La boda Religiosa POV Flor La iglesia del pueblo estaba resplandeciente, decorada con tanta delicadeza que cada rincón parecía impregnado de nuestra historia, de cada uno de esos momentos que nos habían traído hasta aquí. Al entrar, sentí una paz increíble, una mezcla de emociones que me llenaba el pecho: alegría, gratitud y una serenidad profunda, como si alguien allá arriba aprobara lo que estaba a punto de hacer.Con el brazo de mi papá entrelazado con el mío, avancé por el pasillo mientras la voz de los niños de la escuela resonaba en el ambiente con el Ave María. Nos habían regalado esa sorpresa, un coro lleno de entusiasmo y ternura. Escuchar sus voces, claras y llenas de amor, me emocionó tanto que las lágrimas amenazaban con escapar, pero respiré hondo y traté de mantener la compostura.La melodía envolvía la iglesia, y mis ojos buscaron a Gabriel, que me esperaba al final del camino frente al altar. Su mirada lo decía todo. En ella brillaba una emoción intensa, como si cad
La boda fue un día soñado para Flor y Gabriel. La ceremonia, realizada en la iglesia del pueblo, había sido preciosa, pero la verdadera celebración comenzó cuando la fiesta se trasladó a la plaza. Todos sabían que el salón reservado sería insuficiente para albergar a tanta gente. Flor y Gabriel eran muy queridos, y nadie quería perderse la oportunidad de acompañarlos. Las familias llevaron platos para compartir, y la plaza estaba decorada con globos blancos y dorados, simbolizando la pureza y el compromiso. Rebosaba de vida y alegría, pareciendo un mundo de ensueño donde todos podían escapar de la cotidianidad.Cada rincón estaba cuidadosamente adornado, como si todos los vecinos hubieran puesto lo mejor de sí mismos para hacer de esa noche algo único. Las mesas, cubiertas de manteles blancos, se llenaban con platos caseros: empanadas, pasteles, una variedad de bebidas y postres que parecían interminables. El aroma de las comidas se mezclaba con la fragancia de las flores y el brillo
Dos días para nosotrosGabriel y Flor entraron en la habitación del pequeño hotel boutique donde pasarían los próximos dos días, alejados del ruido de la ciudad y de los deberes escolares que los aguardaban a su regreso. La habitación estaba bañada por una luz cálida que emanaba de un conjunto de lámparas tenues, cuidadosamente colocadas. Sobre la cama de madera rústica y elegante había pétalos de rosas que formaban un corazón, y junto a ella una pequeña mesa con fresas, chocolates y una botella de vino sin alcohol.Flor dejó su bolso sobre un sillón cercano y giró en su lugar, maravillada por el ambiente.—Es perfecto, Gabriel —dijo con una sonrisa luminosa.Él la miró, incapaz de apartar la vista de la felicidad que irradiaba su rostro. Se acercó y la rodeó con sus brazos, apoyando su frente en la de ella.—Tú haces que cualquier lugar sea perfecto, Flor.Ella rió suavemente, sus dedos jugando con el cuello de la camisa de él.—Eres un romántico incurable, ¿lo sabías?—Solo contigo
Capítulo El Fondo del Abismo Fernando caminaba sin rumbo por las calles silenciosas del pueblo. Las luces de las casas titilaban como recordatorios de una vida que seguía su curso mientras él permanecía estancado, atrapado en un ciclo interminable de culpa y arrepentimiento. Era casi medianoche, y aunque había hablado con Gabriel horas antes, el alivio que sintió al confesarle lo ocurrido con Natalia había sido momentáneo. Ahora, la realidad lo golpeaba con toda su fuerza. Recordó el cumpleaños número cuatro de Dylan y Florcita , el último día en que Natalia le había hablado con sinceridad. Ese 24 de junio, ella parecía distante, aunque intentaba disimularlo. Habían llegado a la fiesta por separado, como siempre, para evitar miradas inquisitivas. La única que sabía de su relación era Flor, quien respetaba su secreto aunque no lo aprobaba del todo. Esa tarde, mientras los niños jugaban y los adultos charlaban, Fernando notó la mirada perdida de Natalia. Estaba hermosa, como siempre,
Amor tras el miedoCapítulo 1: Confesiones bajo la lunaGabriel observaba a Fernando en silencio mientras este se llevaba las manos al rostro. La tarde se había tornado fría y el único sonido que los rodeaba era el crujir de las hojas bajo sus pies. Estaban en el jardín de la casa de Gabriel, alejados del ruido en el interior de la casa. Acababan de llegar del parque con Dylan ,Florencia y los mellizos que un año y medio antes habían llegado al mundo en una noche que ninguno de los dos olvidaría. Noche que Naty y Fer ayudaron a traerlos al mundo .—No sé por dónde empezar, Gabo —dijo Fernando con voz apagada.—Por donde quieras, Fer. Estoy aquí para escucharte.Fernando bajó las manos y fijó la mirada en un punto indeterminado. Después de unos segundos de vacilación, comenzó a hablar.—Hace mucho tiempo que no sé cómo seguir adelante. Natalia... —Su voz se quebró al pronunciar su nombre—. Natalia y yo estuvimos juntos durante casi dos años, en secreto.Gabriel alzó una ceja, sorprendi
Capítulo 2 Reflexiones Gabriel observaba a Fernando , quien parecía un hombre al borde de la desesperación y la tristeza . Gabriel recordaba vívidamente cómo Natalia entró en la habitación esa noche , con el rostro cansado , pero algo en su mirada reflejaba preocupación y urgencia. Le dijo a Flor que tenía que irse de inmediato, que la llamaría cuando las cosas estuvieran más calmadas. Nadie, ni siquiera Flor o él, había sospechado que esa despedida sería definitiva. .Natalia se había marchado sin más explicaciones y con el tiempo, la falta de noticias se hizo un peso difícil de sobrellevar para Flor ,ella es muy amiga y siente su ausencia. Gabriel no entendía porque se fue sin decir nada pero sabía que Naty era una mujer decidida y que algo le había pasado para irse así . “Es como si se hubiera esfumado, como si alguien o algo la hubiera empujado a irse del pueblo ” pensó Gabriel, tratando de comprender cómo una mujer tan fuerte, determinada, esa misma que siempre decí
Capítulo La verdad enfrenta a FernandoEsa noche, Gabriel intentó procesar todo lo que Flor le había contado. Mientras hablaba, apenas podía creer que Fernando hubiera ocultado un detalle tan importante. Se recostó en la cama con una mezcla de incredulidad y enojo, repasando cada palabra que le había dicho a Fernando esa tarde. Cada consejo y consuelo que le ofreció parecía ahora ingenuo, un apoyo basado en una versión incompleta de la historia.Flor observaba a Gabriel con calma resignada. Sabía que todo aquello era demasiado para él y entendía su frustración. Finalmente, Gabriel rompió el silencio, aún conmocionado.—No puedo creer que Fernando me ocultara algo tan grave. Ahí estuve yo, dándole consejos para recuperar a Natalia, hablando como un ingenuo. De verdad, fui un completo bruto —confesó con una sonrisa irónica, aunque la tristeza seguía en sus ojos.Flor soltó una risa suave y le dio una palmada en el brazo para reconfortarlo.—Tranquilo, Gabo. No tenías forma de saberlo
Capítulo 4: La traición de una imagenEn el hospital, Fernando mantenía su enfoque profesional mientras atendía a Tiago, quien, por fortuna, solo había sufrido heridas leves. Su experiencia como enfermero y bombero lo hacía actuar con calma, incluso cuando Melisa, su exnovia, llegó visiblemente angustiada para verificar el estado de su hermano.—Gracias, Fernando —dijo Melisa, abrazándolo con un gesto espontáneo y lleno de gratitud. Era un simple acto de consuelo, sin dobles intenciones, pero en el lugar equivocado y en el momento equivocado.Unos ojos ajenos, atentos y llenos de interés, capturaron la escena. Quizás por resentimiento, quizás por simple perversión, alguien decidió aprovechar el momento para torcer la realidad.Más tarde, cuando Fernando dejó su celular sobre una mesa mientras buscaba suministros, aquella persona tomó el teléfono con sigilo. Con una sonrisa maliciosa, mando la foto al celular de Fernando donde capturó el abrazo desde un ángulo que lo hacía parecer mu