Louie fue golpeado por aquellas palabras, que juzgaba tontas y crueles.

Él disminuyó la distancia entre los dos, y pronunció las siguientes palabras:

— Vas por un camino peligroso y fracasarás sin mí.

— Sólo vete y mira cómo gano.

Louie se retiró de su oficina y Rosalie se sentó en su silla de la presidencia.

Segundos después de ser dejada sola ella tuvo una crisis de llanto que duró algunos minutos.

Rosalie miró el retrato de Duncan en la pared, y se dio cuenta de que tenía que ser fuerte.

La mujer comenzó a trabajar para encontrar una manera de aprovechar las ventas de piezas de la empresa, hablando por teléfono con varias empresas con la esperanza de obtener apoyo, pero no tuvo éxito.

Horas después su secretaria llamó a la puerta y Rosalie la dejó entrar.

— No quería interrumpirla, pero un motociclista dejó esta carta aquí, dirigida a la señora.

Rosalie asintió para que ella se acercara, y Leonor dejó la carta en sus manos y se retiró:

La mujer miró la carta y vio que no había el no