5: 40 pm. "Pensé que podría dormir algo, pero no fue así… No logré descansar pensando constantemente en lo molesta que estaría mi Reina y que haré para apaciguar su enojo" Mientras Edik tenía aquellos pensamientos y planes, caminaba hasta la oficina de Luka en el hotel. — ¡Ya vine! — Decía Edik de mala gana cruzando la entrada. — Llegas tarde. — No exageres. — Dijo el hombre rubio sentandose en una de las sillas frente al escritorio de Luka. — ¿Que sucedió con tu abuelo? ¿Lograste averiguar si el código pertenecía a esa puerta? — Preguntó yendo al punto. — No, pero ya que estás aquí te enviaré a ti esta noche, probablemente sea la última oportunidad que tenemos antes de que las cosas se compliquen con el regreso de Leo. — Hay una probabilidad de que Leonard también haya dejado esa habitación vacía, ¿No lo has pensado Luka? Por qué él fue quien dió el anillo a Samantha y sabí
Ante el rápido e inocente beso de Samantha, una sonrisa curvó los labios del atractivo prometido de la misma. — Sabes que prefiero cuando son en la boca cariño. — Dijo en tono coqueto inclinándose a ella. "¡Lo he logrado!" Pensó Samantha. "Su estado de ánimo ya mejoro, sería un problema para mí que comience a sentirse decaído o que no tiene oportunidad, algo así podría significar que Leo ya no quiera intentarlo y decida dejarme; debo ser cautelosa, mucho más ahora que esa desconocida quiere recuperarlo, una vez logré lo que quiero con ayuda de Luka, ya podré devolvérselo completo a esa Chelsea" Ante los pensamientos del plan de Samantha, ella sonreía aún a su prometido y a su vez, sus brazos se posaron sobre los hombros de él. — ¿Quieres uno en la boca? — Preguntó ella siguiendo el juego coqueto. Ella esperaba una respuesta de su prometido e incluso ya tenía pensado que decirle, pero no h
Khristeen no dejaba de maldecir a Reina, quien le había colgado de forma grosera a pesar de que sabía que fue gracias a ella que dió con la amante de Luka. — ¡No lo puedo creer! Es la peor cuñada en el mundo. — Gritaba khristeen exaltada. "Da igual si no me quiere decir nada de esa desgraciada mujer, simplemente tendré gente vigilando todos los días y a todas las horas" "¡Esa cualquiera de los Thompson debe pagarla!" *****3, 1 y… 8… ¡CLACK! — Esto… No lo esperaba. — Sonrió Edik viendo que el código del anillo de Samantha fue el que abrió la puerta segura. El hombre rubio termino de abrir la puerta viendo unas escaleras que bajaban algunos metros. Él continúo caminando hasta que llegó al final de dichos escalones y vio una puerta de glamurosa decoración la cual estaba cerrada. "Espero que no me pida otro m*ldito código" Pensó él poniendo su mano
"¿Salir con mi amante? Ella… Realmente cruza la línea siempre que le da la gana" Pensaba Leonard mientras se ponía de pie, acercándose hasta Samantha a pasos lentos. — Es cierto que pienso encontrarme con Chelsea, pero no es nada de lo que estás imaginando, tampoco es un tema del que daba hablar contigo por respeto a ella. — No te estoy pidiendo respuestas de eso, no me interesa. — Comento Samantha seria. — Lo único que quiero es que me dejes salir unas horas de la mansión. Leonard exhaló sintiéndose molesto. — No quiero. — ¡Quiero comprarle un hermoso obsequio a mi amiga y quiero lucir ropa que me haga sentir feliz! — La última vez compraste mucha, debes tener demasiada que ni siquiera has estrenado, sobre el obsequio, enviaré a qué compren algo adecuado y de suficiente valor para dejarte en buena posición. — ¡Tu no conoces a mi amiga! — Exclamó Samantha ac
Samantha veía a su alrededor lo hermoso que lucía el jardín privado en el sector oeste de la mansión Campbell, se acercó hasta unos cuatro metros del estanque. "Creí que era algo pequeño ya que es artificial… Pero… Es más extenso de lo que pensaba, probablemente su profundidad también sea mucha" La joven veía algunos árboles coloridos a distancia, llenos de sus flores respectivas avisando que pronto darían sus frutos. Las ráfagas del refrescante viento de medio día sacudían su volado vestido y su larga cabellera castaña, la señorita Thompson cerró sus ojos respirando profundamente y llenando de aire fresco sus pulmones. — ¡Señorita aquí! ¡Venga aquí! — Gritó contenta Clarisa bajo la copa de un frondoso cedro, haciendo extendida una manta rojiza en el corto y perfectamente cuidado césped. Samantha caminó hasta su sirvienta y amiga sentandose en la manta y pidiendo a ella que haga lo mismo.
Las ráfagas de viento que se hacían presentes, movían lentamente el cabello largo y lacio de Samantha, ella veía con sus hermosos ojos verdes a ese hombre sentado a su lado. Sin embargo, su expresión era una tensa, deseado que él se marchará rápidamente. — ¿Por qué estás aquí? — No me acompañaste a almorzar… quería pasar tiempo contigo. — ¿Por qué tendría que hacerlo?— Eres mi prometida y pronto mi esposa ¿No sería lo más correcto? Accedí a dejarte salir mañana e incluso confirme nuestra asistencia a la fiesta de tu amiga. — ¿Así que debo pagarte por ello? Hasta donde se una persona que realmente ama no pide nada a cambio… ¿Es verdadero tu amor? — Lo es, pero lastimosamente solo así puedo acercarme a ti. — Te lo has ganado Leo. Leonard sonrió en ese instante recostándose en la manta mientras su cabeza seguía en dirección a Samantha.
8: 00 am.— ¿Ya se ha ido Leonard? — Preguntó Samantha a Clarisa mientras tomaba su desayuno. — Si señorita, el señor Campbell no parecía estar de buen humor, estaba despierto desde muy temprano y estuvo en el salón ejercitándose para después tomar su desayuno, el cual a penas y comió, luego salió con uno de sus trajes en tonos grises su expresión era muy tensa. — Wow ese fue un informe bastante detallado Jajaja~ — Reía Samantha. — Lo siento señorita, es solo que usted pidió que le dijera y solo lo hice… — Respondió Clarisa avergonzada. "Quizá quería sentirse en óptimas condiciones para verse con su amada"Pensó Samantha haciendo un gesto de desagrado. — Disculpa, no estuvo bien que me riera, estoy muy agradecida con los cuidados que has tenido conmigo y me gustaría que me sigas informando de todo lo referente a Leonard. — No se preocupe señorita, por supuesto
— Tonterías, Samantha no tiene otro ex aparte de Johan Robinson y ese ya se encuentra bajo tierra desde hace un año. — Cierto, recuerdo que vi ese accidente en el noticiero, el novio enfermero de la señorita Samantha de los Thompson había fallecido, fue un escándalo en la alta sociedad, pero no duró ni una semana en tendencias, pues el CEO Óliver Thompson padre de ella le puso un alto a la prensa. — Mmm sí… — Leonard hizo un gesto de aburrimiento mientras daba una vaga respuesta, él comenzaba a comer su almuerzo o al menos a intentarlo, ya que no se sentía muy bien por todo lo que sucedía a su alrededor. — ¿Te encuentras bien? Por cierto, ¿Sabes que me pareció extraño? Leonard volvió a ver a Cecilia y ella continúo hablando. — Me parece raro que Johan Robinson haya muerto en ese accidente tan extraño de tránsito y nadie se haya dignado a investigar más a fondo. — ¿Raro? No entiendo de q