Capítulo Fiesta de Revelación El día de la revelación de los mellizos había llegado, llenando de emoción a todos. Esta vez, la celebración se realizaría en un lugar muy especial: el parque que llevaba el nombre de Manuel, el ángel protector de Flor. Fue idea de ella rendirle este homenaje, y cada rincón del parque estaba decorado con globos azules y rosas que se mecían suavemente con el viento, como si Manuel también estuviera presente entre ellos. La noticia de la fiesta había llegado lejos, y esa tarde hubo una visita sorpresa que emocionó profundamente a Flor y a Gabriel. Elsa, la madre de Gabriel, había viajado desde la capital, donde trabajaba como cocinera para una pareja de políticos, para acompañarlos. Era la primera vez que Elsa conocía a Flor y a Dylan en persona, y su llegada llenó el ambiente de calidez y alegría. Al bajar del autobús, Elsa caminó hacia Gabriel y lo abrazó con fuerza. —Qué felicidad verte tan bien, hijo. Y ahora, a punto de agrandar la familia —d
Capítulo 45 Una Celebración para la VidaEl sol bañaba con su luz cálida el jardín donde los amigos y familiares de Flor y Gabriel se habían reunido para una ocasión especial: el baby shower sorpresa en honor a los mellizos que esperaban con tanta ilusión. Desde el momento en que cruzaron la entrada decorada con guirnaldas de flores y globos en tonos pastel, Flor no pudo contener las lágrimas de emoción. Gabriel, tomándola de la mano, sonreía con orgullo. Aquella celebración era mucho más que una fiesta; era un recordatorio de lo lejos que habían llegado juntos.Flor había atravesado momentos de profunda tristeza en el pasado, pero Gabriel había llegado a su vida como un rayo de luz. Desde su boda, el amor entre ambos no había hecho más que crecer, y la noticia de los mellizos había llenado sus corazones con una felicidad que nunca habían imaginado posible. Ahora, rodeados de quienes más los querían, sentían que la vida les había dado una segunda oportunidad para soñar y construir un
Capitulo Entre risas y ternura Los padres de Flor también llegaron al pueblo para apoyarla con el nacimiento de los mellizos y disfrutar de las fiestas junto a la familia. Cada pieza del rompecabezas parecía encajar. Flor sentía que, aunque sus seres queridos no estaban físicamente presentes, los acompañaban en cada paso, guiándolos desde el cielo.La llegada de los mellizos, la nueva etapa de Ana como maestra y la estabilidad de Pedro daban a Flor confianza para mirar hacia el futuro con ilusión. El pasado siempre estaría en su corazón, pero estaba aprendiendo a dejarlo ir para abrazar lo que estaba por venir.risas y ternuraLos días pasaban y todos conspiraban para que Flor se sintiera mimada y cuidada en cada momento. Mientras tanto, Gabriel quedaba un poco relegado. Había una intención detrás de esos “desplantes” hacia él. Cada visita, familiar e incluso la doctora Natalia compartían en complicidad el juego de hacer de Gabriel el centro de algunas bromas. Curiosamente, él parec
Capítulo Nochebuena mágicaPrimera Parte – Desde el punto de vista de FlorLa casa estaba llena de alegría. Los abuelos, amigos cercanos y algunos vecinos compartían con nosotros la cena de Nochebuena. Las luces del árbol parpadeaban al ritmo de los villancicos y el aroma de la comida navideña llenaba el aire. Dylan y Florencia brillaban de emoción, expectantes por la llegada de Papá Noel.Todo estaba listo para cumplir con la tradición y aunque había empezado a sentir contracciones, estaba decidida a regalarles una noche inolvidable a los niños. Me repetía a mí misma que podía esperar un poco más.Gabriel se había retirado al cuarto para ponerse el disfraz de Papá Noel. Dylan, siempre curioso, aprovechó para espiarlo. Cuando regresó, traía una sonrisa traviesa y me lanzó una mirada cómplice, dejando claro que no arruinaría la ilusión de su hermana.Cuando Gabriel bajó vestido de Papá Noel, el grito de emoción de Florencia fue suficiente para que olvidara el malestar por un instante.
La llegada de la ambulancia trajo calma a la casa. Los paramédicos, vestidos con sus uniformes y cargando los equipos necesarios, entraron con rapidez y profesionalismo. Gabriel, quien había dejado atrás el traje de Papá Noel, caminaba junto a la camilla sosteniendo con fuerza la mano de Flor. Aunque intentaba mostrarse sereno, sus ojos reflejaban una mezcla de emoción y alivio al saber que, a pesar de los nervios iniciales, todo había salido bien.Dylan y Florencia, los hijos mayores de la pareja, observaban desde la entrada con los ojos muy abiertos. La abuela Elsa, con sus manos apoyadas sobre los hombros, les explicaba en voz baja lo que ocurría.—Mamá y papá están trayendo un regalo especial esta Navidad —dijo Elsa con una sonrisa.—¿Un regalo? —preguntó Dylan con curiosidad infantil.—Sí, un regalo que no cabe en una caja, pero que va a llenar sus corazones de amor —respondió su abuela mientras acariciaba su cabello.Al llegar a la clínica, los paramédicos trasladaron a Flor di
Manuela y Andrés En los primeros días tras el nacimiento de Manuela y Andrés, la casa de los Ferrer se llenó de ternura. Cada miembro de la familia aportó algo especial para hacer sentir a los recién llegados cuánto se les amaba. Aunque el cansancio era evidente, el corazón de Flor y Gabriel rebosaba gratitud y felicidad. Una mañana, mientras Flor se acomodaba para amamantar a los bebés , Dylan entró a la habitación con una mantita en las manos. La llevaba doblada con cuidado, como si fuera un tesoro. Flor lo miró sorprendida mientras él se acercaba despacio, intentando no despertar a los mellizos. —Mamá, quiero que esta mantita sea de ellos también —dijo con voz suave, extendiendo el trozo de tela. Estaba algo gastada por los años, pero seguía siendo suave y llena de significado. Flor sonrió conmovida. Sabía lo que esa manta significaba para Dylan. Había sido la suya de bebé, un regalo que Manuel le había dado antes de partir. Con delicadeza, la colocó sobre Manuela, que dormía p
Capitulo Dejándolos ir Flor vivía con un nudo en el pecho, aferrándose a la presencia de Manuel y Andrea, sus dos ángeles. Sabía que tenía que aprender a seguir adelante, pero la idea de dejarlos ir le resultaba dolorosa. En los momentos más solitarios, cuando las dudas y la tristeza la invadían, recurría a sus oraciones. Les pedía fuerza, comprensión y una señal de que estaba tomando el camino correcto. Recordó las palabras de Manuel antes de su partida. Su voz, siempre calmada y firme, resonaba en su memoria: "Sigue enseñando a los niños. Siempre te acompañaré hasta que tú me dejes ir. Solo entonces podré descansar en paz ." Esas palabras le habían calado profundamente , marcando su corazón con un peso difícil de llevar. Pero sabía que, para sanar y seguir adelante, debía liberarse, aunque doliera. La última frase que Manuel le había dicho a su hijo también vivía en su mente: "Te doy permiso de querer a alguien en el futuro, solo si es digno de amar a tu madre tanto como yo la
Capitulo ¿Somos novios?Flor y Gabriel estaban en el sofá , disfrutando de un raro momento de calma tras una larga jornada . Los niños dormían , y la casa estaba en un silencio que casi sentían necesario celebrar . Flor jugaba con los dedos de Gabriel , mirándolo con picardía . Una idea se le pasó por su cabeza y sin pensarlo más le hablo a su esposo en un tono juguetón .-Gabriel - comenzó con un tono casual , aunque su sonrisa la delataba - ¿y si nos volvemos novios? , Nunca me lo pediste y yo tampoco te lo pedi .Él levantó una ceja , sorprendido primero y luego divertido . -¿Novios? ¿Ahora? ¿Después de casarnos y con cuatro niños ocupando cada rincón de la casa? con pañales y biberones por todos lados ,me parece muy lindo de tu parte ,ja ja .Flor asintió, riendo. -¡Claro! Creo que nos saltamos esa parte. Ahora que ya no hay ‘bebés sorpresa’- dijo , refiriéndose con una risa traviesa a la reciente vasectomía de Gabriel , -ya no podemos hacer más bebés y porque no aprovechamos ?