El suave toque de los finos labios de esa mujer sobre los suyos… La dulce aroma familiar que desprendía de su cuerpo, ese mismo que había tenido incontables veces bajo él completamente desnudo. Para Leonard Campbell, esas sensaciones eran… Gratificantes. ¿Hace cuanto tiempo no le decían que lo amaban? ¿Hace cuanto tiempo había estado soportando la soledad? No era un hombre que le gustara cualquier mujer y eran pocas las ocasiones en las que no pudo más y le dió rienda suelta a la pasión teniendo relaciones sexuales casuales después de la ruptura con su última novia Chelsea Smith. Misma que en ese momento se había lanzado sobre él besándolo. Por más familiar que fuera el sentimiento, el tacto y la calidez de esa mujer, sabía que no podía continuar. Su orgullo se lo impedía. Su mente le reprendió, su corazón… Ese no tuvo emoción mayor. <
"¿Su hombre? ¿De que diablos está hablando esta mujer?"Pensó Samantha sorprendida. — ¿Hombre? ¿A caso tienes algo que ver con Leonard? — ¿Leonard? ¡Oh por favor! ¡Es asqueroso, no me ligues con esa basura! — Decía Khristeen haciendo un gesto de asco. "Entonces… ¿Luka? Ella… ¿Sabe lo que tengo con Luka? Pero… ¡¿Cómo?!" Cuando Samantha hizo un gesto de confusión, khristeen comprendió que ya se había dado cuenta de que le hablaba. — Efectivamente, ¡Es por ser una fácil y cualquiera que estás aquí! — ¿Que? ¡No soy nada de eso! — Expresó Samantha con enojo. — ¡Lo que yo haga o no haga no tiene nada que ver contigo! Si tanto te ofende deberías reclamarle a él y no buscarme a mí. — No voy a malgastar mi tiempo discutiendo con una mujer como tú. — Dijo Khristeen haciendo una llamada. Samantha volvió a ver a sus alrededores notando lo vacío, sucio y en
— ¡¿Que estás esperando?! ¡Date prisa y trae eso acá! — Decía Khristeen molesta al hombre a distancia que llevaba un barril de gasolina. — ¡Estás loca! ¡Estás completamente desquiciada! ¡Déjame ir! ¡Suéltame! — Gritaba Samantha en pánico sin dejar de forcejear. ¡PAM! Un disparo proveniente de la entrada dio justo en la cabeza del hombre a distancia el cual cayó de inmediato desangrándose y con una herida letal, el barril de gasolina se fue rodando lejos de él. Khristeen volvió a ver en dirección a la entrada y en ese instante finalmente los intentos de Samantha por liberarse dieron sus frutos. La joven cayó al suelo debido a que seguía atada pero al menos logró alejarse lo suficiente de la mujer que la retenía. — Lu…Luka mi amor… — Decía Khristeen viendo al causante de tal disparo que se acercaba a ella. Luka dirigió su mirada celeste claro en dirección a Samantha, ambos hac
10: 40 pm.En la mansión de la familia Jhonson. — ¡No pueden enviarme a vivir al extranjero! No soy una niña, soy una mujer mayor y tengo mi propio trabajo. — Decía Khristeen enojada. — Trabajo en la compañía familiar, al que nunca vas y al que nunca le has dedicado un poco de esfuerzo. — Hablaba enojado el padre de la joven. — Tantos estudios que te hemos dado para nada, ahora pones en riesgo todo lo que nos ha costado trabajo por tu terquedad y absurdos celos infantiles, me tienes completamente decepcionado de ti y enviarte a vivir un tiempo lejos es lo mejor, solo así vas a sanar esas heridas y olvidarte por completo del señor Ivanov. — ¡No quiero! ¡Mamá dile algo! — Exclamó Khristeen pidiendo a su madre que la apoye. La señora mayor negó lentamente con la cabeza. — No puedo querida, debes irte al menos unos tres o cinco años, aprenderás lo que cuesta la vida realmente y cuando vuelvas s
— Luka… La mujer que me secuestro y quería hacerme daño, ¿Es tu última ex novia o una de tus amantes? Él mostró una semi sonrisa a Samantha. — Última relación "oficial" que tuve. — Oh, ¿Por qué estaba tan molesta? Ella incluso gritó que era normal molestar a tus amantes… — Si, bueno ya me ocuparé de eso. Él notó que Samantha se le quedaba viendo fijamente con una insaciable curiosidad. — Pregúntame lo que quieras de ella, en compensación por lo que te hizo, responderé. — ¿En serio? Bueno… Más que saber de ella… Me preguntaba cómo pudiste andar con alguien tan, bueno… ¿Cómo decirlo? — ¿Obsesiva? ¿Tóxica? ¿Loca? — Preguntó Luka con una sonrisa burlista. Samantha se sintió avergonzada en ese momento. — ¡Lo siento! No quería sugerir nada de eso… Es solo que ella no encaja contigo, aunque no es como si te conociera, pero… No pareces se
Cuando Reina vió a su hermano acercarse, se levantó de su asiento de inmediato. — ¡¿Por qué te has demorado tanto?! ¡Hace mucho tiempo envié a llamarte con tu mayordomo! — Gritó ella furiosa. Luka volvió a ver al hombre en cuestión que estaba detrás de él.En ese momento el mayordomo entendió lo que quería su jefe y se acercó hasta la hermana del señor Ivanov. — Me disculpo señorita, la próxima vez seré más eficiente. — Decía el señor mayor. Dicho eso él volvió a ver hacia Luka y este le hizo un gesto para que se retire.— ¡Apuesto a que lo hizo a propósito! — Exclamó Reina aún molesta. — ¡Solo para darte tiempo a ti de que siguieras con esa mujer! — ¿Sabes que es curioso hermanita? — Decía Luka con un pacífico tono de voz mientras se acercaba a su hermana. Una vez ambos quedaron a unos tres pasos de distancia él se detuvo y continúo hablando. —
Samantha había despertado en la habitación de invitados que utilizó para pasar la noche en la mansión de su amante. Cuando bajó a desayunar preguntó por Luka a una de las sirvientas, ya que al no verlo pensaba que ya había tomado el desayuno sin ella y Samantha quería saber a qué hora sería la reunión de ambos en la que hablarían del acuerdo y lo encontrado. Después de todo era la única razón por la que se había ido con ese hombre. — El señor rara vez toma su desayuno. — ¿Que? Pero… Se supone que es la comida más importante. "¿No le gusta como cocina su propia gente? Anoche aunque me acompañó tampoco pidió nada para él más que agua" Pensó la señorita Thompson. — Él prefiere comer una fruta mientras da su caminata matutina por el jardín trasero, si gusta puede ir a hacerle compañía. — Decía la sirvienta. — Me informaron que la reunión será a la hora del almuerzo en la terraza donde ya se es
Dos horas después, en la oficina de la cede empresarial de Leonard. — ¿Aún no han dicho nada? — Preguntaba él a su secretaria Angelina. — No señor, aún no llega ningún tipo de información de parte de Fredek Ivanov. — ¿Tampoco han habido novedades en la búsqueda de la gente que envíe? — No, siguen sin encontrar a la señorita Thompson. Leonard suspiró con pesar mientras pasaba sus manos por su cabeza, sentado en la silla trás su escritorio, el estrés y cansancio comenzaban a ser notables en su rostro y a pesar de que no se sentía muy bien, tampoco pudo dormir esa noche con los pensamientos negativos que no abandonan su mente. — Entiendo, sal de aquí y si se comunican contigo avísame de inmediato. — Si señor. — Dijo la mujer morena saliendo de la oficina. Una vez él quedó a solas, posó sus codos en el escritorio apoyando su cabeza en las palmas de sus manos.