La luz del sol golpean los ojos de Gerard, sonríe al ver que ha despertado con su hija entre sus brazos, cuyos cabellos castaños están repartidos por la cama.
Se queda mirando la sonrisa que tiene en el rostro, esa aura angelical y con la luz entrando por la ventana, le da un toque casi celestial que le da un poco de paz, pero no la suficiente para silenciar a su consciencia.
La puerta se abre de golpe y el rostro sorprendido de su prima le hace fruncir el ceño. Darcy entra rápidamente y cierra la puerta, da dos pasos para acercarse a la cama de la pequeña y despertarla, pero Gerard le hace un gesto con la mano para que se detenga.
Con mucho cuidado de despertar a la pequeña, sale de la cama, toma del brazo a Darcy y la saca de la habitación.
-¿Qué haces en la habitación de mi hija?
-Es obvio, ¿no? Vengo a despertarla para llevarla al colegio – le dice ella so
Luz corre lo más rápido que puede, pero sus piernas no responden.El rostro de Rickon y el de aquel hombre con máscara negra y dorada la siguen desde cerca. No importa si grita o llora desesperada, nadie la escucha en esa habitación que se ha hecho gigantesca.Hasta que las garras del hombre desconocido la toman firmemente del brazo y la hacen chocar con ese cuerpo duro.Se despierta de aquella pesadilla gritando, en una habitación iluminada que no es suya…Le toma algunos segundos darse cuenta que está en la casa de Rafael, él entra asustado por la puerta, con el cabello revuelto y con ojeras bajo sus bellos ojos verdes.-¿Estás bien? – le dice acercándose para tocar su frente -.-Una pesadilla… pero no es mejor estar despierta.-Lo sé, pero un día pasará, te lo prometo.Luz solo asiente, porque no quiere hablar m&aac
-Madre, no voy a echarme atrás – el corazón de Luz latía con fuerza, porque luego de tantas veces que su madre le pidió que dejara su trabajo, ahora estaba totalmente en contra de que lo hiciera -. Ya tomé la decisión y Rafael lo entiende.-No entiendo, si ayer por la mañana lo defendías… no lo entiendo – para Mace era incomprensible, era frustrante y lo manifestó cerrando los ojos -. ¿Qué harás ahora?-Bueno, tengo suficientes ahorros, así que mi aporte al hogar no se verá mermado, si es lo que te preocupa.-No, Luz, no me refiero a eso… tú tenías un objetivo, ¿es que acaso lo dejaste de lado?-Por supuesto que no – la chica toma asiento en el sofá y se mira las manos, tratando de no caer en la desesperación -. Pero ya no será periodismo – mira a su madre con determinación
Dan ve llegar a su amigo sin poder evitar la sorpresa, ya que esperaba que se perdiera al menos unos días más, pero solo se dio un día.-Gerard… - le dice dándole un abrazo -. Pensé que te quedarías un poco más en casa.-Un día fue más que suficiente para disfrutar a mi hija y para ordenar algunas cosas aquí – dice apuntando su cabeza, mientras entran a la oficina de Gerard -.-¿Ya sabes bien lo que vas a hacer?-Sí, lo primero es buscar a una tutora o niñera para Charlize – suspira cansado y toma asiento en su sillón -. Me llevé la sorpresa que Darcy se estaba encargando de ella por las mañanas.-¿No lo sabías? – le dice sorprendido Dan, porque no aún desconoce el nivel de lejanía que tenía con su hija -.-Lo sé, he sido un hijo de pvta con mi propia hija, pero pre
Tras una fuerte discusión con sus padres, Luz sale decidida a hacer lo mejor que puede para quedarse con ese trabajo. Al tomar el autobús, se sienta mirando por la ventana, sin evitar sonreír.Sí, porque a ratos es posible dejar de lado ese momento oscuro de su vida y ver con optimismo la vida. El autobús hace una parada y se suben varias personas, una chica joven, pero vestida como vieja, se sienta a su lado. De pronto le suena el teléfono y se asusta cuando la ve hablar con miedo.-S-sí, señor… no me olvido, mañana la visita. Que-quedaron en su escritorio, en la carpeta azul, bajo la marrón – da un respingo y se queda mirando el teléfono -. Hasta mañana, señor Collins.-Disculpa – le dice Luz tocando su brazo y la chica se arreglas los lentes -. ¿Era tu jefe?-S-sí.-¿Y te trata mal? – la chica asiente con timid
-Mucho gusto, señorita Méndez – le dice Gerard, dejándole su lugar. Sus manos se separan con cierta dificultad, porque algo lo llama a no soltarla, a protegerla -. Tome asiento, por favor. -Si me permite antes – Luz se vuelve hacia la pequeña, se acuclilla y le extiende la mano con una sonrisa -. Hola, ¿cuál es tu nombre? -Yo soy Charlize Finnick, la princesa consentida de mi padre. -Mucho gusto, Charlize – se pone de pie y toma el lugar que Gerard le ha dejado libre -. Trata de mantenerse calmada, pero su cuerpo reacciona de una manera extraña. Ese hombre alto, de un metro noventa la ha dejado completamente embobada, pero quita esos pensamientos pronto, porque por más apuesto sea el hombre, ella no puede pensar así… no es digna de ningún hombre. -Supongo que estás al tanto de lo que necesito de ti – le dice Gerard con el mismo tono formal que usa para sus clientes -. -Sí, se me informó de los requerimientos. Me gustaría que especifica
Gerard reacciona antes de que Luz avanzara mucho más y camina tras ella, la toma del brazo y tira de la chica, haciendo que impactara con su cuerpo. Ella se queda paralizada un momento contra el cuerpo del hombre, con sus manos sobre su pecho, mirándolo a sus bellos ojos color miel.Pero el estremecimiento que le recorre el cuerpo, no solo por la cercanía con un hombre, sino también por el olor que puede percibir en él, a madera y manzana. En seguida los vagos recuerdos de aquella noche la invaden, lo que hace que lo empuje y trate de escapar, pero él la sostiene nuevamente, no quiere dejarla ir porque el aroma que emana, a jazmín, al igual que aquella chica y una necesidad de protegerla lo invade en lo profundo de su corazón.-Luz, no sé qué le hace pensar que soy un hombre malo, que despide a sus mejores empleados, pero quiero decirle que estoy dispuesto a aclarar todo lo que usted quiera, con tal
Al salir de la heladería, Gerard se voltea para ver a Luz, los rayos del sol a esa hora de la tarde hacen que la chica se vea como un verdadero ángel, solo espera que la relación laboral se dé bien y que su hija pueda tener a alguien que se preocupe de ella, tanto como él.Por su parte, Luz no deja de observar al hombre, el que tiene una mezcla de alegría y tristeza a partes iguales en su rostro. Lo ve escribir algo en su teléfono y en cuanto él la ve a la cara otra vez, ella siente la notificación de mensaje.-Ya está la dirección, si tiene problemas para llegar, no dude en hacérmelo saber, por favor.-Gracias por esta oportunidad, espero estar a la altura de la confianza – dice Luz con una sonrisa que calienta el corazón de Gerard de inmediato -.“Tal vez sí pueda redimirse, después de todo”, piensa con esperanza y, sin quitarle m&a
En la medida que se van acercando a la casa de los Finnick, Luz comienza a sentir una sensación de inseguridad y angustia que amenaza con paralizarla. Respira profundo varias veces, cerrando los ojos, hasta que Rafael se detiene a un kilómetro antes de llegar a destino, se baja y se acerca a ella por la puerta.-Luz…-Es solo que tengo miedo de quedarme sola en esa casa, no conozco a nadie y además, al menos sé que hay dos hombres, con el cuerpo parecido al de él, y yo – la respiración se le hizo pesada, las palabras se le atoraron en la garganta y nada de lo que había decidido con tranquilidad, ahora estaban en su memoria -.-Bella, puedes retractarte, yo puedo ayudarte a buscar otro trabajo, en serio que sí.-No, ya dije que lo haría y no me puedo echar atrás – logra calmarse un poco y ver a Rafael a los ojos -. Me fui sin despedirme de mi madre, porque no quiso sal