Carol
Eran las tres de la tarde cuando el doctor le dio de acta a Alex luego de una exhaustiva revisión. Nos advirtió que estuviéramos pendientes a cualquier signo o síntoma que pudiera presentar, y en el caso de que volviera a tener fiebre o algún otro malestar, teníamos que llevarlo al hospital una vez más. El mismo doctor estaba extrañado, no le encontraba motivo a la fiebre repentina, ya que Alex no presentaba ningún signo de infección en su cuerpo. Pero luego David, que es neurocirujano, explicó que se debía al alto grado de estrés por el que Alex estaba atravesando. Esto hizo que su tensión arterial subiera, provocando un alto grado de fiebre, como respuesta defensiva.
En este momento nos encontrábamos en mi auto Betty y yo rumbo a la cabaña del tío de Alex. Insistió en venir, no me quería dejar sola con dos hombres y
CarolSábado, 20 de febrero de 2016Sentí como la cama se sacudía a mi lado. Al abrir los ojos vi a Alex removerse intranquilo bajo las sábanas, su frente sudada y su respiración laboriosa me dijo que estaba teniendo una pesadilla. Rápidamente tomé su cara entre mis manos mientras decía su nombre, asustada, intentando despertarlo.—¡No! No, por favor, mamá —gritaba mientras se removía. Cada una de sus palabras agrietaron mi corazón llenándolo de dolor y pesar por él.—Alex, cariño, abre los ojos. Es solo una pesadilla, no es la realidad. Abre los ojos —imploré, intentando sacarlo de su mayor temor.Luego de varios intentos donde mi voz cada vez se desgarraba más, abrió los ojos sorprendido y asustado, miraba a todos lados tratando de recordar donde se encontraba.—Alex, estoy
Carol —¿Te duele mucho? —preguntó Betty mientras me ayudaba a desinfectar y limpiar mi rodilla. —No, solo fue un rasguño. —dije por quinta vez. Luego del desafortunado accidente que tuvimos junto a la cascada, Derek trajo a un Alex conmocionado y lloroso hasta la casa, mientras Betty me ayudaba a caminar despacio. Cuando llegamos no vimos a nadie en la sala ni en la cocina, pero ella subió al segundo piso en busca de un botiquín de primeros auxilios que había en uno de los baños y escuchó la conversación susurrada de Alex con Derek. Según me dijo, Alex no paraba de llorar y lamentarse. Me sentía mal por él, la forma en que se culpó por mi caída me dejó desconcertada, fue un cambio demasiado brusco de su estado de ánimo, parecía otra persona. Amaneció alegre y cuando salimos al bosque estaba lleno de energía, pero luego de lo sucedido era como si se sintiera la peor persona, triste y desdichada para los que se encontraban a su alrededor. Todo esto era muy confuso y necesitaba una
CarolConmocionada me levanté de la silla en la que estaba sentada y fui a mi habitación para una ducha relajante que me ayudara a aclarar mis ideas. Después de estar treinta minutos bajo la lluvia de agua caliente, pensando, llorando, liberándome, me sentía como nueva. Bajé a la cocina en busca de un calmante para el dolor en la rodilla y me encontré a Betty y Derek hablando en susurros. Al verme llegar se apartaron y Derek salió al patio de la casa.—¿Todo bien? —pregunté.—Sí, no te preocupes. ¿Cómo te sientes? —dijo, mientras extendía hacia mí una taza de humeante té.—Bien, iré a hablar con Alex. Tú... ¿sabías de su enfermedad? —indagué un poco mientras tomaba el calmante con el té que me había dado.—Derek acaba de contarme, nunca me lo habr&i
CarolMiércoles, 24 de febrero de 2016Carol: Hola, Thomas, ¿podemos hablar?Thomas: Hola, bella. Si, ¿qué pasa?Carol: Necesito decirte algo, te llamaré ahora.Thomas: Muy bien…—Hey, ¿qué pasa? —respondió a la llamada nada más dar el primer timbre.—Thomas, quería hablar contigo acerca de algo. —Titubeé un poco, no quería herir sus sentimientos, pero esto era necesario.—Bien, me estás asustando, ¿pasó algo grave? —Ahora era él el asustado.—No, es sobre nosotros —susurré.—Ahora sí que tengo miedo. —Rió mientras lo dijo, pero había cautela en su voz.—Verás, nosotros nos llevamos muy bien, me siento muy cómoda contigo y la cita que tuvimos fue hermosa, pero… en
AlexViernes, 4 de marzo de 2016—Joder, estoy muerto del cansancio, me duele todo. —Se quejó Derek mientras se acostaba sobre el césped artificial del campo de fútbol.Yo me encontraba sentado a su lado. Habíamos tenido una semana bastante dura de puro entrenamiento y ejercitación. Dentro de dos semanas vendrían los captadores para las escuelas deportivas y los chicos del equipo querían esforzarse al máximo para dar una buena impresión.—¿No es hoy cuando venían los representantes de las universidades, para las entrevistas? —Carol me lo había dicho hace unos tres días, pero no estaba seguro.—Sí, es hoy. El pasillo central está lleno de carteles y folletos. —Aclaró mi duda—. Por cierto, ¿a cuál universidad asistiremos tú y yo? Papá me preguntó ayer
Carol—¿Cómo crees que se ve mejor, recogido o suelto? —preguntó Betty mientras recogía su cabello castaño claro hasta la cima de su cabeza y lo dejaba caer una vez más.—Con ese vestido te queda mejor suelto —contesté mientras terminaba de abrocharme los zapatos de tacón. Ambas ya estábamos listas para la fiesta roja de esta noche, más que listas se podría decir. Me detuve a su lado frente al espejo gigante en la puerta de mi armario.—Estamos hermosas. ¡Vamos a deslumbrar esta noche! —chilló emocionada mientras me abrazaba. Sonreí a nuestro reflejo.Yo llevaba puesto un vestido ajustado, largo hasta el suelo, quedaba como una segunda piel resaltando todas las cosas buenas de mi cuerpo. Tenía un escote ligero sujeto a tirantes finos y una abertura en el lado izquierdo que llegaba desde el muslo hasta lo
AlexMartes, 15 de marzo de 2016.—¡Alex! Amor, tenemos que hablar.Iba caminando por uno de los pasillos de la escuela, acababa de salir de la clase de cálculo, cuando Sahara me interceptó en medio de este. Me agarró por el brazo deteniendo mi paso—¿Qué quieres Sahara? —pregunté volteando a mirarla.Había quedado con Carol para vernos en el patio detrás de la escuela, y lo menos que quería era llegar tarde. No podía esperar para verla, estaba ansioso por abrazarla y besarla.—¿Qué quiero? ¡Me tienes abandonada! Hace meses que no estamos juntos ni hablas conmigo. ¿Qué te pasa? —Su cara reflejaba tristeza fingida mientras tocaba mi pecho, arañando con sus uñas rojas. Agarré sus manos con las mías deteniendo sus "caricias".—Mira Sahara, esto deb&iacu
CarolViernes, 20 de mayo de 2016—¿Estás nerviosa? A mí ya no me quedan uñas para morder. Me tiemblan las manos, ¡y tengo ganas de hacer pis! —Betty no paraba de removerse a mi lado, dentro de diez minutos nuestra profesora de Dibujo Creativo anunciaría al ganador.Sip, nos encontrábamos en la exposición de nuestras obras de arte. Este sería el último momento para estar en contacto con esta asignatura, se había vuelto todo un mundo de distracción para nosotras dos. Tal vez en un futuro no nos dediquemos profesionalmente a las artes, pero dibujar siempre será nuestra afición. La Señora Hodge nos había pedido que plasmáramos un rostro en un cuadro, lo más profesional posible, esa era nuestra nota final en esta asignatura.La exposición se realizaba en uno de los grandes salones para acti