En príncipe Harry está amordazado, y amarrado a una silla. Él cree que lleva ahí dos días, pero no está muy seguro pues la deshidratación, ya le empieza hacer estragos. No sabe por qué sigue vivo. Solo puede pensar: En su amada Kate, y en cómo estará.Escucha unas pisadas, y escucha la voz de una mujer, pero no reconoce la voz.—¡Una mujer! ¿Quién diablos será? ¡Por favor Dios! No me dejes morir.El príncipe Harry no es que le tema a la muerte, a lo que le teme es dejar sola a Kate, y a que su país quedará en manos de un tirano.De repente escucha que se abre la puerta, y ve al maldito del rey Francis. Camina hasta él, y lo toma de su cabello, y lo gala para atrás. Que dando sus rostros frente a frente.—Así te quería ver, derrotado. Eres más estúpido de lo que creí, únicamente a ti se te ocurre desafiarme. Esto se puede acabar si te casas con mi hija, y me reconoces como tu rey.—le baja la mordaza, para que el príncipe responda.—No, ¿Cuál es tu maldita necedad de que me case con Fra
Sigo en los brazos de Harry, y eso me hace sentir tan feliz, tan en paz, es cómo si mi alma me hubiera regresado al cuerpo.—¡Tranquila hermosa! Estoy aquí y jamás me iré de tu lado de nuevo.No lo quiero soltar, pues todavía no puede creer que esté aquí abrazándome.Me levanta mi cara, y puedo ver sus hermosos ojos azules, su cara está angustiada, y tiene más barba de lo habitual, pero sigue luciendo hermoso.—¡Estoy aquí!—me dice, y me toma con sus manos mi rostro.—¡Ay Harry! Gracias a Dios, este tiempo sin ti, fue lo más horrible que he vivido.—Lo sé hermosa, porque para mí fue igual, has bajado mucho de peso. Perdón amor por todo, lo que tuviste que pasar.—Harry no tengo nada que perdonarte. Que es estés aquí, es lo importante, lo demás no importa. Te ves cansado, ¿Quieres descansar?—Tu igual te ves cansada.—No quería que me encontraras así.—Estás hermosa así cómo estás, solo que debes descansar.—Al igual que tú.Somos interrumpidos por mi padre, carraspea, y nos separamos.
Siento un nudo en la garganta, un dolor creciente en mi pecho, quiero maldecir, llorar, pero me quedo inmóvil. Sé que debo hacer, pero eso rompe mi ser en mil pedazos.Me suelto del agarre de la reina, salgo de la sala, casi corriendo, y caminado hacia las escaleras, quiero llorar en mi recámara, quizás eso apacigüe el inmenso dolor que siento. Desde que conocí a Harry, mi vida ha estado envuelta en dolor, pero también de una inmensa felicidad.Estoy subiendo las escaleras, y escucho decir a la reina:—Hija dime: ¿Qué harás?Y con todas la fuerzas que me quedan, le digo:—Su Majestad, sé lo que debo hacer, así que no se preocupe. No dejaré que Harry muera por mi culpa. Si me disculpa quiero estar sola.Llego a mi recámara y lloro por mí, por este amor que me consume, y me seguirá consumiendo, quisiera arrancarme de la mente a Harry, y dejar de sentir todo esto, sería más fácil si no lo amara de esta manera. Pero prefiero verlo en brazos de otra mujer, que muerto. ¡Dios mío por favor d
El príncipe Harry se despierta, y enseguida puede notar que Lady Kate no esta. Se levanta angustiado, pues las pocas veces que han dormido juntos, ha podido notar que Lady Kate no es de las personas que madrugan. Y comienzo a gritar, pues siente que algo está mal:—¡Kate, Kate!Rápidamente, se cambia, y al hacerlo se percata que hay una carta en el buro, la toma, y ve que es de Lady Kate, no sabe que pensar, pero algo le dice que no es nada bueno, las manos le tiemblan, cuando por fin logra abrirla, la empieza a leer, y es lo que se temía, lo está dejando, para evitar la guerra.Tira la carta, y se levanta, empieza a caminar de un lado.—Pero cómo se enteró, ¡Esto no puede ser! ¡Estoy no me puede estar pasando a mí! Prefiero estar muerto, antes que perderla.Baja las escaleras de manera rápida, sale, y se monta en su caballo, con dirección a la casa Hamilton. Llega y entra despertado, y se encuentra con el Duque.—¿Dónde está «Mi mujer»? Necesito hablar con ella ¡Ahora mismo!—Kate no
Tres semanas después…El príncipe Vladímir, entra con brusquedad a los aposentos de Lady Annie. Ella al verlo se sorprende.—¿Qué haces aquí Vladímir? Si alguien te ve aquí sospecharan de mí.—Nadie me vio, todos en Inglaterra está festejando: El casamiento de la tonta de mi hermana con el imbécil de Harry—Un imbécil que casi te mata—Vladímir siendo un hombre temperamental la toma del cuello, y lo aprieta.—¡Suéltame Vladímir, me lastimas!Vladímir la suelta y le dice: —Te dejo porque te necesito. ¿Todo está saliendo cómo lo planeaste? Ahora dime cómo: ¿Eliminaremos al idiota de Harry y al mequetrefe de mi padre?—De Harry me encargo yo, y de tu padre pues ingéniatelas tu querido. De una vez te digo: Que te tienes que casar con Liana lo antes posible, la muy tonta, no deja de molestar.—¡Ya lo sé! Pero es tan…… Insufrible.—Recuerda por ella está saliendo todo bien, si no nos hubiera dado la información de los planes de Harry, ustedes hubieran perdido la guerra. Ya después de casados
Un mes después…La reina Elizabeth, va del brazo de su hijo el Príncipe Harry. Van caminando por el palacio Francés.—Hijo vamos bien, si seguimos así, pronto tendremos de nuestro lado a la corte francesa. Solo hay una cosa, todos empiezan hablar que: No visitas los aposentos de tu esposa. Harry aunque no te guste, los franceses solo te aceptarán cómo su rey, si tienes un heredero con la princesa Francesca.Harry se suelta de manera abrupta del brazo de su madre. Y le dice con un tono fuerte y furioso:—Si escuchas lo que me estás pidiendo madre. ¡NO VOY A HACER TAL COSA! Ya he sacrificado mucho por Inglaterra, y si Kate se entera de que he dormido con la princesa Francesca, menos querrá verme, y jamás la voy a recuperar.Se voltea y se va, a su recámara. Entra y solo puede pensar en su amada—¿Por qué la vida es así? ¡Cómo te extraño Kate! Pero te voy a recuperar, ¡Lo juro por Dios!El príncipe Harry sale un para de horas, con algunos miembros de la corte de cacería. Para el príncipe
Nos bajamos del navío, y me mareo un poco. Christopher me sostiene. Y nos sentamos un par de minutos. Christopher saca una naranja de su bolsillo, la parte y me la da—Chúpala lentamente te va a caer bien. ¿Dónde se quedarán Kate?—No lo sé, supongo que un en hostal, o en donde encontremos lugar.—Si gustan: ¿Se puede quedar en mi casa? Mientras consiguen algo.—¡Cómo crees! Sería abusar.En eso llega James y Emi, que al verme sentada me preguntan:—¿Te encuentras bien?—Sí.—Le decía a tu hermana, que se pueden quedar en mi casa mientras consiguen un sitio para establecerse.—Te lo agradecería mucho, si hicieras eso por nosotros.—¡James!—digo.—¡¿Qué Kate?! Christopher se ofreció, no conocemos a nadie aquí, y su casa es por mucho nuestra mejor opción, aparte por tu estado, ¡No podemos quedarnos en cualquier lugar!Sé que tiene razón, pero me da mucha vergüenza dar molestias.—Ok, pero solo será por unos días.—No te preocupes mi madre, y mi hermana estarán más que fascinadas de reci
Dos semanas después….—¡Harry, Harry! Por favor abre la puerta, no puedes seguir así.El príncipe Harry no quiere salir, en realidad no quiere seguir viviendo en un mundo dónde su amada ya no existe. Esta desecho, no sabe cómo seguir con su vida.—¡Dios mío! Porque te la llevaste, cómo se supone que voy a seguir sin ella.La reina toca un par de veces, y al ver que su hijo no responde, le dice a una mucama:—Ve por alguien para que abra la puerta, pero date prisa.Aproximadamente 10 minutos después, llega la mucama, con un hombre para abrir la puerta, no tarda en abrirla. Entra la reina, y ve a su hijo demacrado, con la barba más larga, desarreglado, por lo que ve a estado bebiendo, su recámara está deshecha. La reina nunca se imaginó ver de este modo a su hijo, verlo así le parte el alma.—Harry por favor, escúchame: ¡No puedes seguir de esta manera! Sé que estás sufriendo, pero a Kate no le gustaría verte de esta forma.—Cómo lo sabes madre ¡KATE ESTÁ MUERTA! Y sabes es mi culpa, yo