Capítulo El Fondo del Abismo Fernando caminaba sin rumbo por las calles silenciosas del pueblo. Las luces de las casas titilaban como recordatorios de una vida que seguía su curso mientras él permanecía estancado, atrapado en un ciclo interminable de culpa y arrepentimiento. Era casi medianoche, y aunque había hablado con Gabriel horas antes, el alivio que sintió al confesarle lo ocurrido con Natalia había sido momentáneo. Ahora, la realidad lo golpeaba con toda su fuerza. Recordó el cumpleaños número cuatro de Dylan y Florcita , el último día en que Natalia le había hablado con sinceridad. Ese 24 de junio, ella parecía distante, aunque intentaba disimularlo. Habían llegado a la fiesta por separado, como siempre, para evitar miradas inquisitivas. La única que sabía de su relación era Flor, quien respetaba su secreto aunque no lo aprobaba del todo. Esa tarde, mientras los niños jugaban y los adultos charlaban, Fernando notó la mirada perdida de Natalia. Estaba hermosa, como siempre,
Amor tras el miedoCapítulo 1: Confesiones bajo la lunaGabriel observaba a Fernando en silencio mientras este se llevaba las manos al rostro. La tarde se había tornado fría y el único sonido que los rodeaba era el crujir de las hojas bajo sus pies. Estaban en el jardín de la casa de Gabriel, alejados del ruido en el interior de la casa. Acababan de llegar del parque con Dylan ,Florencia y los mellizos que un año y medio antes habían llegado al mundo en una noche que ninguno de los dos olvidaría. Noche que Naty y Fer ayudaron a traerlos al mundo .—No sé por dónde empezar, Gabo —dijo Fernando con voz apagada.—Por donde quieras, Fer. Estoy aquí para escucharte.Fernando bajó las manos y fijó la mirada en un punto indeterminado. Después de unos segundos de vacilación, comenzó a hablar.—Hace mucho tiempo que no sé cómo seguir adelante. Natalia... —Su voz se quebró al pronunciar su nombre—. Natalia y yo estuvimos juntos durante casi dos años, en secreto.Gabriel alzó una ceja, sorprendi
Capítulo 2 Reflexiones Gabriel observaba a Fernando , quien parecía un hombre al borde de la desesperación y la tristeza . Gabriel recordaba vívidamente cómo Natalia entró en la habitación esa noche , con el rostro cansado , pero algo en su mirada reflejaba preocupación y urgencia. Le dijo a Flor que tenía que irse de inmediato, que la llamaría cuando las cosas estuvieran más calmadas. Nadie, ni siquiera Flor o él, había sospechado que esa despedida sería definitiva. .Natalia se había marchado sin más explicaciones y con el tiempo, la falta de noticias se hizo un peso difícil de sobrellevar para Flor ,ella es muy amiga y siente su ausencia. Gabriel no entendía porque se fue sin decir nada pero sabía que Naty era una mujer decidida y que algo le había pasado para irse así . “Es como si se hubiera esfumado, como si alguien o algo la hubiera empujado a irse del pueblo ” pensó Gabriel, tratando de comprender cómo una mujer tan fuerte, determinada, esa misma que siempre decí
Capítulo La verdad enfrenta a FernandoEsa noche, Gabriel intentó procesar todo lo que Flor le había contado. Mientras hablaba, apenas podía creer que Fernando hubiera ocultado un detalle tan importante. Se recostó en la cama con una mezcla de incredulidad y enojo, repasando cada palabra que le había dicho a Fernando esa tarde. Cada consejo y consuelo que le ofreció parecía ahora ingenuo, un apoyo basado en una versión incompleta de la historia.Flor observaba a Gabriel con calma resignada. Sabía que todo aquello era demasiado para él y entendía su frustración. Finalmente, Gabriel rompió el silencio, aún conmocionado.—No puedo creer que Fernando me ocultara algo tan grave. Ahí estuve yo, dándole consejos para recuperar a Natalia, hablando como un ingenuo. De verdad, fui un completo bruto —confesó con una sonrisa irónica, aunque la tristeza seguía en sus ojos.Flor soltó una risa suave y le dio una palmada en el brazo para reconfortarlo.—Tranquilo, Gabo. No tenías forma de saberlo
Capítulo 4: La traición de una imagenEn el hospital, Fernando mantenía su enfoque profesional mientras atendía a Tiago, quien, por fortuna, solo había sufrido heridas leves. Su experiencia como enfermero y bombero lo hacía actuar con calma, incluso cuando Melisa, su exnovia, llegó visiblemente angustiada para verificar el estado de su hermano.—Gracias, Fernando —dijo Melisa, abrazándolo con un gesto espontáneo y lleno de gratitud. Era un simple acto de consuelo, sin dobles intenciones, pero en el lugar equivocado y en el momento equivocado.Unos ojos ajenos, atentos y llenos de interés, capturaron la escena. Quizás por resentimiento, quizás por simple perversión, alguien decidió aprovechar el momento para torcer la realidad.Más tarde, cuando Fernando dejó su celular sobre una mesa mientras buscaba suministros, aquella persona tomó el teléfono con sigilo. Con una sonrisa maliciosa, mando la foto al celular de Fernando donde capturó el abrazo desde un ángulo que lo hacía parecer mu
Capítulo 5: Naty, perdónameFernando estaba sentado en la penumbra de su sala, el silencio opresivo parecía envolverlo como una prisión invisible. La madrugada del 25 de junio se repetía en su mente, cada detalle volviendo como un eco interminable. Aquella noche había comenzado con una llamada de emergencia, un accidente que requería de su atención inmediata. Entre los heridos estaba Thiago, el hermano menor de Melisa.Llamar a Melisa había sido un acto lógico. Thiago era menor de edad, y ella era su contacto más cercano. Para Fernando, había sido una decisión automática, profesional. Sin embargo, nunca imaginó que esa llamada desencadenaría una serie de eventos que destruirían lo único que lo mantenía de pie: Natalia.El abrazo que compartió con Melisa en la sala de espera del hospital no fue más que un gesto de consuelo. La preocupación mutua por Thiago y las largas horas de trabajo lo dejaron ajeno a cualquier otra interpretación. Pero alguien había visto ese momento como una oport
Capítulo 6 - Lo que nunca dijeFernando se sentó en el sofá, sosteniendo la única foto que le quedaba de Natalia. Su mente lo transportó al pasado, a aquellos primeros días en los que ella había irrumpido en su vida, transformándolo todo.Había sido un día como cualquier otro en la clínica. Fernando acababa de terminar una reunión con el equipo de emergencias cuando Natalia, distraída, chocó contra él en el pasillo. La recordaba perfectamente: su túnica de doctora impecable, su cabello castaño claro recogido de forma casual, y esos ojos marrones que parecían contener un universo de calidez.—Perdón, no te vi —dijo ella, sonriendo con una mezcla de vergüenza y gracia.Él había soltado una risa suave.—Claro, soy tan pequeño que es fácil no verme.Aquella broma, teniendo en cuenta su altura y complexión musculosa, hizo que Natalia levantara una ceja y lo mirara con ese brillo desafiante que pronto se convertiría en su sello característico.—Si tan pequeño sos, entonces invítame un café
CapítuloEl despertar de FernandoFernando se despertó sobresaltado, con el corazón latiendo rápido y la imagen de Natalia invadiendo su mente. Desde que ella se había ido, sus noches eran un caos de sueños rotos y culpas que lo perseguían como sombras. La fotografía que ella dejó sobre la mesa seguía allí, como un recordatorio constante de lo que había perdido y de la promesa de buscar respuestas.Aquella mañana, la desesperación llegó a un punto de quiebre. No podía seguir permitiendo que las dudas y la impotencia lo consumieran. Tenía que empezar a mover las piezas del rompecabezas que lo atormentabaLa búsqueda inicialSalió de casa y revisó su camión con una mezcla de urgencia y esperanza, buscando el celular que había perdido la noche en que Tiago fue hospitalizado. Escarbó entre los compartimentos, revisó el asiento trasero, incluso se agachó para inspeccionar el piso. Nada.Con un resoplido frustrado, decidió ir al cuartel de bomberos. Quizás alguno de sus compañeros lo había