Capítulo 647
En ese momento, un hombre de cabello entrecano salió apresuradamente del salón interior. Era el maestro pintor Salvador.

Había estado descansando en la sala posterior cuando escuchó que Vicente había llegado, así que acudió inmediatamente a su encuentro. Al verlo, dijo con evidente nerviosismo:

—Maestro Salvador, no hace falta tanta cortesía.

—Estos viejos huesos míos no merecen tanto protocolo —respondió Vicente con tono sosegado.

—Continúe con sus asuntos como si yo no estuviera.

Aunque Vicente restaba importancia a su presencia, Salvador no se atrevía a tratarlo con ligereza. Rápidamente ordenó que sirvieran el mejor té y que los mejores sirvientes lo atendieran. Incluso planeaba hacer una excepción y escribir personalmente otra caligrafía para Vicente.

Para entonces, nadie prestaba ya atención al asunto de Faustino...

—¡Ustedes tres, deténganse!

—¿Qué pasa? ¿Vienen a mi casa y piensan escaparse sin que ajustemos cuentas?

—¡Qué ridículo!

Cuando Faustino, Larisa y Diego apenas habían
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App