Lía entraba regresa a su habitación, yéndose directo hasta el cuarto de baño. Lo primero que hizo fue ver su pálido reflejo en el espejo, y aquellos ojos azules tan rojos como la sangre… en todo el camino de regreso solo pudo llorar, esa era la única parte desagradable de ser lo que era…
Ese maldito y débil lado humano que no la dejaba en paz. Siempre que veía a Noah terminaba por llorar, saber que nunca podría volver a verlo como su única familia le partía el corazón. El era un cazador de vampiros y ella era uno de ellos. Estarían separados de por vida.
Golpeó el lavado con ambos puños… ¿Porque demonios la había salvado? Debió asesinarla cuando tuvo la oportunidad ¿Porque no lo hizo? Se preguntaba una y otra vez… ¿Que quería de ella? Era frustrant
El italiano no le quitaba los ojos de encima, llegando a preguntarse si al fin le contaría la verdad… falta que le hacía para aliviar la pesadez de su cuerpo y la angustia que tenía en su cabeza.Ella se pone en pié rodeando el escritorio, llevaba un bonito vestido verde oliva. La tela era suave y volátil tallado a su estrecha cintura, le daba un aspecto seductor. Al verla acercarse a él, éste encaminó sus pasos hacia su sillón. Al sentarse en el se recuesta, esperando a por ella.Lía vuelve a sentir el mismo rechazo, le dolía que el la tratase de esa manera. Lo que no comprendía era porque actuaba de esa manera.—¿Porque estás enojado conmigo?—Dím
Alessio permanece tranquilo sin que la presencia de esa mujer le afecte. Sintió la mano de Lía posarse sobre su hombro mientras volvía a quedar detrás de él.—¡Zherrina!—¿Así sueles recibirme querido Alessio?—La verdad es que, no te esperaba.—Si… responde deslizando las afiladas uñas por el borde del sofá mientras que la cola de su vestido se arrastraba. —Nunca nadie me espera, ¿Porque será? Lo mira sonriendo.—¿A qué debo tu visita? Una noche gris, llena de nubes en el cielo… las calles de Bérgamo se encontraban sumergidas en un manto de neblina espesa, carentes de transeúntes.Esa noche, en una pequeña colina alejados de todos… Alessio y Lía pensaban unir sus vidas de por vida. La iluminación constaba de unas cuantas velas rojas en fila, que hacían el camino hasta la colina despejada. La grama era baja y muy verde, dándole un aspecto más romántico al escenario.Al pie de ésta, Alessio tomaba la mano de Lía quien sonreía abiertamente, pero bien que la conocía sabía que estaba realmente nerviosa y esa parte de humanidad que habitaba dentro de ella le gustaba. Ambos se encontraban en medio de un círculo rojo hecho con pétalos de rosas rojas.Capitulo 40 Boda íntima
Algunos días después del matrimonio en secreto de Alessio… al caer la noche se encontraba en su despacho revisando algunos documentos. Esa noche tenía algunos asuntos que atender fuera de casa. Luego se acordó de Zherrina, llevaba días que no la veía y eso le pareció muy raro.A parte de extraño, era peligroso que ella estuviera desapercida. Seguramente planeaba algo, pensó. Estaba tardando mucho para ponerla en su lugar.De pronto la puerta de su despacho se abre abruptamente. Éste levanta la mirada fijando sus ojos en aquella mujer pálida.—¿Acaso no sabes tocar? Le reprocha a la mujer que tenía en sus pensamientos.—No. No me enseñaron modales, pero qui
La mujer le gruñe corriendo hacia él, antes de alcanzarlo Alessio desaparece terminando por clavar la espada en su corazón. Gira para enfocar a Marcelo quien había desaparecido. Éste lo busco, y fue a por él. Ninguno se le iba a escapar, todos iban a morir por su mano.Todas y cada una de las creaciones de su padre, iban a morir.El maestro se disponía a huir sabiendo que no tenía oportunidad contra el rey. De pronto sintió como algo se desprendía de su cuerpo.Este medio gira la cabeza por el borde de sus hombros. Alessio le había extraído la columna vertebral completa con solo una mano y en un solo golpe, dejando un vacio en su espalda. Marcelo cae al piso completamente sin vida.
Muchos días habían transcurrido y Noah no tenía noticias de Lía… la chica no había vuelto aparecer, y eso que salía todas las noches con Sebastiano. Comenzaba a pensar que jamás la volvería a ver.—Esa chica no ha aparecido más, ¿Porque crees que sea? La voz de Sebas llamo su atención.—Todo es por tu culpa, si no la hubieras herido quizás…—¿Qué esperaba que hiciera? Le reclama.—Dejame resolver esto a mí, yo se cómo manejarla. La conozco desde que es una bebé.—¡Cómo quieras viejo! Se encoge de hombros.
El móvil de Alessio comenzó a sonar cuando acomodaba su saco. Fijándose que era Dante.—¡Habla!—Ven enseguida… un idiota a mordido a una humana y la chica a quedado viva.—¡Mierda! Corta la llamada.—¿Qué pasa? Le pregunta su esposa acomodando su vestido.—Un problema, debo ir a Biachi's. Le dice sin muchos ánimos.—¡No tardes! Súplica la joven.—Volvere enseguida amor. Besa su frente.El italiano se marcha mientras que Lía se queda en esa casa nuevamente s
No le quedó más remedio que defenderse, y proteger la identidad de su amado. Alessio lo era todo para ella, su alma y no permitiría que nadie lo lastimara, aunque lo último distaba mucho de suceder. Él no era rival para nadie, asumió que Noah sería quien saldría afectado o quizás muerto en cuanto Alessio se enterará que había sido el quién la había secuestrado.Primero, la cataña desarmo a Sebastiano, y de un golpe lo envío lejos. Siguió velozmente contra Noah, pero él se conocía todos sus movimientos. La chica empuñaba la katana del chico de ojos esmeralda, pero hacia abajo.—No quiero hacer esto Noah. Le advirtió.—De aquí no saldrás hasta que hayas contestado a mis preguntas, sé