Capítulo 25

Rosalie miró la cena que había preparado para sus hijos.

Había hecho la comida favorita de Duncan cuando estaba vivo, pasta.

Suspiró, mirando la mesa, preparando los platos para aquella cena que ni había empezado, pero ya se sentía tan melacólica.

Rosalie suspiró mientras miraba el lugar donde Duncan solía sentarse.

Ella todavía limpiaba la mesa, cuando Angelika bajó las escaleras y entró en el comedor, la niña la miró y le dio una sonrisa triste.

Hoy era el cumpleaños de Duncan, y eso no solo hería el corazón de Rosalie, sino el de todos sus hijos.

Ella se dirigió a Angelika que encendía las velas ahora, y tocó su hombro.

— ¿Cómo estás tú?

Angelika suspiró y respondió:

— Te echo de menos.

Ella la abrazó fuerte, y cuando la soltó, preguntó:

— ¿Dónde está tu hermano?

Angelika volvió a encender las velas, y Rosalie percibió que su actitud era para desviar su mirada.

Sin mirarla fijamente, la niña respondió:

— Está encerrado en su habitación, y creo que no va a bajar.

Rosalie asintió y f
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