—Sí, estoy desesperada por verlo curado, una madre siempre hará lo posible por su hijo y yo estoy dispuesta a eso. Lamentablemente no soy compatible, y la lista de espera es larguísima —agregó con la voz rota. —Su mundo ha cambiado de repente y puede que no sepa cómo manejarlo. —Sin embargo este es un momento crítico y no debería alejarse —emitió frustrada. —Tal vez deberías darle un poco de tiempo —sugirió Damián, suavemente—. Es posible que necesite procesar todo esto antes de que pueda actuar.—No tengo tiempo para esperar —replicó Lauren, con un tono de desesperación—. Lucas lo necesita ahora. No puedo quedarme de brazos cruzados mientras él se niega a aceptar su papel. Sé que no hice bien al ocultarlo, pero Alexander está siendo egoísta. —Hablaré con él, lo prometo. —¿De verdad harías eso? —Sí, claro. Haré lo que esté en mi mano. —Se lo agradezco. —Lauren, ¿cómo fuiste capaz de ocultar que Lucas también es un Whitmore? Es tragó duro. —Lo siento, solo quise hacer lo corr
La mujer se puso pálida como un papel, no sabía dónde meter la cabeza; al final se puso cabizbaja y entrelazó sus manos con nerviosismo. —Señor... Yo... —comenzó a llorar —. Lo siento muchísimo, ella estaba en problemas, me suplicó para que le ayudara a escaparse y lo hice, asumiré la responsabilidad, aún así le pido que me perdone. —¡¿Tienes idea de lo que hiciste?! Te vuelves automáticamente cómplice de lo que hizo, sabías que estaba embarazada, pero no me dijiste nada, ¿crees que no debería tomar represalias por lo que hiciste? Matilda, mírame a los ojos. Ella estaba llorando sin parar. —Lo sé, entiendo que cometí un grave error. Pero la señorita Lauren estaba muy asustada por estar embarazada, no quería que su bebé terminara en la inexistencia, ella hizo todo eso porque quería salvarse a sí misma y tener a su bebé. Si se hubiera quedado lo más probable es que usted le hubiera pedido que abortara, por eso huyó. Alexander terminó cubriéndose la cara aceptando que había motivos
—¿Por qué no me dijiste esto antes? —exclamó Alexander, era un reclamo —. ¿Por qué mi padre me ocultó algo tan importante?Damián se encogió de hombros, tratando de justificar la decisión de Darren. —Él nunca quiso que te enteraras de esa cirugía. Pensó que era mejor que no supieras nada de eso. Ahora, te lo estoy diciendo para que entiendas que estás en deuda con Lauren y de alguna manera también con su padre. Parpadeó sobre él, confundido. —¿Deuda? —replicó Alexander, sintiéndose aún más aturdido—. ¿Por qué me dices esto ahora? ¿Qué se supone que debo hacer con esta información?Damián lo miró con seriedad. —Lo que quiero que entiendas es que Lauren ha estado luchando por su hijo, y ahora que sabes esto, quizás puedas reconsiderar cómo la has tratado. Ella necesita apoyo, y tú eres parte de su vida, aunque no lo supieras.Alexander sintió un remolino de emociones. La culpa, la confusión y la responsabilidad, todo lo acribillaba. Sabía que debía actuar pronto. —¿Te dijo algo más
Al día siguiente, Alexander llegó al café del hospital con la mente llena de pensamientos y emociones contradictorias. La revelación de Damián sobre su enlace entre sus familias había reconfigurado su manera de ver el mundo. Sabía que tenía que darle apoyo a Lauren y, sobre todo, mostrarle que estaba dispuesto a estar a su lado en este momento tan difícil.Cuando entró al café, vio a Lauren sentada sola en una mesa, mirando por la ventana, perdida en sus pensamientos. La expresión en su rostro mostraba inquietud; Alexander sintió un nudo en el estómago al pensar en cómo había tratado a su exesposa en el pasado.Fue duro con ella. —Hola, Lauren —saludó, acercándose a la mesa. Ella giró la cabeza, sorprendida de verlo.—Alexander. ¿Todo bien? —preguntó, notando la seriedad en su rostro —. ¿Por qué has venido? Ella tenía el presentimiento de que Alexander aceptaría realizarse las pruebas, pero no quería adelantarse o ilusionarse. —Necesitamos hablar —pronunció, tomando asiento—. Hay
—Eres más fuerte de lo que piensas, y sé que vas a volver a estar sano —susurró en voz baja. Sintiéndose un poco diferente, terminó retirándose de la habitación. Afuera inevitablemente se encontró con ella otra vez, y le dio un abrazo que la tomó desprevenida; sin embargo correspondió porque en el fondo necesitaba con todas sus fuerzas que alguien le envolviera y le dijera que todo estaría bien. —Alexander...—Lo siento mucho, solo... —se separó de ella y conectó con sus ojos —. Me haré cargo de los gastos, de todo en absoluto y no quiero un no por respuesta. Ella asintió, expirando. —Alexander, hace un momento siento que mis palabras no fueron las adecuadas, no quiero que te sientas presionado a tomar el papel que en realidad te corresponde, porque todo esto no deja de ser algo repentino para ti. Probablemente necesitas algunos días más para procesar el hecho de que ese pequeño es tu hijo, que te necesita y ahora te verá como una figura paternal en la que podrá confiar y sentirs
Más tarde, Alexander se sentó a la mesa para comer. A pesar de que sabía que debía alimentarse, no podía evitar sentirse desganado. La comida, que alguna vez le había encantado, ahora le parecía insípida.—Solo un poco —murmuró para sí mismo mientras forzaba a su cuerpo a comer un par de bocados.Después de terminar, se dio cuenta de que ni siquiera tenía ganas de retomar el proyecto pendiente de la compañía. Sin más ganas de seguir adelante, Alexander se levantó de la mesa, la fatiga llegó para apoderarse de él.—Es mejor que me vaya a dormir —pensó, anhelando encontrar la inconsciencia de un sueño profundo. Se dirigió a su habitación, donde se dejó caer en la cama. Cerró los ojos, deseando que al despertar todo se sintiera un poco más ligero. Estaba realmente agotado. ***Después de una larga espera, el día llegó, Alexander se encontraba en la sala de espera del hospital, a la par estaba Lauren con el corazón latiendo con fuerza. El médico entró con una expresión seria, pero Ale
—Estoy agotada —susurró bostezando por enésima vez. Extrañaba tanto su cama y lugar de descanso, pero no había otra opción que adaptarse a la situación, ya pronto el panorama esclarecería. El pequeño estaba despierto y acostado en la cama, mientras miraba una película animada. Era el consuelo de Lauren mirarlo sonreír, más avispado que los días anteriores. No sabía cómo podría decirle quién era su padre, todavía no lograba buscar un escenario adecuado para enfrentarse a eso. —Lucas —llamó su atención y el niño la miró —. Oye, ¿todavía quieres conocer a tu padre? Hace algunos meses atrás me dijiste que también querías tener un papá y yo te respondí que tu padre pronto regresaría de un viaje al que fue. ¿Todavía estás interesado en conocer a tu padre? En ese momento ella fue testigo de como los ojos preciosos de su hijito se iluminaron ante sus palabras, y eso hizo que su corazón se pusiera chiquitico, que se sintiera aún más comprometida a presentarle a Alexander como su progenitor.
—Descuida, ¿así que si es tu sueño? ¿Admiras demasiado a Alexander? —No te molestes si te digo que es mi ejemplo a seguir, aunque ese es mi pensamiento cuando todavía no te había conocido, porque yo ahora te veo y quiero llegar algún día a una posición tan importante como la tuya, no debería ser tan exigente —chasqueó la lengua —. Lo que quiero decir es que tú también me pareces algo increíble. —No te reprimas Bianca, Alexander es un hombre exitoso y tiene un largo recorrido en los negocios, admito que me parece bastante intimidante en el ámbito profesional. —¿Puedo preguntar algo? —Adelante. —¿Cuál es la razón por la que terminaron su relación? Alexander es el ideal de cualquier mujer, no me incluyo en la lista porque no es mi tipo, pero también admito que es guapo e inteligente, una combinación que buscan la mayoría de las mujeres. Es como ese elixir perfecto —soltó una carcajada —. Lo siento, solo es mi pensamiento. —Entiendo que tengas curiosidad, pero nuestra relación en re