~ABBY~Sus palabras se repiten en mi mente como un disco rayado y como un eco a lo lejos, tomándome por sorpresa, pero también haciendo que mi corazón se salte un latido.Estoy sorprendida, aturdida, conmocionada y, sí, también emocionada. No puedo creer lo que acaba de pedirme.¿Realmente me está pidiendo que vaya con él o solo se trata de mi imaginación jugándome una sucia broma?Mi mente es un caos que va a la misma velocidad con la que late mi corazón, rápido y sin sentido alguno. Creo que va a fallar en cualquier momento si sigue palpitando de esa manera tan fuerte y rápida.¡¿Cómo es posible que me pida que me vaya con él de un momento a otro?! ¡¿Por qué me pide eso?! ¡¿Enloqueció?!¿Siquiera está pensando con cordura o solo se trata del nubarrón que causan los orgasmos?Si solo me lo dijo tras el sexo... Claro, él debe estar gastándome una broma, porque si no, ¿qué otra razón lo llevaría a pedirme tal cosa?Solo es una broma... Una muy mala, por cierto. Una que no causa risa y
Me limpio las lágrimas, o al menos eso es lo que intento hacer, pero esas malditas siguen saliendo sin control alguno, y corro a mi habitación al sentirme tan rebasada y me encierro en mi baño, quitándome su camisa —esa que me puso en algún punto luego de que estuvimos juntos y me dijo que verme desnuda lo provocaba aún más—, y me meto bajo el chorro de agua de manera automática.Dejo que el agua tibia se lleve mis lágrimas y todo el caos que hay en mi mente, pero no logro que limpie el desastre que soy en este momento. Dreno las emociones que tengo a flor de la única manera en la que puedo; llorando, sintiéndome tan bien como mal.Ese nudo en mi garganta permanece ahí y siento que mi corazón está desgarrado, el dolor que siento no es normal, no es agradable y me hace tocar constantemente mi pecho porque me arde demasiado.Me mantengo ahí bajo el agua, llorando y mirando un punto fijo en el suelo, pensando en cada una de las palabras que Jack me dijo y que revivieron a mi corazón de l
~JACK~Escucho vagamente todo lo que tiene Anthony para decirme, pero por más que trato de enfocarme en todo lo que me dice sin perder la cabeza, mi mente me juega en contra y se desvía de lugar y de persona por sí sola.No puedo dejar de pensar en Abby, en lo que debe estar haciendo en ese lugar tan solo y remoto. En algún momento del día me pregunto si está pensando en mí tanto como yo la tengo en el pensamiento, si no se siente tan sola en esa casa, si extraña compartir un buen café mientras hablamos de nuestras vidas y observamos el amanecer desde su cocina.Me pregunto si ha pensado en mis besos, en esas pocas noches en las que su cuerpo encajaba a la perfección en el mío y no había más que cuerpos desnudos, pieles húmedas y gemidos que, con solo rememorarlos, me hacen estremecer.Pienso constantemente si extraña mi presencia en su vida por más corta que hubiera sido. Porque yo debo confesar que ella caló fuertemente en mí y extrañarla se ha vuelto una verdadera tortura.Su mirad
~ABBY~—Mi abuelo dice que el mundo está patas arriba y que pronto se va a acabar —dice Justin, sin apartar la mirada de la pantalla y sin siquiera parpadear, demasiado sorprendido e impactado como para hacerlo—. No puedo creer que sea el mismo hombre que hace unos días estaba cargando bolsas de maíz al hombro. ¡Qué locura! ¿Y sabes qué es más loco, mujer extraña? Que tú te intereses por saber algo más del mundo.No puedo evitar soltar una risa ante sus palabras. Quizás tiene algo de razón, el mundo está de vuelta y se va a acabar, pero en este momento no hay otra manera en la que pueda saber de Jack.Poco me importa la política y lo que pase en el país o el mundo entero, he de admitir, pero si solo así puedo saber de él, verlo, aunque sea a través de una pantalla, escuchar su voz... compraría todos los televisores que pudiera solo por Jack.Por él he hecho tantas cosas que antes no me atrevería a hacer ni en mis más locos sueños. Jack apareció en mi vida, la cambió, y ahora que ya no
Advertencia de contenido fuerte y violento. Si eres sensible a este tipo de tema, favor de abstenerse de leer.***Siempre me digo que puedo intentarlo un poco más, que él se dará cuenta del error que está cometiendo y volverá a ser ese hombre del que me enamoré, del que sigo enamorada pese a que ha cambiado muchísimo, o al menos es lo que quiero creer, que el amor aún me mantiene firme y a su lado, soportando la cruel prueba que el destino me puso en medio del camino con el anhelo de que todo cambie, de que mi matrimonio vuelva a ser como lo fue en el principio.Me levanto de la cama y me adentro al baño como puedo, mis lágrimas cubren mi rostro y el dolor en mi corazón es mucho más intenso y desesperante que el que siento en el cuerpo.¿Qué pasó? ¿Por qué esto está pasando? ¿Por qué mi esposo ha cambiado tanto? ¿En qué momento dejé de ser su todo para convertirme en un estorbo insignificante en su vida?Son las preguntas que me hago a diario desde hace tres años. No entiendo qué pas
Hoy es uno de esos días en los que salir de la cama es algo imposible.No me he levantado, no tengo ni la menor idea de qué hora es y tampoco es como que me importe. Las cortinas de mi habitación están cerradas en su totalidad, apenas si se filtra un poco de la luz del día.Por mi propio bien debo salir de la cama, abrir esas cortinas y contemplar el espléndido cielo azul y hermoso que me rodea, pero no puedo y tampoco tengo ganas de hacer algo más que quedarme aquí acostada, envuelta entre las frazadas, llorando, culpándome, dándome fuerzas y ánimos a mí misma, diciéndome que debo dejar el pasado atrás y avanzar.Pero no puedo, no es fácil seguir luchando cuando se ha pasado por tanto.Hoy me quiero lamentar, hoy quiero llorar, hoy quiero pensar en todo lo que me destruyó, porque sé que solo así podré avanzar, recordando, pero sanando, solo que mi sanación ha sido larga y no sé si un día vaya a lograrlo por completo. No sé si, en algún momento, los recuerdos dejarán de doler.Miro el
Escuchar a Jack me saca de manera momentánea de mi tristeza y depresión, es como si fuera un bálsamo para mi alma que no sabía que es tan necesario hasta que me llamó. Escucharlo me calmó, me dio motivos para sonreír y dejar de pensar en todo lo malo que he vivido, más cuando me dijo todas esas palabras tan lindas que aceleraron a mi corazón.Es increíble el poder que tiene para cambiar mis estados de ánimo en cuestión de segundos. Hace unos minutos no quería saber del mundo y no tenía ganas de salir de la cama, ahora me encuentro sentada en el sofá, no queriendo perderme ni una sola de las palabras que tiene para decir.Además de que no puedo dejar de sonreír. Su llamada era todo lo que necesitaba para no sentirme tan ruin y miserable. Necesitaba escuchar su voz, sus palabras para salir de ese pasado y devolverme al presente.Lo veo desenvolverse como siempre, apoderándose de la palabra de una manera tan elocuente, imponente y firme, dejando en ridículo a más de un congresista que qu
Pese a que la cosecha ya terminó, aún debo trabajar los campos a diario para tenerlos muy bien cuidados para la siguiente temporada de siembra.Es un trabajo pesado y que consume casi todo un día, pero me gusta, además de que mantiene mi mente ocupada y no me da espacio para pensar en cosas malas y dañinas que envenenan mi alma.Desde hace unos días, exactamente desde que empecé a hablar por teléfono con Jack, no hago más que pensar en él —un poco más si es posible—, ansiar ese instante en el que podemos hablar por mensaje o llamada y contarnos un poco de nuestro día a día.Muchas veces no me responde sino hasta el siguiente día o hasta la madrugada y, aunque me siento bien con eso, no me conformo con solo hablar por teléfono con él. Cuanto más pasan los días, más me muero por verlo, por estar entre sus brazos, sentir sus labios unidos a los míos y vibrar bajo sus caricias.Ese hombre llegó a mi vida y se incrustó en lo más profundo de mi ser. No puedo sacarlo de mi pensamiento y tamp