—¿Quién era aquel ser Jenny? ¿Te dijo su nombre? —No victoria, todo fue tan rápido, pero su cara sigue en mi memoria, él me transmitió algo tan poderoso que logró desterrar los vestigios del mal que aún luchaban por echar raíces en mi interior.—Por favor Jenny descríbelo.—Tenía una mirada fuerte, eso si lo recuerdo a cabalidad, una mirada que se clava en la de los demás y no se inmuta, era musculoso, pero no exagerado, yo diría más bien atlético. Su cabello estaba empapado por la lluvia, no era largo. Él se me acercó y mi mente se nubló, algo me hizo que perdí la noción del tiempo, me dijo: “Eres Libre” luego de aquellas palabras sonrió, y percibí como de mis dedos comenzaron a brotar unas especies de hilos de humo color negro, aquello me dejó sin habla. Juro por Dios que después aquel hombre se convirtió en halcón ante mis ojos, me sentí tan maravillada y perturbada que no me contuve en hablar con la madre superiora y Rebeca, sentí que era protagonista de un milagro, ¡Dios obraba
—¡Fascinante! Me enamora la forma como lo describes, me encantaría estar en un lugar así donde el tiempo se detiene, te imaginas que en semejante propiedad viva un hermoso príncipe como en los cuentos de hadas.—¡Ni lo digas! No todo es color de rosa, y todo lo que brilla no es oro, aún no te cuento sobre su lado oscuro, existen unas historias terribles acerca del castillo.—¿Cuáles son esas historias que podría empañar tan magnífica descripción?—Han encontrado tres cadáveres cerca del castillo, específicamente en el bosque que lo envuelve, y lo peor es que hasta el sol de hoy no han dado con la causa de la muerte. A las tres víctimas las hallaron muertas con el mismo patrón “secas como unas pasas, sin una gota de sangre en sus venas”, aún no han encontrado una explicación lógica que rebele como llevaron a cabo estos crímenes, ya que ni cortadas hay en los cuerpos.—Qué escalofriante, pero ¿lograron probar algo que los relacione con los dueños del castillo?—No, y eso es lo tétrico,
—Al fin tengo una pintura real tuya —susurré, luego interrumpí mis pensamientos de amor y me referí a Emily.—Creo que ya no hace falta que vayamos donde la adivina.—¿Y por qué no? ¡Claro que iremos! —Ya sé que Adrián existió…—Aun así, debemos ir. ¿Acaso se te olvida que aún nos falta indagar a fondo el porqué ese fantasma, diablo o lo que sea te persigue? En ese momento nuestra plática se interrumpió por un mensaje, era Lucy avisándonos que se le hacía imposible ir a nuestro dormitorio, puesto que Abby se sentía mal y, por ende, una de las monjas que custodiaba el pasillo donde se ubicaba su dormitorio, le pidió que estuviera al pendiente y le avisara cualquier cambio en Abby. Luego de lo que pasó conmigo y Margot, la institución había tomado la decisión de ubicar a varios del personal cerca de las habitaciones para custodiarnos, sin embargo, esta resolución no había sido obstáculo para Ethan, sino todo lo contrario, lo disfrutaba y lo engrandecía en sus hazañas.—Creo que debemo
Los rayos del sol ya se colaban por las rendijas de mi ventana, me levanté con pesadez; nunca me habían gustado las pesadillas en las cuales aparecía mi abuela, porque se volvían realidad. —¿Te sucede algo Vicky? ¡Tienes una cara! —me preguntó Emily situándose frente al espejo, para iniciar su arreglo personal.—No pude dormir en toda la noche luego de una pesadilla, bueno, en realidad no era pesadilla, fue la conversación dentro del sueño.—¿Se puede saber de qué se trataba?—Sí, se puede, pero en este momento no quiero recordarlo, es más como de costumbre ya vamos retardadas, y sabes el genio que se gasta la señorita Portland.—Tienes razón.Me dispuse a bajar la foto que me mando Alexandra, de hoy no pasaba en quitarme la duda que me entró desde que Jenny me habló del extraño personaje que mutó en Halcón; no podía evitar que a mi mente llegara Adrián. Todas estas premisas contribuían a mis premoniciones, antes no me había parado a analizar el sueño que tuve con Jenny, ahí yo vi e
—Cuando más perturbada estaba me desperté a salvo en mi pequeña cama, luego la voz de Margot vino a mi cabeza: “nadie está a salvo” —. Cuando cierro los ojos aparece él, enojado; ya su cara no es la misma, su rostro hermoso ahora es una máscara de ira, con grandes ojos rojos y filosos colmillos, estos me perturban y él sabe que le temo, me dice que viene a tomar mi vida. —me puse fría mientras escuchaba, mis amigas también, la descripción que ella me daba de Arturo ya la conocía, muchas veces lo vi así en mis sueños.—Ya es hora de buscar ayuda con personas que conozcan del tema, esto se está saliendo de control —sugirió Emily.—¿Con quién? Dime con quien podemos hablar que no nos crean dementes o drogadictas, ya lo hice con Rebeca y no me creyó, y por presentar una fuerte crisis de nervios lo que hicieron fue someterme a una cura de sueño —espetó Jenny llorando.—Es verdad lo que ella dice, yo también hablé con Rebeca y no me creyó a pesar de que le di pruebas —apoyé con tristeza lo
—¡Cállese! Aprenda a mantener la boca cerrada cuando no se le pregunta nada —alzó la voz, verdaderamente Emily se estaba pasando de la raya —. Ustedes al parecer le ha afectado la compañía del señorito Hudson, cada día están más groseras y desafiantes, pero yo voy a bajar esas ínfulas de rebeldía; este fin de semana no saldrán a ningún sitio, se quedarán aquí confinadas ayudando a las monjas en sus quehaceres, y oirán la misa y rezarán el rosario, y eso también va con usted señorita Lucy, es una verdadera lástima, creí que era una de la más cuerda del grupo, pero ya veo que no.—¡No es justo!, castígueme a mí, no a mis compañeras —le pedí.—¡Silencio! Ya he hablado y no me haga tomar una determinación peor —cerró el puño sobre la base de su mesa. Rebeca, que se había mantenido en silencio, sintió que era el momento de intervenir.—Madre superiora, ¿no habrá otra posibilidad de que se resuelva esto de otra manera? Sus padres al saber lo sucedido, y al enterarse les prohibirán a sus hij
Al día siguiente. La mañana del viernes despuntó en tonos grises, desde mi ventana contemplaba como las hojas caían suavemente meciéndose en el viento hasta tocar el suelo. Me sentí aliviada por poder presentar el examen, pero la madre superiora creyó conveniente mantenernos separadas del resto de las alumnas por esta semana para bajar la euforia que dejó la pelea. Caminé hacia mi closet y saqué mi maleta, miré con preocupación que las bolsitas del polvo que me había mandado mi abuela estaban por expirar, apenas quedaban cinco de la gran cantidad que contenía.—¿Qué voy a hacer? —gemí a mis adentros.—¿Vicky que haces? —me interrumpió Emily que venía saliendo del baño.—Nada —le contesté, pero por alguna razón ajena a mí, ella no me creyó y haciéndome por un brazo me giró frente a ella.—¿Ya vamos a empezar con los secretos? —me recriminó viéndome a los ojos, entonces no me quedó más remedio que comentarle lo que pensaba hacer con respecto a Ethan.—Estoy pensando terminar mi relació
Gabriel Monterrey llegó al internado cuando las cosas no podían estar peores; Emily, Lucy y yo habíamos escuchado sin ser vistas por boca de las monjas en una reunión confidencial que Abby había empeorado. La madre superiora y los demás profesores no sabían qué hacer al respecto en torno a todas estas situaciones extrañas que habían iniciado con Margot, por otro lado, la visión que había tenido con esta última mirándome desde el patio hacía mi ventana, no me dejaba vivir en paz.—¡Qué plaga ha caído sobre este sagrado colegio! —exclamaba con un rosario en mano la madre superiora, Rebeca junto a la señorita Portland le daban consuelo a la afligida mujer.—Madre, ¿realmente no se saben las causas de esta extraña reacción en Abby? —interrogó con apremio la señorita Portland.—Parece una grave infección, sin embargo, me han informado que los análisis no revelan nada concluyente, que dé luz del porqué de las fiebres altas y la descomposición de la piel; el tratamiento aplicado no ha surti