Thamara se encontraba recostada al marco de la puerta del baño, con una expresión de molestia monumental, asqueada de lo que estaba viendo y llevaba el teléfono en la mano. Si piensa siquiera en chantajearme, no tengo claro lo que haría pero, no sería bonito.
— ¡Borra esa foto Thamara, no seas metiche! - sonrió maliciosa y levantó el teléfono. Yoli se mantenía pegada a mi pecho.
— ¿Qué pasa amor, le temes a una simple foto? - apreté los dientes y los puños.
— ¡Me importa una m****a la maldita foto y tú también! - la señalé, la Pecosa se sobresaltó, tembló a causa del tono fuerte y rudo de mi voz y mi dulce esposa puso los ojos en blanco.
— ¡Ya entiendo la urgencia por el divorcio! te quieres revolcar con la zorra marginal - Yoli se giró entre mis brazos y saltó encima de Thamara quien profirió un grito al sentir el puño de ésta en su pómulo ¡genial! me metí en un lío.
— ¿Te crees muy santa, estúpida? pero la aureola te la arranco junto con la puta cabeza - ¡Dios! Y hay ocasiones en que yo recrimino mi vocabulario, traté de separarlas y recibí un puntapié, dos golpes y un rasguño en el cuello.
Anton se dirigió con prisa hacia donde se escuchaba el revuelo mientras estas dos mujeres entre insultos y golpes intentaban matarse. Nunca pensé encontrarme en una situación como ésta, no soy asiduo a los encuentros furtivos y aborrezco todo tipo de escándalos y menos causados por faldas, me encuentro desconcertado; jamás pensé que Thamara se defendería de una agresión así, por lo malcriada que es y la Pecosa, bueno, es pequeña pero... peligrosa. Mi amigo cubre su cabeza con una sonrisa, él sabe lo que siento por Yoli.
— ¡No te quedes ahí como un idiota, ayúdame! - tenía sostenida a Yoli por la cintura y empujaba a la loca de mi esposa que lanzaba manotazos con los ojos cerrados, el teléfono cayó al suelo haciéndose añicos y el imbécil de Anton por fin decidió tomar por la cintura a su sobrina para detener el show.
— ¡Maldita! - gritó Thamara — ¡Come hombres! - mi amigo tapó la boca de mi insolente esposa.
— ¡Te advertí que si te metías conmigo te destrozaría la madre, estúpida! - ¡Jesús, eso si fue una ofensa en toda regla! — ¡No se te ocurra acercarte a mi desgraciada! ¡Te voy a ma... - tapé la boca de la pequeña fiera para no echar más leña al fuego.
— ¡Yoli, Thamara! ¿Qué sucede? ¡Por Dios! - la voz de John Sherman retumbó por todo el lugar.
— ¡Abue, ella es una puta! - dijo Tham lloriqueando.
— ¡Thamara! ¿Qué vocabulario es ese? ¿Anton? - éste lo miró con ojos de asombro.
— ¡No lo sé papá! - es un idiota — Cuando llegué ya se estaban peleando - el viejo me miró de manera inquisitiva.
— ¿Dyron? - preguntó y cerré los ojos, tomando una bocanada de aire para poder responder.
— ¡Esa zorra se estaba besando con mi esposo abuelo! - lo dijo tan rápido que mi amigo no pudo reaccionar.
— ¡Ahora si te mato maldita! - Yoli pisó mi pie con el tacón del zapato y el dolor hizo que aflojara el agarre y saltó de nuevo hacia Thamara, pero no llegó muy lejos porque John la sostuvo, observándola detenidamente buscando indicios del supuesto beso.
— ¡Pequeña Princesa, esa no es manera de hablar! vamos a la mesa, hay que ir a casa - se giró y me miró entrecerrando los ojos — Contigo hablaré luego galán - asentí, no pude hacer nada más.
Mi dulce esposa sonrió y me miró de pies a cabeza con lástima, sé que estoy metido en un lío aunque el viejo Sherman no encontró nada fuera de lo común en su nieta, sé que sospecha algo y no voy a poder negar nada si me pregunta al respecto, soy responsable de esta desagradable situación y no acostumbro a saltarme el peso de mis actos.
Terminado el fulano almuerzo se disponen a salir camino a la Mansión Sherman, ya son casi las cinco de la tarde y lo que prometía ser para ellos una excelente tarde ¡se fue a la m****a por mi culpa! Cuando llego a la mesa todos se encuentran de pie para marcharse, Iv me intercepta con su preciosa mirada aguamarina entre divertida y preocupada, yo bajo la mía. John se encuentra hablando con Thamara y no tiene buena cara, Eva me mira mal y los demás simplemente me ignoran a excepción de Anton que se dirige hacia mí con rostro pétreo.
— ¿Qué más me ocultas, desde cuando están juntos? - ruedo los ojos ante la mirada inquisitiva de mi amigo. La jugada de mi esposa, hace que me vea como el culpable, el traicionero.
— ¡No seas ridículo Anton! no estoy con nadie y menos con Yoli. Es una treta de Tham, no quiere divorciarse - mi amigo asiente comprendiendo pero aun así se encuentra desconcertado.
— ¡Hay una foto que los compromete Dyron! Thamara se la envió a Nickolas, esa fue la causa por la cual yo me dirigí hasta allá - se encuentra preocupado, John es un hombre aunque justo; muy protector con lo suyo y yo, no soy precisamente un ángel — ¿Qué sucedió realmente? - Anton es mi mejor amigo, pero en este momento todos se encuentran molestos y esta situación es algo tensa para mí.
— Thamara capturó el momento preciso pero, ella lo tergiversó ¡nadie besó a nadie! tú más que nadie conoce mis sentimientos y si la sola intención me inculpa... ¡entonces soy culpable! pero sólo yo, Yoli no lo es - sonrió orgulloso, sin dudar de mi palabra.
— Pero sabes que te encuentras en el banquillo de los acusados ¿cierto? - advirtió.
— ¡Totalmente, asumo cualquier responsabilidad! - dije convencido.
— ¡Bien! - expresó con burla, rodé los ojos ¡es un idiota!
— ¡Bien! - repetí en el mismo tono.
Salimos del elegante restaurante, pregunte a mi esposa si la llevaba en mi auto y se rehusó, al parecer ya le afectó la pequeña mentira ponzoñosa que armó en mi contra ¡pues que se joda! porque inminentemente hoy se tramita el divorcio. No sé qué sucede con ella, el acuerdo fueron cinco años y su padre tuvo participación protagónica en eso, todos estuvimos de acuerdo para sacarle de encima al latino que la acosaba y bueno... para ayudar a mi padre ¡fue un matrimonio arreglado, joder!
— ¿Preocupado jefe? - escucho a Dick reír por lo bajo. Sonrío. Él y su idiota hermano son muy diferentes.
— ¡Si, quiero degollar a tu hermanito por chismoso! - levantó las cejas, nunca aprobó lo que le hizo a mi hermana — ¿Me lo permites? - lo miré con ojos de cachorro y se carcajeó.
— ¿Qué hizo ahora? es un envidioso ¿cierto? - no lo había pensado.
— ¿A qué te refieres? - indagué.
— Me refirió lo atractiva que estaba la Nena Sherman, la sobrina - ¡ahora si lo mato!
— ¡Pues que se aleje de ella! adviértelo, de otro modo se lo diré yo y no le gustará a nadie - mi mal humor se presentó y Dick lo notó.
— ¡Creo que deberías divorciarte primero! - expresó.
—Eso va amigo, hoy se tramita el divorcio - informé con un vacío en el estómago al percatarme de que la verja de la Mansión Sherman se abría para dejar pasar mi auto.
**********
MI ingreso a la Mansión fue bastante incómodo, nunca me había sentido así. El ambiente se encontraba pesado y no vi a Yoli ni a mi esposa por ningún lado. Claudette se acerca y con su usual cariño me abraza y besa la mejilla, correspondo porque no había surgido el tiempo de saludarnos y no es como si yo anduviese por ahí como siempre, después de estar casi un año acostado en una cama. Su perfume siempre ha sido el mismo desde que la conozco, es bastante mayor que yo pero es una mujer bellísima y de sentimientos preciosos, adora a su familia y bueno... a cierto rubio que me mira en este momento con desaprobación al estar haciéndole mimos a su mujer por supuesto.
— ¡Dy, papá te solicita en el estudio! - mi muñeca de porcelana se acerca con rostro triste — Fue Thamara quien formó este lío, John Sherman se encuentra furioso contigo - su voz susurrante me conmueve porque conozco los riesgos de tratar con su padre molesto e incómodo por ésta situación que se torna más delicada a cada instante.
— ¡Descuida preciosa! - levanto su rostro colocando dos dedos bajo su barbilla — Mírame y dime ¿cuándo no me he sabido soltar de cualquier situación? - sonríe — Soy muy listo y no sucedió nada entre Yoli y yo, todo es una confusión - asiente y baja mi cabeza por el cuello para besar mi mejilla.
— ¡Te creo, ve allá, convence a mi padre! y quédate con Yoli - no pude evitar soltar una carcajada y abrazarla fuerte.
— ¡Entendido jefa! - hice un saludo militar y di media vuelta para caminar hacia el estudio. Decir que no me siento nervioso es mentira, tratar con el viejo Sherman requiere tacto y táctica ya que es una persona muy difícil.
Llego a la puerta y doy tres toques, escucho un "adelante" y al ingresar lo primero que hago después de ver la escena es estudiar el entorno, John se encuentra sentado detrás del escritorio, a su derecha se encuentra la Pecosa con ojos rojos y llorosos, ya me estoy alterando porque ella es la menos culpable aunque me haya acosado, a su izquierda se encuentra Thamara que después de este incómodo momento voy a azotarla con vara ¡lo juro! Su indiscreción ha causado el disgusto del hombre al cual le he tenido más afecto en este mundo después de mi padre. También se encuentran presente Anton, Jonathan - a quien esto le divierte -, Harold a quien enviaré a Singapur por mirarme de ese modo y no podía faltar el chismoso del año: Nickolas Henderson que ahora mismo estoy fraguando el plan perfecto para desaparecerlo sin dejar rastro. Dimitri acaba de entrar y Dick también se apersonó, ruedo los ojos mentalmente ante la soberana ridiculez, en primer lugar Yoli tiene veinte años, en segundo mi contrato prenupcial reza que hoy se debe dar culminación a mi matrimonio. Entiendo la molestia del abuelo pero ¿no es una cuestión personal? ¿No deberíamos estarnos gritando como locos y luego quedarnos quietos? ¡La verdad no entiendo!.
— ¡Buenas tardes señores y señoritas! - saludo formal frente a la formalidad de la causa.
— Siéntate Dyron, por favor - la voz del viejo suene fuerte y demandante, a lo cual respondo con un asentimiento y buscando la silla que será el banquillo del acusado — ¡Me siento decepcionado! - dice con voz ronca, yo tomo una bocanada de aire al mirar a Yoli llorar ¡estoy enojado! y así no soy buena compañía.
— ¡Entiendo! - es lo único que digo.
— ¿Qué sucede entre Yoli y tú? - ella aprieta sus manos y yo hago lo posible por rebajarme, soy militar. Puedo desenvolverme en situaciones de presión — ¡Y quiero la verdad! - ¡bien, ahí va! me caracterizo por ser sincero y honesto sobre todo con las personas que me importan.
— Entre Yoli y yo no pasa, ni existe nada Sherman, esa es la verdad - mi rostro sin expresión le hace saber que no miento.
— ¿Entonces la foto es un montaje de mi Ojos de Gato? - buen punto.
— ¡No! - es una evidencia fiel — Es real pero no me compromete con un beso, además de que no te garantiza "algo" entre Yoli y yo - el nerviosismo de Thamara es evidente, debió abstenerse de hacer lo que hizo. Sherman asintió con un leve movimiento de cabeza, me conoce y sabe que cuando haga la pregunta correcta yo seré lineal en la respuesta. Sólo está dándole tiempo a mi impulsiva aún esposa a retractarse.
— ¿Qué hacían dentro del baño? - indagó con presteza.
— ¿Yo, una necesidad? - respondí con ligereza.
— ¿Y ella? - agudizó la mirada.
— ¡No lo sé! - fui muy honesto en responder y él lo notó. No tengo puta idea de por qué ella se encontraba ahí.
— Relátame lo que pasó, porque no entiendo y Tham asegura que se besaban - aseveró.
— ¡No es cierto abuelo! - gritó la cobriza.
— ¡Si lo es estúpida! - provocó la castaña y lo logró porque Yoli casi salta por encima de su abuelo, la tiró del cabello y todo se volvió un caos nuevamente. Yo me quedé sentado con la pantorrilla derecha descansando sobre la rodilla izquierda a esperar el desenlace de la pelea.
— ¡Cálmense las dos, parecen perros y gatos. Por Dios! - el rubio tiró de Yoli hacia él colocando su espalda pegada al pecho y yo le voy a cortar las manos. Respiro profundo. ¡Calma Dyron, calma! — Dime Dyron.
— Cuando salí del cubículo ella estaba ahí de pie con manos sudadas y expresión de miedo. Sus ojos se encontraban húmedos, supongo que deseaba respuestas, solo que se encontró en una situación embarazosa debido a su falta de experiencia pero... esto lo estoy deduciendo, no quiere decir que haya sido eso lo que pasó por su cabeza - el viejo sonrió y negó, por su expresión deduzco que ella dijo lo mismo.
— ¿Y el abrazo?
— Sólo fue un abrazo Sherman, solo eso. Mi querida esposa tomó la fotografía y confundió los hechos como siempre ¿cierto cielo? - me asesinó con la mirada y yo... sonreí de lado.
— Tham dice que te divorciarás ¿tiene Yoli que ver con eso? - el rostro de Thamara se coloreó de rojo, y apretó la mandíbula.
— El contrato vence hoy Sherman lo sabes bien, pero puede que Yoli tenga que ver - hubo gruñidos y se escuchó el chirrido de la silla del viejo al levantarse abruptamente, Yoli me observa preocupada — No veo la razón por la cual debamos continuar con este matrimonio, no nos amamos. Por el contrario nuestros intereses románticos van en direcciones contrarias ¿cierto querida? - ella sabe que no debe meterse conmigo porque no soy un niño al que ella pueda manipular.
— ¿No sé de qué hablas? abuelo él es mentiroso ¡no le creas! - su voz la puso en evidencia ¿recuerdan cuando dije que siempre voy un paso adelante de mis enemigos? pues mi esposa es peligrosa y la tengo vigilada.
— Si necesitas evidencia Dick tiene una carpeta que contiene información detallada, con ilustraciones y todo. Por supuesto no apta para menores de edad - dije ácido mirando los hermosos ojos de mi esposa — ¿O prefieres charlar en privado con el abuelo, cielo? cuando quieras tendrás la carpeta a tu disposición, ahora bien ¿Podemos ir al grano? ¿Se leerá el testamento? porque debo viajar a Las Vegas por cuestión de trabajo John - informé para zafarme de la próxima pregunta.
— Dos preguntas más y terminamos, la primera ¿Por qué Thamara dice que tú rompiste las reglas del contrato? y ¿por qué Yoli tiene que ver con tu divorcio? - ¡genial!
— ¡Bien, la primera pregunta es sencilla! no puedo explicártelo sin lanzar al lodo la integridad moral de mi mujer pero la carpeta que voy a entregarte tiene fechas exactas y las fotografías lo corroboran - miré a Thamara que tenía los ojos como platos y me encogí de hombros — Y la segunda bueno... ¡es complicado porque estoy enamorado de Yoli!
El jadeo colectivo que se escuchó llenó por completo la sala donde se estaba dando a efecto la reunión. Yo por mi parte me siento liberado y deseo de corazón que me permitan estar con Yoli, aun cuando sé que estando libre y vivo Vladimir Skovat - que es lo que en realidad me preocupa - las cosas se pueden complicar porque no puedo concentrarme en otra cosa que no sea exterminarlo como una maldita cucaracha de la faz de la tierra. Me importa un pito si tengo que llevarme por delante al imbécil de Víctor en el trayecto, ya ni siquiera me importa Thamara porque me traicionó por sus celos y su mala influencia al querer presionarme para no divorciarme.— Dame esa carpeta Dick y en cuanto a ti Dyron espero que esto me convenza - asiento con confianza, él sabe quién es su nieta y lamentablemente ella rompió los principios solo que: yo como ser superior e inteligentemente, pude recopilar
Las Vegas es el mejor sitio que existe en este país. Popularmente llamada “La Ciudad del Pecado”, los grandes hoteles y los casinos son puntos emblemáticos en esta bella ciudad de los Estados Unidos, mi estancia aquí será de una semana, siete días de trabajos forzados, pero también una semana de espacio para aclarar las mentes de los que estamos hechos un lío, mi cuerpo se siente tembloroso ante la sucesión de hechos recientes. Salir del quirófano y estar casi un año acostado me hizo apreciar más la vida y que Yoli me… quiera a su lado es todo un deleite. Todavía siento en mis labios la suavidad de los suyos y su sabor en mi boca, el roce de su piel, su aroma y ella… atrevida diciéndome que desea disfrutarme ¡Dios! solo de pensarla mi cuerpo tiembla.Me encuentro escondido en la oficina revisando un montón de papeles y cuentas. Hubo u
La cena estuvo estupenda y yo estaba famélico, Yoli devoró también sus platillos y el postre. Fue un buen momento hasta que empezó a quitarse la ropa para meterse a la cama conmigo. Por más que lo deseaba no podía tocarla, al menos no aun con toda la preocupación que llevaba encima por lo del Perro Ruso. Se enfureció conmigo cuando la vestí con un pijama que mandé traer, a la fuerza por cierto. Me golpeó y manoteó como pudo, pero al final me dejó hacer y lloró un rato. Se ve preciosa entre mis sábanas.Me encontraba recostado al el marco de la puerta con un vaso de whisky a medio tomar, debatiéndome entre meterme a la cama con ella o salir huyendo del maldito Pent-house y emborracharme hasta quedar sin sentido para conciliar el maldito sueño. Era una tentación, una provocación, pero también suponía un riesgo para m&ia
Vi cuando su camiseta voló por los aires dejándome una fantástica visión de su torso desnudo ¡Dios mío está buenísimo, es perfecto! Tiene una actitud diferente a la de siempre, pero aun así es lo que quiero, él es lo que deseo y en este momento si me lo va a dar, lo aceptaré. Lo único que no entiendo es por qué me pregunta lo del sexo, si él sabe perfectamente que no lo he hecho nunca y que lo deseo a él y solo a él. Intenté tocarlo y se retiró, bajó la cabeza y me miró a los ojos sonriendo de manera extraña y diferente. Este no es Dyron, nunca lo vi de este modo tan… agreste y mucho menos tratando de hacerme daño.—¿Me deseas Yoli? – Mi nombre en sus labios se escucha tan… sensual que mi cuerpo tiembla —¡Háblame Pecosa! – hasta ese apod
Su rostro colorado me hace sonreír, sé que soy un cabrón desgraciado, pero es mía y hoy va a suceder. Cuando llegue a Manhattan van a castrarme, pero valdrá la pena; ella lo vale.—¿Quieres conocerlo? – asiente con el labio inferior mordido. Esto va a ser un espectáculo.—¡Sácalo por favor! – niego.—¡Libéralo tu Pecosa! – Beso sus labios deliciosos y agarro el bajo de su camiseta —Yo hago lo mío tú haces lo propio con lo tuyo ¿sí? – sonrío para que confíe en mí aunque soy una mierda.Saco su camiseta y respiro fuerte al mirar sus preciosos senos, redondos, gorditos y con unos pezones tan claros que parecen transparentes. Estoy haciendo todo lo posible para no lanzarme sobre ella a comérmelos ¡p
Despierto con un delicioso dolor en el cuerpo y los músculos agarrotados, recuerdo la noche de ayer y puedo calificarla como: rara. Pasar de una pelea casi como gatos al sexo, exactamente mi primera vez… es algo raro para mí. Intento incorporarme y me es imposible ya que un brazo enorme se encuentra reteniéndome por la cintura… Dyron. Me giro para encontrar su pecho desnudo, cada musculo y su piel es sencillamente perfecta ¡que hermoso es! Subo la vista para encontrarme con sus pestañas largas y espesas, su rostro se ve angelical aunque obviamente no lo es, porque su endemoniado carácter ya lo conozco, anoche lo vi, es… es… odioso y arrogante, aunque ese tipo de actitud no la había visto en él nunca y menos hacia mí. Separa los labios dejando salir un suspiro, aprieta el brazo acercándome más a su cuerpo duro y suave al tacto, estoy desnuda y eso hace que mi cuerpo tiemble ante lo firme y despierta que se encuentra su hombría, mi sexo duele de nuevo, pero no p
—¡No me salgas con esa mierda Anton! – rujo ante las palabras de mi amigo frente a su cara en la video llamada.Yoli aún se encuentra profundamente dormida, espero que no haya escuchado el grito, ya basta de sustos por ahora. No quiero que piense de mí lo peor.—¡No lo pagues conmigo Dyron, papá cambió de parecer! – resopla una risa ante mi rostro colorado —. Cálmate o no le servirás de mucho a la pequeña Princesa infartado – el muy idiota se carcajea.—Descuida, no me infartaré y puedes decirle a John ¡que se vaya a la mierda! – su rostro serio me hace reír.—Dudo que a mi padre le agraden tus palabras amigo mío – alza las cejas. El maldito viejo se encuentra a su lado, puedo presentirlo aun a través de la cámara de
La veo emerger de la habitación como si fuese un alma en pena, veo tristeza en sus hermosos ojos y pongo los míos en blanco por la tontería. Las mujeres son demasiado sensibles y esa es la razón por la cual nunca tuve novias.—¡No quiero que me hables! – dice con voz aniñada con la firme certeza de que me conmoverá.—¡Bien, pero antes debes decirme la razón Pecosa! – digo mirando su busto.—¿Te parece poco que aparezca una chica medio desnuda en la puerta de la casa con bandejas de comida? – Se me escapa una sonrisa —¡eres un descarado! – arruga los labios.—Soy soltero Yoli – jadea asombrada —, o por lo menos lo era – mi sonrisa se amplía y ella me mira como si quisiera asesinarme.&md