Si todos esperaban que los padres de Luz la apoyaran, que no la juzgaran, le dieran un abrazo y lloraran de felicidad… es porque no conocen a Miguel Méndez.
La bofetada a su hija vino de su madre, mientras que el agarrón de brazo vino del padre, antes de que comenzara a gritar como loco.
-¡¿Cómo que estás embarazada?! ¡¿Acaso ese es el ejemplo que te hemos dado?! ¡Yo no eduqué a una cualquiera!
-Dime quién es el padre, Luz Méndez – le dice su madre entre dientes -. Porque él va a tener que hacerse cargo, yo no voy a deslomarme trabajando para mantener a ese bastardo.
Ante el silencio de Luz, que siente su corazón romperse otra vez, su padre la toma de ambos brazos y la hamaquea con brusquedad.
-¡¡Habla, ¿de quién es ese niño?!!
-No lo sé.
Eso fue todo, “no lo sé”. Con to
Matías sonríe, su hermana siempre ha sido algo dramática para algunas cosas, para él, Luz nació vieja. Así que trata de relajarla un poco.-No puede ser tan terrible, a poco me vas a decir que estás embarazada o qué – Luz solo emite un ligero sollozo -. ¿Luz? ¿Era eso?-Sí – le dice ella en un susurro y Rafael le aprieta la mano -.-¡Mi3rda! Metí la pata… ay, hermanita… no llores, no es malo, no estás sola… espera – se pone serio y su actitud cambia por completo -.Matías, que estaba en el comedor con unos colegas, sale hecho una fiera hacia el patio. Ya se imagina lo que puede estar pasando.-Luz, dime algo… ¿le dijiste a nuestros padres?-Sí… - le dice ella llorando a mares -.-¿Te hicieron algo?-Mamá me abofeteó… me trataron de
Aunque el domingo fue difícil esperar por Luz y no verla llegar, Gerard supo que era por su bien y el de su bebé.Por esa misma razón, ayer lunes fue a visitarla junto a Charlize, pero ahora iba más temprano para no encontrarse con Rafael y para tener privacidad.Lleva parado frente a la puerta diez minutos y no sabe cómo entrar… bueno, sabe que debe golpear la puerta para que Luz abra, pero no sabe qué decir, en especial porque vino temprano y solo.Cuando al fin se arma de valor, la puerta se abre y se encuentra con una Luz con un moño alto y desordenado, una blusa de tirantes y un pantalón de chándal.-¡Gerard! – dice ella espantada, más por su apariencia que por tenerlo allí -. ¿Qué haces aquí a esta hora?-Que-quería verte a solas… ¡Hola!, te traje pan dulce – le muestra la cajita y ella sonríe -
Gerard se cree en las nubes, hasta que comienza a sentir un sabor salado en aquel beso que, hasta ahora, era dulce. Se separa un poco de Luz y ve que gruesas lágrimas caen por sus ojos, se angustia al saber que él ha provocado esa reacción, pensando en que no debió seguir ese impulso.-Luz… perdona – pero ella lo calla con un dedo en sus labios, niega con la cabeza, manteniendo los ojos cerrados y sonríe -.-Ese ha sido el mejor beso de toda mi vida, pero no sabes cuánto me han dañado – lo mira directo a los ojos y hace un puchero -, y por eso tengo miedo, que tú también me dañes.-No… no, mi Lucecita. Puedes no creerme, pero no sé cuándo, dónde o cómo, pero te tengo aquí – le coloca la mano sobre su corazón, que late desbocado -. Te juro que eres la segunda mujer en mi vida que me hace sentir así…&
Aunque Rafael no se quería perder aquel episodio tan importante, aceptó que Gerard la llevara, especialmente porque la agencia tenía una boda ese día y los preparativos comenzarían muy temprano.-Por favor, en cuanto tengas la foto de esa ternurita, envíamela – le pide antes de despedirse -.-No te preocupes, serás el primero en verlo.-Los dos sabemos que no seré el primero – le da un abrazo y abre la puerta -, pero me conformo con ser el segundo.Le da un beso en la frente y se va inquieto, porque siente que la cercanía de Luz con Gerard no es conveniente para él, aunque tampoco quiere actuar como ese hombre celoso y posesivo, no quiere ser igual a su padre.Un rato después que se fuera, las nueve treinta, Gerard toca el timbre del departamento y Luz lo recibe con una abrazo, toma su bolso y bajan para irse a la cita, que es bastante cerca de allí.
Nada pudo detener el impulso de Gerard de lanzarse sobre los labios de Luz, quien terminó llorando y riendo a partes iguales.-Estás loco, ni siquiera… - “sé quién es el padre”, es lo que estuvo a punto de decir, pero solo guardó silencio, se puso de pie con ayuda de Gerard y fue a cambiarse -.Mientras él, se quedó con aquella imagen que le calentaba el corazón tanto como cuando vio las primeras imágenes de Charlize. Aquel sentimiento era extraño, pero se sentía bien, así que no iba a analizar demasiado porque lo bueno se tenía que disfrutar y punto.Cuando Luz aparece, se toman de la mano, alguien llama a la puerta y segundos después aparece el doctor. Tras varias recomendaciones y asegurar que todo va bien, ambos salen con el corazón hinchado de felicidad.-Por favor, déjame venir a los demás controles contigo... &nd
Gerard solo sonríe, le da un beso corto y retoma el camino, mientras Luz contesta el teléfono, agradeciendo de no haber dicho más de la cuenta.-Luz, ¡que hermoso!-No exageres, que apenas se nota como un porotito.-Más bello aún… te juro que aquí se rieron de mí porque solté mis lagrimitas.-Estás loco – Luz no se cree que haya tenido esa reacción -.-¿Qué haces ahora?-Voy a almorzar, con Gerard, después iremos por Charlize y luego pasaré por el departamento, para buscar algunas cosas. Hoy regreso a la mansión, el doctor me dijo que mi trabajo no es riesgoso.-Pero Luz, sabes que puedes quedarte conmigo sin problemas…-Lo sé, pero no quiero. Ahora con mayor razón tengo que trabajar, el parto no es precisamente regalado y luego están todas las cosas que podamos necesitar. M&aac
Llegan a la mansión riendo de las anécdotas de Charlize durante el día, en esta nueva escuela tiene más amigos y eso a Gerard le da un gusto enorme, porque se le ve más feliz.-Papi, ¿crees que pueda hacer una pijamada algún día?-Claro, princesa. Solo es cosa que antes de eso hagamos alguna fiesta o una tarde de cine, para conocer a los padres.-¿Podemos hacerlo en el jardín?-Por supuesto que sí.La niña comienza a saltar de felicidad, hasta que, por supuesto, aparece la bruja que nadie quiere.-¿Harás una fiesta en el jardín con niños pequeños? No me parece una buena idea.-Princesa, ¿qué te parece si vamos a la cocina a comer algo?-Veo que la señorita apareció, recién llegada y dando problemas – llega la chica del servicio y Luz le hace un guiño para que se l
Gerard llega a la cocina, donde sus chicas están rellenando panqueques con dulce de leche, hasta Evangeline sonríe al ver la alegría de las dos, que se llevan como si fueran madre e hija.-¿A mi hermanito le gusta el dulce de leche?-No lo sé, ya sabremos – le dice Luz con su bella sonrisa -.-Ojalá que sí, porque a mí me encanta – se chupa un dedo con el ingrediente y se ríe -. Deberíamos hacer esto de postre todos los días.-Ya lo hablamos, princesa, dulces todos los días…-Provocan caries y otras enfermedades.-¿Cómo están las mujeres más bellas del mundo? – les dice Gerard acercándose a ellas y dejando un beso en sus frentes -.A Luz le da de todo, porque está Evangeline y no quiere que alguien más se ponga en su contra por creer que va detrás del hombre.-&ique