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Los dragones místicos

   Quite mi magia al ver su herida, este me mira asombrado y dice curioso

   Dragón de luz: ¿Qué haces?, acaso vas a dejar la pelea así.

   Lo mire fijamente y mientras me acercaba dije: estaría peleando con ventaja y una pelea así no la quiero… debo curarte esas heridas.

   Este que se alza y trata de hacer una sacudida se aleja de mi y alzando las manos digo: no hagas eso, te vas a lastimar, debo curarte.

   Este quien me ve y bota vapor en mi cara me acordó a Suerte y dije para mi ‘la terquedad me persigue por lo que veo, igual que yo’ note como rompía la barrera y caminaba, decidí correr en su búsqueda y detenerlo pero ignoraba lo que decía así que recordé mi magia de escudo, y lo encierro conmigo luego junto mis manos y noto como un aura azul con verde sale de mis manos, y fui acercándome poco a poco, luego vi como me ignoraba y decía

   Dragón de luz: hmm! Has lo que quieras humana.

   No se porque pero reí y me fui acercando poco a poco a el, hasta tocar su herida y mientras cerraba los ojos expandía el aura y curaba su cuerpo junto con sus heridas. Por alguna razón aún escuchaba los dragones y uno de ellos dijo: es lo mismo que hizo la semi Elfo con Isthar.

   Estos me observaban y decían que veían algo curioso en mi, como si esto estuviera destinado a pasar pero aún nadie sabía el porque, hasta que el dragón de oscuridad se paro frente a mi y pregunto.

   Dragón de oscuridad: eres curiosa, ¿Cuál es tu nombre humana?

   Agarre a las hadas y mientras lo miraba dije: anteriormente me llamaba Zafiro, morí a través de una pelea con un ser maligno, y transmute como Amanda pero… dicho nombre es de una mujer que en el pasado arruinó mi vida, por eso siempre me presentó como Zafiro.

   Este no dice nada y ve como me voy con las hadas hasta el portal y desaparezco del lugar. Caleb no paraba de dar vueltas y al oír mi voz corrió como un niño tras su madre y me explico lo preocupado que estaba, mientras bajamos la montaña le expliqué lo ocurrido y el como ellos no nos iban a ayudar, así que copie carta a todos mis conocidos pidiendo que me ayudaran a buscar a Kath.

   Yo por mi parte decidí ir donde los osos y seguir recuperando mi magia para estar al cien por ciento, y poder seguir con mi entrenamiento con Alesia, luego de ir con ella le conté lo ocurrido y le mostré la carta y ella algo triste dice

   Alesia: tranquila hija mía, verás que es un enojo pasajero.

   Suspire porque así fuera y fui donde los osos con Trueno y Garras, Alesia se quedó con Love y Ruby. Cuando crucé el portal que hizo mi hija pude sentir su energía y muchos recuerdos vinieron a mi, como ya era de noche pase por mi vieja casa mientras les decía a las hadas

   Zafiro: avisen a las otras de mi regreso.

   Algo me hizo detenerme en seco, ya que la puerta estaba abierta y le hice un gesto a Trueno de silencio y a Garras de no moverse y esperarme, saque mis dagas y me acerqué lentamente, es cierto que no tenía mucho poder pero algo si sabía, si era uno de los osos la luz estaría encendida o no estaría sólo, además por la hora estaban más que dormidos.

   Llegue a la puerta y me agachó para que la luz de la luna no refleje mi sombra, camine de manera lenta y algo curioso me hizo bajar la daga, Cedric había ido a la casa y miraba las fotos, la casa que me hicieron los osos en parte era iluminada incluso sin luz del fuego, quería hablarle de manera suave pero al recordar su carta e imaginar su gesto me hacía enojar y en un tono seco le digo

  Zafiro: es raro verte aquí, luego de tu linda carta te imaginaba lejos.

   Veo como se da la vuelta de manera lenta, aún con la foto en la mano y mientras enciendo la luz me dice: no se como quieres que actúe.

   Olvido mi enojo porque sabía que tenía razón, en su lugar tampoco sabría como actuar, pero si escucharía la explicación cosa que el aún no me deja hacer, lo mire fijo y luego fui a la cocina por algo de cenar, note como me seguía y se sentaba en la mesa mientras sólo me miraba, busque el libro de magia y invoque de la casa de Paula unas salchichas, huevo, leche, sal y pan.

   Luego de hacer la cena le serví primero a el como siempre hacía, y luego servía para mi, deje el envase de leche en la mesa por si el quería más, no hablamos por un rato el sólo decidió observar y yo ni sabía que decirle, ya luego de haber comido recogí los platos y los lave y lo demás lo guarde, me quedé en la puerta de la casa jugando un rato con Garras, al ver las hadas volver hable con ellas e ignore a Cedric que sólo seguía mirándome.

   Luego de un rato, subí al cuarto y me cambié, me coloque el traje que me regalaron las hadas junto la tiara y deje mi cabello suelto, el al verme decide preguntar pero como era algo de costumbre esta curiosa rutina le dije: voy al templo con las hadas, no creo demorar si se me hace tarde desayuna sin mi.

    Pero antes de salir me retiene en la puerta Cedric y lo miro calmada y curiosa por ese gesto y dice: eh, perdón! Mi cuerpo reaccionó sólo, quería decirte que tuvieras cuidado.

  No se porque quise sonreír y le digo: confía en mi.

   El sólo se asombra y sonríe, las hadas como algo típico sólo daban vueltas y desprendía aura rosa como símbolo de amor, me fui a la parte detrás del templo donde está la montaña de los espejos, era un lugar donde no veías nada ni había ruido del exterior, sólo voces y en el fondo reflejos de fantasmas del pasado y en el centro donde los espejos estaba otra magia mía retenida.

  Salí con las hadas cerca del alba ya cuando algunas nubes se empezaban a colocar amarillas por el sol, al salir de allí me detuve porque el vestido había cambiado, esta vez no llegaba hasta mis rodillas si no un poco mas arriba con más capas, el borde final del vestido era color oro con azul cielo y lila mientras lo admiraba ignore que Cedric estaba llegando hasta que oí su voz y mi asombro fue un gesto de sonrojo con un ‘Pero, ¿Qué.. Que haces aquí?’.

   No me enojaba que estuviera de hecho me alegraba, pero simplemente no me lo esperaba y eso me acordó al Cedric del pasado, fui donde el y mientras le sonreía le dije: buenos días Cedric.. yo creí que estarías en casa ya tomando el desayuno.

   Este mira a los lados y dice: te quise esperar.

   Se lo agradecí y mientras lo miraba mi sonrisa se esfumó al recordar la mujer y dije: le avisaste que estarías acá, puede que este preocupada por ti.

   El sin mirarme me comenta que ya le aviso y que le mantendría informado, luego le pregunte si Kath la conocía y que opinaba de ella, este me mira curioso y explica que al principio Kath sólo le hablaba poco ya que estaba ocupada pero luego la conoció bien y le agradó, cuando quise preguntar como se conocieron y cuanto llevan juntos un sonido nos distrajo.

   Corrí al origen del ruido y se que Cedric también, vi a Isaac y corrí hasta el, como si nada le asustara me abrazo y me saludó y luego me dijo:creo que te vinieron a buscar.

   Pero cuando iba a preguntar a que se refería Cedric me mueve un poco la cara y dice en tono de pregunta: ¿Eso te vino a buscar?

   Mi asombro fue enorme y mientras me acercaba digo: no entiendo, ¿Cómo me encontraste?

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