Bueno Dreynas ahora sí puedo decir, he terminado esta hermosa historia. Mis Dreynas, quiero agradecerles a todas por su apoyo. A cada una de ustedes por sus palabras, esas palabras que hacían que brincara de alegría en cuanto las leía. Esta historia comenzó siendo un pensamiento, perdido en mi loca mente. Agradezco mucho, por haber entregado su tiempo para leer. Esperar cada capítulo. La comencé un 19/07/17 *LLora como niña pequeña en su habitacion recordando, el comienzo de la historia*
El dolor en mi pecho es agudo y respirar me duele. Las lágrimas no se detienen en ningún momento, no me molesto es alejarla a solo las dejo correr junto a mi tristeza... todo en mí se derrumbó de nuevo. Esta vez siento que no voy a poder remediarlo como hago siempre; en esta ocasión ha quedado una grieta muy grande.Él solo observa mi rostro y baja su fría mirada a mi vientre; esa mirada se encuentra muy lejos de la realidad.-Pase a todo te amo, Kyle.Comprendí que la vida no está hecha de finales felices. Solo te diré que estuve dispuesta a dejar ir el pasado, aunque estuviera colado en el presente; estaba dispuesta a demostrarte que la vida no solo está hecha para buenos, también está hecha para los malos que han tenido que cometer errores por circunstancias de la misma... Estuve dispuesta a vivir una vida junto a ti sin importar tu trabajo en la mafia.-Te amo, Alejandra...-NO DIGAS QUE ME AMAS, NO DESPUÉS DE ROMPER MI CORAZÓN, ROMPER TODO DENTRO DE MI... -Lo hago locamente. No i
*Alejandra*Jurar en vano está mal. Siempre y cuando haya alguien a quien dañar. Tal parece que ya mis fuerzas de luchar han desaparecido, así como mis ganas de llorar.Acostumbrarse al hecho de no poder gritar, llorar, incluso de querer acabar con tu vida. Puede comerte lentamente al punto de ya no sentir más.Simplemente me cansé de suplicar, de luchar por algo que ya no tiene un final. Unos hermosos ojos verdes me observan atentamente en busca de alguna objeción de mi parte, la cual nunca llegará. No ahora, no delante de él.-Si por un momento dejaras de quejarte, quizá te dejarías llevar por mis caricias. Pero veo que lo mejor que has hecho todo este tiempo es llorar y suplicar.Lentamente abandona la cama. Su lejanía me hace tan bien que soy capaz de mirar a sus ojos. Perderse en ellos es fácil. Siempre es lo mismo. Su trato como si no fuera de su misma especie. Y disculpen que utilice palabras muy científicas. Es que mi cabeza anda dando más vueltas que un trompo en plena jugada
*Alejandra*Sin palabras, sin sentido de coordinación. Transparencia que es amortiguada con cada una de acciones.Un ser vacío intentando llenarse. ¿Llenarse de qué? De mi desespero, de mis tristezas, de mis gritos... de mis lágrimas. Tal vez he perdido la cabeza, pero, ¿cómo controlar los latidos de mi corazón? Esa chispa que surge con sólo verlo a los ojos... Posiblemente ya no quede ni rastro de mi antigua personalidad.Por más que intento ignorar el manojo de nervios, me es imposible lograrlo. Claramente él está de muy mal humor y la que terminará perdiendo soy yo.No obstante he tomado un poco de valentía para seguir a mis deseos, deseos que pedir hace mucho y aun no logro entender. -¿Puedo salir esta tarde? -¿A dónde se supone que iras? Contesta sarcástico, levantando su fría mirada hacia mí. -Pues no se, ir al centro comercial con Amara. -No. -No intentare huir. -Eso no es lo que me preocupa. Por mucho que intentes correr de mí, siempre voy a encontrarte, Alejandra. Te e
"Alejandra" Según el reloj que está en la mesa de noche de mi habitación. Son las tres de la madrugada. Él está aquí, no se fue después de que estuvimos juntos. Rara vez hace esto, sus brazos están en mi cintura sin hacer presión, su respiración es regular, sus facciones se ven tan tranquilas que cualquiera que no lo conozca quedaría encantado.Pero mi caso es muy distinto: yo lo conozco mejor que nadie, sin él saberlo. Cómo desearía que nos hubiéramos conocidos en otra ocasión, sin ser esta la manera de llevar mi vida atada a la suya, por el simple hecho de no haber cumplido con su trabajo esa noche.De un momento a otro siento cómo todo da vueltas. Mi estómago está revuelto como lavadora en plena función.¡Mierda! Quiero vomitar...Quito su brazo teniendo cuidado de no despertarlo. Cuando mis pies tocan el frío suelo todo mi cuerpo se pone rígido. ¿Quién carrizos prendió ese maldito aire? Tomo el pijama que está doblada sobre uno de los sillones y corro al baño.¡Maldición! Creo qu
*Alejandra*Nada estaba bien, bueno en mi vida nada lo estaba. Sin embargo, últimamente no me había sentido bien, aparte de la debilidad y náuseas estaba experimentando otros síntomas que me pusieron en alerta. Aprovechando que Kyle estaba de viaje planifique una salida con Amara a la ciudad, y como siempre varios guardaespaldas de por medio. Aunque no lo dijera en voz alta, sabía que intentar huir sería una pérdida de tiempo, aún así nunca lo diría en voz alta ni mucho menos frente a él. Esa día fuimos a un laboratorio con la escusa de que sería Amara quien se haría unos análisis, sin embargo fui yo quien me los realice. Los resultados tres días después me dejaron aturdida y con un mar de emociones que me bajaron las defensas tanto físicas como mental, entre los análisis había una prueba de embarazo la cual dio positivo. Me desmayé y si no hubiera sido por uno de los hombres de Kyle habría caído de lleno sobre el frío mármol. Embarazada de él, del hombre que me secuestró por el s
*Kyle*-Mi niño, vas a ser papá.Amara, mi nana desde que tengo uso de razón, llega a mi despacho con un sobre en sus manos y lágrimas en los ojos, por lo que imagino que ya llegaron de la consulta con la obstetra. - ¿Y qué quieres que haga, Amara? ¿Que llore de felicidad? Lamento decirte que no lo haré. No siento ninguna clase de emoción por todo esto.No alzo la cabeza, pero sé que ella me está fulminando con la mirada.Cuando Alejandra me dijo que tenía cuatro semanas de embarazo, todo en mí enloqueció. Ella no podía estar embarazada, y mucho menos de mí. Estoy furioso por su irresponsabilidad, habíamos dejado muy en claro que si yo no usaba preservativo en algún momento ella debía tomar anticonceptivos. Hacerla mía cada vez que quiero es la gloria, sin importar si la lastimo; no necesito sentir ningún afecto hacia ella. Sin embargo no hablo de un dolor físico, para mi desgracia y vergüenza jamás he podido tomarla contra su voluntad, he usado cada una de mis artimañas para seducir
*Alejandra*—¿Por qué no me dices de una maldita vez que tu madre te ha comprometido con ella?Las lágrimas son como pequeñas chispas de fuego que queman mi rostro. El enojo que recorre mi cuerpo no me permite pensar con claridad; sólo quiero sacarme de adentro toda esta puta desdicha que estoy sintiendo.—No me hables así, Alejandra, no tienes derecho a reclamar nada, y mucho menos a exigir una explicación. A mi madre la respetas —sus dedos están apretando mi muñeca con mucha fuerza, pero él no se inmuta ni deja de hacerlo.—Kyle... ¿te casarás con ella?Mi voz se rompe al formular esa pregunta. Sé que su respuesta me dañará más que sus malditos golpes.—Eso no es de tu incumbencia. Tú solo debes estar cuando yo te necesite. No mandas sobre mí, eres una mujer que lo único que ha sabido hacer en su puta vida es llorar.Suelta mis muñecas, rojas por la presión ejercida sobre ellas. Sus palabras son como puñaladas en mi pecho, que lastiman cada parte de mí.—Tienes razón, no es de mi ma
*KYLE*—Bueno, señores, espero les haya quedado claro que las inversiones tienen que seguir manteniéndose altas. Las de los casinos de Alemania están bajando en gran cantidad y no creo que ustedes puedan pagar lo que se pierda.Tomo un bolígrafo y comienzo a firmar algunos documentos de finanzas de los casinos más cercanos. Dos de los encargados están sentados frente a mí. Miguel es uno de los más viejos y con más ventajas a la hora de organizar los casinos, mientras que Diego, quien es apenas unos años mayor que yo, se encarga de algunas de las finanzas. Y en cuanto a mí, yo manejo lo más pesado, por así decirlo; aunque a la hora se sacar los porcentajes tenemos que estar los tres presentes, dado que yo no permito faltas ni en las cuentas ni en el personal.La responsabilidad es lo primordial: no me gustaría que los hombres a los que les he dado la confianza de meterse en mis negocios, tuvieran que ser eliminados tan rápido como termitas. Ellos saben muy bien que conmigo no se juega,