El agua recorre mi cuerpo desde algún punto de la ducha, mientras mantengo los ojos cerrados, disfrutando de cada una de las sensaciones que me invaden todo el cuerpo y acrecientan el intenso calor que late entre mis piernas con gran desesperación.Un nuevo gemido se me escapa, uno más sonoro que el anterior, y me arqueo todo lo que puedo para sentir el roce de su lengua con mayor intensidad.Estoy pegada al cristal de la ducha, con la cara y las manos contra el vidrio y el culo en pompa, entre tanto, Jack está de rodillas detrás de mí, sujetando mis nalgas entre sus manos y llevando su lengua de abajo arriba, de adentro hacia afuera y chupando de una manera tan experta mi vagina que apenas si puedo mantenerme en pie.Sus manos estrujan mi trasero y me aprietan contra su boca, haciéndome sentir un delicioso cosquilleo debido a su aliento caliente y la humedad de su boca.No sé cuánto tiempo lleva comiéndome el coño, pero ha sido suficiente para tenerme gimiendo, moviéndome contra su b
Ya quedó bastante claro que ir a la ciudad no es mi cosa favorita. Por lo general, Justin es el que cobra los cheques por mí y me hace algún que otro mandado, así yo evito ir a lugares que no me gustan.Pero mi vecino no ha vuelto a venir, lo que quiere decir que aún no ha llegado del viaje con su padre.Así que muy a mi pesar y deseosa de seguir en casa con Jack, Trinity, Kansas y Nerón, me pongo en marcha. El viaje es largo y tedioso, pero, como muchas veces lo he hecho, me tomará más en ir y volver que lo que voy a estar en la ciudad.Mi cabeza que, por lo general, está llena de malos pensamientos y mi alrededor siempre en un silencio descomunal, está rebasada pensando en Jack, en sus besos, en sus caricias, en esa forma tan sexi en la que me mira y me desarma. Estoy tan llena de él —y no solo en el sentido sexual—, que, incluso, me aterra la soledad y al silencio cuando se vaya.Ese hecho es algo que aún no hemos hablado y sé que pronto llegará el día en que deba irse, pero, por p
~JACK~He de admitir que no me gusta el encierro, quedarme quieto e ignorar todo lo que sucede a mi alrededor. Ahora que Abby no está y la casa se siente tan desolada y hay demasiado silencio, es inevitable que no me sienta frustrado ni desesperado al no saber absolutamente nada. Es inevitable no sentirme triste y abatido. No sé cómo hace ella para no enloquecer con tanto silencio y tanta soledad. Me pregunto cómo acalla todos los malos pensamientos que la atacan estando sola en medio de la nada. No sé cómo soporta todo el silencio que hay en este lugar. Y, aunque a veces me siento tan tranquilo, otras, como en este instante, no me hallo estando aquí. Aunque confío en Anthony a plenitud y sé que debe estar sobrellevando toda esta locura con su sensatez e inteligencia, es inevitable no pensar en cómo está la situación en La Casa Blanca. El deber con mi pueblo, con todos aquellos que me dieron su voto y creyeron en mí me llama, me insta a querer regresar sin tener que esperar como di
***—... Y todos están pidiendo que des un comunicado desde donde quiera que te encuentres resguardado, pero no por tus redes, sino dando la cara. Incluso hubo una periodista que mencionó que habías muerto y que el estado estaba encubriendo tu muerte hasta que encontraran un doble que ocupara tu lugar y así nadie se diera cuenta. También dijeron que el supuesto atentado es una estratagema porque planeas lanzarte de nuevo como presidente en las próximas elecciones.Suelto una risa, porque hay periodistas que son muy ocurrentes y dicen cualquier disparate para crear un caos mediático de absolutamente todo. No son todos, hay muchos que hacen un excelente trabajo y son muy profesionales, pero otros dejan mucho que desear, como si solo buscaran qué pescar sea falso o verdadero solo para ganar unos cientos de billetes.Luego de una excelente y deliciosa sesión de sexo, Abby y yo nos sentamos en el sofá a comer algunos dulces que trajo, ella recostada en mi piernas mientras le acaricio sus c
~ABBY~Sus palabras se repiten en mi mente como un disco rayado y como un eco a lo lejos, tomándome por sorpresa, pero también haciendo que mi corazón se salte un latido.Estoy sorprendida, aturdida, conmocionada y, sí, también emocionada. No puedo creer lo que acaba de pedirme.¿Realmente me está pidiendo que vaya con él o solo se trata de mi imaginación jugándome una sucia broma?Mi mente es un caos que va a la misma velocidad con la que late mi corazón, rápido y sin sentido alguno. Creo que va a fallar en cualquier momento si sigue palpitando de esa manera tan fuerte y rápida.¡¿Cómo es posible que me pida que me vaya con él de un momento a otro?! ¡¿Por qué me pide eso?! ¡¿Enloqueció?!¿Siquiera está pensando con cordura o solo se trata del nubarrón que causan los orgasmos?Si solo me lo dijo tras el sexo... Claro, él debe estar gastándome una broma, porque si no, ¿qué otra razón lo llevaría a pedirme tal cosa?Solo es una broma... Una muy mala, por cierto. Una que no causa risa y
Me limpio las lágrimas, o al menos eso es lo que intento hacer, pero esas malditas siguen saliendo sin control alguno, y corro a mi habitación al sentirme tan rebasada y me encierro en mi baño, quitándome su camisa —esa que me puso en algún punto luego de que estuvimos juntos y me dijo que verme desnuda lo provocaba aún más—, y me meto bajo el chorro de agua de manera automática.Dejo que el agua tibia se lleve mis lágrimas y todo el caos que hay en mi mente, pero no logro que limpie el desastre que soy en este momento. Dreno las emociones que tengo a flor de la única manera en la que puedo; llorando, sintiéndome tan bien como mal.Ese nudo en mi garganta permanece ahí y siento que mi corazón está desgarrado, el dolor que siento no es normal, no es agradable y me hace tocar constantemente mi pecho porque me arde demasiado.Me mantengo ahí bajo el agua, llorando y mirando un punto fijo en el suelo, pensando en cada una de las palabras que Jack me dijo y que revivieron a mi corazón de l
~JACK~Escucho vagamente todo lo que tiene Anthony para decirme, pero por más que trato de enfocarme en todo lo que me dice sin perder la cabeza, mi mente me juega en contra y se desvía de lugar y de persona por sí sola.No puedo dejar de pensar en Abby, en lo que debe estar haciendo en ese lugar tan solo y remoto. En algún momento del día me pregunto si está pensando en mí tanto como yo la tengo en el pensamiento, si no se siente tan sola en esa casa, si extraña compartir un buen café mientras hablamos de nuestras vidas y observamos el amanecer desde su cocina.Me pregunto si ha pensado en mis besos, en esas pocas noches en las que su cuerpo encajaba a la perfección en el mío y no había más que cuerpos desnudos, pieles húmedas y gemidos que, con solo rememorarlos, me hacen estremecer.Pienso constantemente si extraña mi presencia en su vida por más corta que hubiera sido. Porque yo debo confesar que ella caló fuertemente en mí y extrañarla se ha vuelto una verdadera tortura.Su mirad
El sol se asoma y tiñe de colores el cielo azul oscuro. El amanecer es uno de los tantos espectáculos que me encanta contemplar; ver el cielo siempre ha sido terapéutico para mí, allí con tanta quietud e inmensidad encuentro un poco de sosiego, una paz que no puedo explicar.Un tono amarillo se mezcla con las nubes blancas y el azul, haciendo que frente a mis ojos se despliegue una gama de colores único y hermoso y que capturo en mi mente mientras bebo a sorbos cortos y lentos una taza de café. Cierro los ojos por un instante, disfrutando del momento de paz, pero, inevitablemente, recuerdos invaden mis pensamientos y siento que en cualquier instante tendré un ataque de ansiedad. La sangre en mis manos se vuelve tan espesa y es tan roja que, por más que intente limpiarlas, ella parece haberse quedado adherida a mi piel para siempre. Por más que me lave las manos, nunca podré limpiarme de aquel líquido repugnante. Mi respiración se acelera, siento como los latidos de mi corazón van e