Al día siguiente, Alexander llegó al café del hospital con la mente llena de pensamientos y emociones contradictorias. La revelación de Damián sobre su enlace entre sus familias había reconfigurado su manera de ver el mundo. Sabía que tenía que darle apoyo a Lauren y, sobre todo, mostrarle que estaba dispuesto a estar a su lado en este momento tan difícil.Cuando entró al café, vio a Lauren sentada sola en una mesa, mirando por la ventana, perdida en sus pensamientos. La expresión en su rostro mostraba inquietud; Alexander sintió un nudo en el estómago al pensar en cómo había tratado a su exesposa en el pasado.Fue duro con ella. —Hola, Lauren —saludó, acercándose a la mesa. Ella giró la cabeza, sorprendida de verlo.—Alexander. ¿Todo bien? —preguntó, notando la seriedad en su rostro —. ¿Por qué has venido? Ella tenía el presentimiento de que Alexander aceptaría realizarse las pruebas, pero no quería adelantarse o ilusionarse. —Necesitamos hablar —pronunció, tomando asiento—. Hay
—Eres más fuerte de lo que piensas, y sé que vas a volver a estar sano —susurró en voz baja. Sintiéndose un poco diferente, terminó retirándose de la habitación. Afuera inevitablemente se encontró con ella otra vez, y le dio un abrazo que la tomó desprevenida; sin embargo correspondió porque en el fondo necesitaba con todas sus fuerzas que alguien le envolviera y le dijera que todo estaría bien. —Alexander...—Lo siento mucho, solo... —se separó de ella y conectó con sus ojos —. Me haré cargo de los gastos, de todo en absoluto y no quiero un no por respuesta. Ella asintió, expirando. —Alexander, hace un momento siento que mis palabras no fueron las adecuadas, no quiero que te sientas presionado a tomar el papel que en realidad te corresponde, porque todo esto no deja de ser algo repentino para ti. Probablemente necesitas algunos días más para procesar el hecho de que ese pequeño es tu hijo, que te necesita y ahora te verá como una figura paternal en la que podrá confiar y sentirs
Más tarde, Alexander se sentó a la mesa para comer. A pesar de que sabía que debía alimentarse, no podía evitar sentirse desganado. La comida, que alguna vez le había encantado, ahora le parecía insípida.—Solo un poco —murmuró para sí mismo mientras forzaba a su cuerpo a comer un par de bocados.Después de terminar, se dio cuenta de que ni siquiera tenía ganas de retomar el proyecto pendiente de la compañía. Sin más ganas de seguir adelante, Alexander se levantó de la mesa, la fatiga llegó para apoderarse de él.—Es mejor que me vaya a dormir —pensó, anhelando encontrar la inconsciencia de un sueño profundo. Se dirigió a su habitación, donde se dejó caer en la cama. Cerró los ojos, deseando que al despertar todo se sintiera un poco más ligero. Estaba realmente agotado. ***Después de una larga espera, el día llegó, Alexander se encontraba en la sala de espera del hospital, a la par estaba Lauren con el corazón latiendo con fuerza. El médico entró con una expresión seria, pero Ale
—Estoy agotada —susurró bostezando por enésima vez. Extrañaba tanto su cama y lugar de descanso, pero no había otra opción que adaptarse a la situación, ya pronto el panorama esclarecería. El pequeño estaba despierto y acostado en la cama, mientras miraba una película animada. Era el consuelo de Lauren mirarlo sonreír, más avispado que los días anteriores. No sabía cómo podría decirle quién era su padre, todavía no lograba buscar un escenario adecuado para enfrentarse a eso. —Lucas —llamó su atención y el niño la miró —. Oye, ¿todavía quieres conocer a tu padre? Hace algunos meses atrás me dijiste que también querías tener un papá y yo te respondí que tu padre pronto regresaría de un viaje al que fue. ¿Todavía estás interesado en conocer a tu padre? En ese momento ella fue testigo de como los ojos preciosos de su hijito se iluminaron ante sus palabras, y eso hizo que su corazón se pusiera chiquitico, que se sintiera aún más comprometida a presentarle a Alexander como su progenitor.
—Descuida, ¿así que si es tu sueño? ¿Admiras demasiado a Alexander? —No te molestes si te digo que es mi ejemplo a seguir, aunque ese es mi pensamiento cuando todavía no te había conocido, porque yo ahora te veo y quiero llegar algún día a una posición tan importante como la tuya, no debería ser tan exigente —chasqueó la lengua —. Lo que quiero decir es que tú también me pareces algo increíble. —No te reprimas Bianca, Alexander es un hombre exitoso y tiene un largo recorrido en los negocios, admito que me parece bastante intimidante en el ámbito profesional. —¿Puedo preguntar algo? —Adelante. —¿Cuál es la razón por la que terminaron su relación? Alexander es el ideal de cualquier mujer, no me incluyo en la lista porque no es mi tipo, pero también admito que es guapo e inteligente, una combinación que buscan la mayoría de las mujeres. Es como ese elixir perfecto —soltó una carcajada —. Lo siento, solo es mi pensamiento. —Entiendo que tengas curiosidad, pero nuestra relación en re
—El equipo médico está vigilando de cerca la situación de Lucas en el hospital, y ahora que ya se ha programado la fecha de la cirugía, puedo sentirme un poco más tranquilo. Espero que todo salga bien, aunque la verdad es que estoy bastante nervioso en este momento. Puede que parezca una persona completamente diferente, pero al entrar en la habitación y verlo allí, postrado en la cama, sentí una conexión profunda con él. Verlo en esas circunstancias me hizo sentir terrible; realmente me afectó mucho.—Es decir que todo estará bien. Es bueno saber que hay una solución, amigo. —Así es. Gracias por estar al pendiente. —Te llamaría justo ahorita, pero recibí tu llamada antes. ¿Ya el niño sabe que eres su padre? —No hemos tenido esa conversación, quiero lo sepa después de la cirugía, cuando esté un poco mejor. Yo... Quiero cambiar su mundo y estar presente en su vida. Estoy dispuesto a hacer todo lo que esté a mi alcance para apoyarlo y ayudarlo en todo lo que necesite. Lucas merece ten
Los días que siguieron fueron un mar de emociones. Lucas despertó en la sala de cuidados intensivos, rodeado de monitores que pitaban suavemente. Tenía un aspecto pálido, pero una vez que abrió los ojos y vio a su madre, una sonrisa débil iluminó su rostro.—Mamá... ¿estoy bien? —preguntó, su voz apenas un susurro.—Sí, cariño. Estás muy bien. Eres muy fuerte —le dijo abrazándolo con cuidado, sintiendo el alivio inundar su corazón.La recuperación de Lucas no fue fácil. Experimentó fatiga y algunos efectos secundarios, pero cada día que pasaba se sentía un poco más fuerte. Alexander, quien también había pasado por un proceso de recuperación después de la extracción de médula, estaba allí, cerca de su hijo. Él miró curioso al hombre que ingresó, no entendía quien era. Alexander nunca antes había sentido tan nervioso. —Mamá, ¿quién es él? La mujer no le respondió sino que conectó con Alexander y lo ánimo a tomar el rumbo de la conversación. —Hola, Lucas. Me presento, soy Alexander W
Un mes después, Alexander se preparó para salir con Lucas, ese día solo sería de ellos. —¡Papá! —gritó, extendiendo los brazos en un gesto de alegría.—¡Hola, campeón! —respondió Alexander, acercándose y abrazándolo con fuerza—. ¿Estás listo para un gran día?—¡Sí! Quiero pasarla bien contigo. Lucas estaba emocionado. —Vamos a dar un paseo en mi auto y vayamos a ese parque que tanto quieres conocer —propuso, y Lucas asintió con alegría.Lauren salió al encuentro. —Alexander, por favor llámame si pasa algún inconveniente, estaré al pendiente del teléfono. Recuerda si Lucas se siente mal o cualquier otra cosa, llámame de inmediato. —Lauren, está bien. Me podré ocupar de todo, nos vemos más tarde. —Gracias —se dirigió a su hijo —. Lucas, no te alejes de tu padre, sé obediente y cuidadoso. Aquel día pasaron la siguiente hora jugando, subiendo y bajando del tobogán, corriendo por el césped y lanzando pelotas. Alexander se sorprendió de lo rápido que Lucas se recuperó, a pesar de to