vínculo y en el amor que los unía. La conexión era débil al principio, como un hilo que se estiraba a través de la distancia, pero pronto escuchó su voz, baja y llena de tensión.Raiden (telepáticamente):“Aria… ¿qué sucede?”Las palabras de Raiden llenaron su mente, y Aria sintió una ola de alivio al escuchar su voz. Dentro de ella, Selene rugió suavemente.Selene:“Finalmente. Lo necesitamos ahora más que nunca.”Aria (telepáticamente):“K
Capítulo 1: La Noche del Destino El bosque estaba cubierto por un manto de oscuridad, y solo los tenues rayos de la luna llena lograban atravesar el espesor de los árboles, iluminando de manera intermitente el camino que llevaba al corazón del territorio de la manada Luna Oscura. La joven protagonista, Aria, caminaba con paso firme, sus ojos brillantes y expectantes, llenos de la energía de quien está a punto de alcanzar un hito en su vida. Aria era una figura esbelta y atlética, con una belleza salvaje que reflejaba su herencia de lobo. Su cabello largo y oscuro caía en ondas suaves sobre sus hombros, y sus ojos, de un tono gris plateado, relucían como la luna misma. Había crecido en la manada Luna Oscura, una de las más respetadas y antiguas manadas de lobos, y desde pequeña había aprendido a honrar y respetar las tradiciones. Sabía que en esta noche especial, la luna marcaría su destino, revelándole a su mate, la pareja con la que compartiría un vínculo sagrado, un lazo inquebra