"Alejandra"
Según el reloj que está en la mesa de noche de mi habitación. Son las tres de la madrugada. Él está aquí, no se fue después de que estuvimos juntos. Rara vez hace esto, sus brazos están en mi cintura sin hacer presión, su respiración es regular, sus facciones se ven tan tranquilas que cualquiera que no lo conozca quedaría encantado.Pero mi caso es muy distinto: yo lo conozco mejor que nadie, sin él saberlo. Cómo desearía que nos hubiéramos conocidos en otra ocasión, sin ser esta la manera de llevar mi vida atada a la suya, por el simple hecho de no haber cumplido con su trabajo esa noche.De un momento a otro siento cómo todo da vueltas. Mi estómago está revuelto como lavadora en plena función.¡Mierda! Quiero vomitar...Quito su brazo teniendo cuidado de no despertarlo. Cuando mis pies tocan el frío suelo todo mi cuerpo se pone rígido. ¿Quién carrizos prendió ese maldito aire? Tomo el pijama que está doblada sobre uno de los sillones y corro al baño.¡Maldición! Creo que Amara no cocinó bien el pavo.¡Y allí queda la cena de ayer, desecha en el inodoro!Me lavo la cara y miro mi reflejo en el espejo: veo a una chica de veinte años que gracias a su jodido destino y a la ambición de la perra de su tía, lleva esta vida. Quisiera negar que hay días en los que me siento a gusto con Kyle. ¡Dios! Él puede ser tan bipolar... A veces tan amable, sin tocarme por unas noches en las que sólo me dedica palabras que yo sé que ni loco podría decir. A ese Kyle lo voy enterrando en mi corazón, haciéndole un espacio, por si algún día el Kyle bipolar, arrogante y obsesionado deja salir para siempre al Kyle del cual desgraciadamente, me he enamorado.Cuando estoy a punto de meterme en la cama y acurrucarme junto a él, despierta, levantándose con sólo sus bóxers puestos (por cierto, tiene bonito trasero). Toma su ropa en las manos y sale de la habitación azotando la puerta sin darme una mirada. Me conformaría con las que siempre me da, esas de "te quiero matar".Ya lo decía yo: había sido demasiado que se quedara dormido por unas horas aquí.-Maldito loco, ojalá tengas pesadillas...Murmuro cansada, vuelvo a la cama y trato de conciliar el sueño de nuevo, si bien me es imposible cuando aún siento al estómago revuelto.*Alejandra*Nada estaba bien, bueno en mi vida nada lo estaba. Sin embargo, últimamente no me había sentido bien, aparte de la debilidad y náuseas estaba experimentando otros síntomas que me pusieron en alerta. Aprovechando que Kyle estaba de viaje planifique una salida con Amara a la ciudad, y como siempre varios guardaespaldas de por medio. Aunque no lo dijera en voz alta, sabía que intentar huir sería una pérdida de tiempo, aún así nunca lo diría en voz alta ni mucho menos frente a él. Esa día fuimos a un laboratorio con la escusa de que sería Amara quien se haría unos análisis, sin embargo fui yo quien me los realice. Los resultados tres días después me dejaron aturdida y con un mar de emociones que me bajaron las defensas tanto físicas como mental, entre los análisis había una prueba de embarazo la cual dio positivo. Me desmayé y si no hubiera sido por uno de los hombres de Kyle habría caído de lleno sobre el frío mármol. Embarazada de él, del hombre que me secuestró por el s
*Kyle*-Mi niño, vas a ser papá.Amara, mi nana desde que tengo uso de razón, llega a mi despacho con un sobre en sus manos y lágrimas en los ojos, por lo que imagino que ya llegaron de la consulta con la obstetra. - ¿Y qué quieres que haga, Amara? ¿Que llore de felicidad? Lamento decirte que no lo haré. No siento ninguna clase de emoción por todo esto.No alzo la cabeza, pero sé que ella me está fulminando con la mirada.Cuando Alejandra me dijo que tenía cuatro semanas de embarazo, todo en mí enloqueció. Ella no podía estar embarazada, y mucho menos de mí. Estoy furioso por su irresponsabilidad, habíamos dejado muy en claro que si yo no usaba preservativo en algún momento ella debía tomar anticonceptivos. Hacerla mía cada vez que quiero es la gloria, sin importar si la lastimo; no necesito sentir ningún afecto hacia ella. Sin embargo no hablo de un dolor físico, para mi desgracia y vergüenza jamás he podido tomarla contra su voluntad, he usado cada una de mis artimañas para seducir
*Alejandra*—¿Por qué no me dices de una maldita vez que tu madre te ha comprometido con ella?Las lágrimas son como pequeñas chispas de fuego que queman mi rostro. El enojo que recorre mi cuerpo no me permite pensar con claridad; sólo quiero sacarme de adentro toda esta puta desdicha que estoy sintiendo.—No me hables así, Alejandra, no tienes derecho a reclamar nada, y mucho menos a exigir una explicación. A mi madre la respetas —sus dedos están apretando mi muñeca con mucha fuerza, pero él no se inmuta ni deja de hacerlo.—Kyle... ¿te casarás con ella?Mi voz se rompe al formular esa pregunta. Sé que su respuesta me dañará más que sus malditos golpes.—Eso no es de tu incumbencia. Tú solo debes estar cuando yo te necesite. No mandas sobre mí, eres una mujer que lo único que ha sabido hacer en su puta vida es llorar.Suelta mis muñecas, rojas por la presión ejercida sobre ellas. Sus palabras son como puñaladas en mi pecho, que lastiman cada parte de mí.—Tienes razón, no es de mi ma
*KYLE*—Bueno, señores, espero les haya quedado claro que las inversiones tienen que seguir manteniéndose altas. Las de los casinos de Alemania están bajando en gran cantidad y no creo que ustedes puedan pagar lo que se pierda.Tomo un bolígrafo y comienzo a firmar algunos documentos de finanzas de los casinos más cercanos. Dos de los encargados están sentados frente a mí. Miguel es uno de los más viejos y con más ventajas a la hora de organizar los casinos, mientras que Diego, quien es apenas unos años mayor que yo, se encarga de algunas de las finanzas. Y en cuanto a mí, yo manejo lo más pesado, por así decirlo; aunque a la hora se sacar los porcentajes tenemos que estar los tres presentes, dado que yo no permito faltas ni en las cuentas ni en el personal.La responsabilidad es lo primordial: no me gustaría que los hombres a los que les he dado la confianza de meterse en mis negocios, tuvieran que ser eliminados tan rápido como termitas. Ellos saben muy bien que conmigo no se juega,
Alejandra.Tarde o temprano iba a sacar sus garras de perra, sólo había estado esperando el momento indicado para hacerlo.La muy hija de puta dañó mi deliciosa cena con sus malditas palabras, y el puto de Kyle no dijo nada, sólo observo en silencio; un silencio sofocante.Sus palabras no me dolieron en absoluto, dado que, Kyle me había recordado anteriormente que sólo soy un puto juguete para él, aunque me gusta comprobar que ejerzo cierto control sobre él, que no sabe ocultar muy bien esos sentimientos que pensé que estaban muertos.Después de venir a la cocina en busca de Amara (a quien no encuentro), salgo un rato al jardín que gracias a mí y a uno de los jardineros, está muy bien cuidado. ¿Qué más se puede hacer aquí? La jardinería es mi manera de matar el estrés y la soledad que me embarga de vez en cuando, aunque pronto ya no estaré sola: tendré una personita que sé que va a ayudarme a olvidar mi pasado, aunque una parte de este vaya a seguir en mi presente.Las estrellas en el
😏🔥😏🔥😏🔥😏🔥*Alejandra*-Amara, creo que voy a reventar...Hago amago de levantarme.-¡Como no te vas a sentir de ese modo¡ -pronuncia con burla-. Si te almorzaste dos platos de macarrones con queso. Lo más gracioso, es que el queso no te gusta.-He estado experimentado muchos cambios. mentiría si digiera que no tengo miedo, Amara. Este pequeño -llevó mis manos a mi vientre-. Me ha dado unos días de morir...-Nada ha sido fácil en tu vida, mi niña. Ser madre conlleva a muchos cambios y en tu situación son muy difíciles, pero sé que podrás con ellos, eres fuerte. -comenta con ternura-. Debes tomar reposo no excederte, me refiero a todos los sentidos de la palabra, Alejandra. Evita los malos ratos con Kyle... eso no le hace bien a la criatura, ni a ti. Me hubiera gustado que fueras conmigo, le he hablado tanto a mi hija de ti. -se acerca a mí y me regala uno de sus maravillosos abrazos de amor, correspondo de la misma forma; cálido y lleno de amor.-Intentaré hacer caso a todos tus
*Kyle*Observó detenidamente el cuerpo desnudo que descansa entre las sabanas, su respiración es una suave melodía para mis oídos... Luce tranquila como si no existiese ninguna preocupación a su alrededor, cuando en realidad es todo lo contrario y yo soy el único culpable de muchas de sus desgracias. Sin embargo, no siento remordimiento, mis decisiones no fueron las correctas soy consciente de ello, pero no me arrepiento de no haber jalado el gatillo ese día; ella aun respira y eso es más que suficiente. Los errores son parte de nuestro pasado, presente y futuro; de nada vale arrepentirse después de lo cometido.El simple hecho de intentar averiguar más afondo lo que de verdad siento por ella me induce sentimientos contradictorios.M****a. ¿tan difícil, es dejar que viva sola en una casa?Para mí lo es, pero no por el hecho que pensáis, Alejandra tranquiliza la tempestad existente en mi alma (cliché estúpido) posiblemente se perciba así, no obstante, para mí es todo aquello en lo que
*Alejandra*—Alejandra, detente. Al paso que vas me voy a quedar sin cabeza de lo mala que eres en esto.—Deja lo Marica, Paul. Siéntete afortunado fuiste el primero en aparecer cuando se me ocurrió esta maravillosa idea.Le sonrió con máxima picardía y sigo tirando las dagas al frente de él, pero sin rozar lo. Algo que aprendí estando en esta casa, fue a utilizar algunas armas. Tal vez se pregunten ¿Por qué no utilizas todo eso para acabar con el baboso de Kyle? Simplemente no soy capaz, muchas noches me planteaba esas ideas, ideando miles de planes y así acabar de una vez por todas con todo el circo que es mi vida, aun así, no podía mi cuerpo no correspondía a aquellos pensamientos, ¡estoy jodida! que digo jodida, ENFERMA. No obstante, no es sólo eso lo que me detiene, inmediatamente al hacer algo contra él sus hombres no dudarían en matarme a mí también. —¿Marica yo? Si el jefe se llegase a enterar de que estas utilizando a uno de sus hombres para tal cosa, no quiero saber lo que p