—No, en realidad no sabe de mi embarazo, tampoco quería convertirse en padre... Esto es un poco complicado. —Descuida, no te voy a presionar, si no te sientes preparada solo guarda silencio, lo entenderé. —Él y yo nos casamos hace poco, pero todo fue sin amor, algo arreglado, al final huí y exigí el divorcio, ha sido un milagro que desistió de buscarme y, me dio el divorcio. Nunca se enteró de mi embarazo y no tengo intenciones de ponerlo al tanto, de todos modos será imprudente de mi parte, a él no le interesaría un bebé, él sería capaz de pedirme que aborte y yo no soy un monstruo... —se detuvo sin poder evitarlo y ya comenzaba a sollozar. —No lo imaginé, lo siento mucho. Eres una chica bastante fuerte, y es cierto, no necesitas a ese hombre. Es un infeliz —añadió bajito. —Lo es, ahora estoy en esta situación, tú has sido mi salvación. Sin embargo, sé que debo apañarmelas por mi cuenta, esta es mi responsabilidad. Ella tomó su mano. —No debes presionarte, quizás es extraño que
6 años después Lauren ajustó su vestido negro de corte elegante mientras se acercaba a la entrada de la sede de Beauty. Su corazón latía con emoción y nerviosismo ante la idea de la fiesta que Camila había organizado en su honor.Era increíble que ya habían pasado seis años desde que se separó de Alexander, él estaba enterrado en el pasado y le suplicaba al cielo no encontrarselo jamás. Lauren sonrió, este evento marcaba un hito importante en su carrera. No fue fácil al principio, pero cada desvelo valió la pena porque los sacrificios que hizo la llevaron a donde ahora se encontraba. Respirando profundamente, empujó las puertas de cristal y se adentró en el espacioso vestíbulo, donde los invitados ya se arremolinaban. El ambiente era sofisticado y elegante, con detalles en dorado y mármol que reflejaban el éxito de la compañía. Lauren se sintió abrumada por la presencia de tantas figuras influyentes del mundo de la moda y la cosmética, pero una cálida voz la sacó de su ensimismamie
—Me sorprende verte aquí. —Alexander hizo un gesto abarcando el salón—. Parece que has tenido mucho éxito desde... —Hizo una pausa, como si buscara las palabras adecuadas— ...desde que nos separamos.Lauren asintió, sintiendo cómo el pasado volvía a abrumarla.—Sí, bueno, las cosas han cambiado mucho. —desvió la mirada, incapaz de sostener la intensidad de los ojos grises de Alexander.Ella en el fondo se estaba preguntando la razón por la que ese hombre estaba allí, aunque jamás le reveló a Camila el nombre de Alexander, eso podría explicar su presencia allí, de otro modo habría sido descartado de la lista. También pensó en la probabilidad de que Alexander tuviera planes de hacer negocios con Beauty; tal vez Camila lo conocía. Tantas cavilaciones la dejaron paralizada. Un silencio incómodo se instaló entre ellos, lleno de nada bueno, el antaño jamás traería algo positivo. Lauren se preguntaba cómo podría mantener la compostura ante la presencia de su exesposo, cuando su corazón la
Bebió un gran sorbo de la bebida y soltó el vaso sobre la barra ocasionando un estruendoso sonido, todavía no sabía cómo podría mirar a la cara a Camila, luego de que ella le soltara aquellas palabras, no era tampoco acertado contarle sobre su relación pasada con ese hombre y el vínculo que ese sujeto imbécil tenía con su hijo. Era absurdo. —¿Por qué te quedas callada? no creo que haya dicho algo malo. ¿Sabes? No quiero que te sientas presionada, es tu decisión si vuelves a tener una relación con alguien o no, aún así no quiero que te sientas demasiado ajetreada y enfocada en el trabajo... al principio podría ser algo normal, pero se convertirá en algo que no es tan saludable. —Camila, durante todo este tiempo no he tenido la intención de salir con alguien, solo me quiero enfocar en Lucas y en mi trabajo, tal vez con el tiempo pueda encontrar la oportunidad. Además, ese hombre no es mi tipo —puso una cara de asqueada. Camila soltó una risotada. —Oye, no seas así —apuntó
Lauren también quería irse a casa, estaba exhausta emocionalmente, llena de vacilaciones. Respirando profundamente, se abrió paso entre los invitados, evitando miradas y disculpándose brevemente antes de salir del salón. Una vez afuera, se detuvo un momento, dejando que el aire fresco le acariciara el rostro. Sentía que se ahogaba en ese ambiente de celebración, cuando su corazón estaba lleno de preocupación y culpa.Luego de eso buscó a Lucas y se apresuró en subir al auto, no sin antes despedirse de Bianca, la niñera. Al llegar a su hogar, Lauren dejó a Lucas acurrucado en el sofá, antes de ir a la habitación. Una vez en allí comenzó a desvestirse, el teléfono vibró sobre la cama. Mirando la pantalla, vio el nombre de Camila. —Camila —respondió, tratando de mantener un tono casual.—¡Lauren! ¿Dónde estás? Pensé que estarías disfrutando de la fiesta —la voz de Camila denotaba preocupación.Lauren mordió su labio inferior, buscando las palabras adecuadas. —Sí, bueno, la verdad es
—Cariño, debo ir a trabajar, Bianca cuidará de ti, recuerda obedecer y pórtate bien —señaló, a lo que él hizo un puchero. —Quédate conmigo hoy. —Lucas, me encantaría quedarme contigo, no te imaginas las ganas que tengo de pasar todo el día a tu lado y ver películas o divertirnos juntos haciendo cualquier otra actividad, pero debo trabajar. Si no trabajo no podríamos comer, dormir tranquilos o ir de viaje. Lucas abrió los ojos de par en par, alarmado. Entonces comenzó a negar con la cabeza. —¿Seremos pobres? —Digamos que sí. —Entonces deberías trabajar. Ella acarició sus mejillas y besó su naricita. —Por supuesto, lo bueno es que estaré aquí en la tarde, en caso de que se presente un inconveniente en la compañía, le avisaré a Bianca. Además, puedes salir con ella y comer lo que quieras. —¡Sí! Comeré un delicioso helado de chocolate. —Así es, solo uno, ¿bien? —Okey. —Termina de comer, yo iré a prepararme. ***Después de ducharse y refrescarse, se dirigió al armario. Con exp
Mientras tanto, en su oficina, Alexander le daba vueltas al plumín entre sus dedos, postergando la cita agendada, atrasando adrede el encuentro con el encargado de aquel nuevo proyecto en Beauty. Si iba la vería, en otro momento habría sido divertido, ahora se sentía extraño de solo pensarlo.—¿Qué haces? —espetó su tío, resoplando. —Damián, ¿por qué entras así sin tocar? —¿Ahora debo hacerlo? Quisiera saber en qué piensas, estás tan retraído, aterriza. —Estoy agotado, es todo. —¿Olvidaste el proyecto en Beauty? Camila Chamberlain asignó a Lauren Green para este proyecto, me lo comentó hace poco. En ese momento Alexander se levantó de la silla giratoria, mirándolo con los ojos abiertos de par en par, indignado. —¿Por qué hablas de ella como si nada? ¿Ya lo sabías? ¡¿Estabas al corriente de dónde, con quién y que hacía Lauren?! Maldita sea, ¿todo este tiempo supiste que alguien la acogió y la ayudó? —No entiendo por qué te alteras, además, ¿qué más da lo que hizo con su vida? Al
Sin opción a ausentarse, se levantó de la silla y se dirigió a la salida, pronto se puso en marcha a la compañía Beauty. El tráfico ese día también era tedioso por lo que su mal humor empeoró; el sonido de los claxones alrededor suyo le aturdía. Enfadado golpeó el volante y tomó una bocanada profunda de aire, por fin el auto volvía a desplazarse, alrededor de medio hora después, llegó a su destino. Cuando estuvo en las instalaciones de la compañía recibió la atención de muchos empleados, podía escuchar como murmuraban entre ellos que el "poderoso dueño de Whitmore estaba allí". Caminó implacable, seguro y decidido, compartiendo saludos con Camila, quién aparecía justo ahora frente a él. —Alexander, me alegra verte por aquí. Emma, la asistente de Lauren, te llevará a su oficina. Señaló a la mujer joven detrás de ella, que con un leve movimiento de cabeza, tímidamente saludaba. —De acuerdo, ¿no estará en la reunión? Pensé que también estaría presente para escuchar sobre el nuevo p