Capítulo 92
Julia no sabía si era su imaginación, pero en ese preciso momento en el ascensor, cuando sus ojos se encontraron con los de Santiago, creyó percibir cierta tristeza en su mirada.

¿Cómo podía ser esto posible?

¿Cómo podría alguien tan frío, despiadado y egoísta como Santiago sentir tristeza?

Si acaso sentía algo, tal vez sería preocupación por su sobrino, nada relacionado con ella.

Se había detenido porque no quería salir con él. Mejor aclarar las cosas de una vez por todas.

—Santiago, escucha, quiero preguntarte...

No pudo terminar la frase. Santiago se abalanzó con ferocidad sobre ella y la abrazó por la espalda, paralizándola con este gesto inesperado.

Los brazos de Santiago se estrechaban lentamente, absorbiendo ávidamente su aroma.

No iba a renunciar. Esta mujer solo podía pertenecerle a él y a nadie más.

Cuando Julia recuperó la compostura, se liberó con fuerza y se apartó. Al girarse, vio en sus ojos un deseo desbordado.

Julia se burló:

—¿Qué significaba esa expresión? No me diga
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App